Mercado objetivo: qué es, tipos, ejemplos y cómo definirlo

Escrito por: Diego Santos

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Mercado objetivo

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El mercado objetivo es el pilar fundamental de cualquier estrategia comercial exitosa. Identificar y comprender quiénes son tus consumidores ideales permite diseñar productos, servicios y campañas que realmente respondan a sus necesidades y expectativas. En un mundo donde los consumidores están más informados y tienen múltiples opciones, conocer a fondo a tu mercado objetivo es clave para destacarse. Este concepto abarca desde el análisis demográfico y geográfico hasta aspectos más profundos como intereses, comportamientos de compra y valores.

 

Desde grandes corporaciones hasta pequeños negocios, definir con precisión el mercado objetivo permite enfocar los esfuerzos de marketing, optimizar recursos y, en última instancia, generar mayor satisfacción y lealtad entre los clientes. En por ello que en esta guía rápida exploraremos los principales tipos de mercado objetivo, algunos ejemplos prácticos que ilustran su aplicación en diferentes sectores y las más importantes claves para identificar el segmento ideal para tu negocio.

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    Un mercado objetivo puede definirse por diversas cualidades en común, por ejemplo: edad, estilo de vida, preferencias, ubicación, intereses, entre otras. Conocer a los clientes ayuda a crear mensajes que se dirijan solo a aquellos que están dispuestos a pagar por el producto o servicio que se ofrece. Es una forma más efectiva y económica de llegar a los clientes y generar ganancias. 

    Por qué debe definirse un mercado objetivo 

    Parte del éxito de comercializar un producto o servicio es saber a quién atraerá y quién tiene más posibilidades de comprarlo. Esto, por ende, permite que la base de clientes crezca y se alimente con estrategias de marketing.

    Por ello, identificar y comprender a los clientes es una parte esencial del plan comercial y de marketing de cualquier marca. Es importante entender que no todas las personas en el mundo son compradores potenciales de un producto o servicio específicos. Por lo tanto, las empresas deben tener una comprensión clara de su mercado objetivo desde el principio. 

    Esto les permite saber de forma más fácil dónde están sus consumidores, qué canales de comunicación utilizan, cuáles son sus hábitos de compra y cómo adaptar los mensajes de marketing para incentivarlos a la compra. 

    Oportunidades al definir un mercado objetivo
    Segmentación precisa.
    Optimización de recursos.
    Mayor relevancia.
    Fidelización.
    Ventaja competitiva.

    4 tipos de mercado objetivo 

    Hay 4 tipos de mercado objetivo de los que se desprenden las demás subcategorías que pueden existir, con el propósito de definir el grupo de personas al que una empresa va a dirigirse. Estos son los siguientes: 

    1. Demográfico

    El mercado objetivo demográfico se enfoca en responder una pregunta esencial: ¿quién es el cliente? Este tipo de segmentación permite categorizar a los consumidores en función de atributos específicos como edad, género, nivel educativo, ocupación, ingresos, estado civil y más. Puede aplicarse tanto en mercados B2C (Business-to-Consumer) como B2B (Business-to-Business), adaptándose a las características particulares de cada segmento.

    En un mercado B2B, es fundamental conocer detalles como el tipo de industria en el que opera la empresa, su tamaño, ingresos anuales y la ubicación geográfica. Por ejemplo, una empresa que vende software de gestión empresarial podría dirigirse a pequeñas y medianas empresas (PYMEs) del sector retail con entre 10 y 50 empleados. Este enfoque permite personalizar ofertas que se ajusten a las necesidades específicas del cliente empresarial.

    En un mercado B2C, la segmentación demográfica se centra en variables personales que definen a los consumidores finales. Por ejemplo, una marca de ropa deportiva podría dirigirse a hombres y mujeres entre 18 y 35 años con un estilo de vida activo y un nivel de ingresos que les permita invertir en productos de alta calidad.

    Al identificar estas características, las empresas pueden adaptar su estrategia de marketing, desde el diseño de los productos hasta los canales de comunicación, para atraer de manera efectiva a su audiencia.

    Este tipo de mercado objetivo es el más común debido a su facilidad de implementación y su impacto directo en la comprensión del cliente. Las empresas que dominan la segmentación demográfica obtienen una ventaja competitiva al identificar de manera precisa las necesidades y deseos de su público objetivo. Esto no solo permite una mejor personalización de productos y servicios, sino también una mayor eficacia en la comunicación y fidelización de los clientes.

    Ejemplo práctico:

    Imagina una empresa de tecnología que lanza una nueva aplicación de finanzas personales. Su mercado demográfico podría definirse como jóvenes profesionales de entre 25 y 40 años, con estudios universitarios, ingresos medios a altos y un interés en herramientas digitales que les ayuden a gestionar su presupuesto.

    Con esta información, la empresa podría diseñar campañas que destaquen la facilidad de uso de la app, su compatibilidad con estilos de vida ocupados y su capacidad para ayudar a alcanzar metas financieras, apelando directamente a las necesidades de este segmento.

    De esta manera, la segmentación demográfica no solo identifica quién es el cliente, sino también cómo conectar con él de manera significativa.

    2. Geográfico 

    El mercado objetivo geográfico se basa en segmentar a los consumidores según su ubicación física. Esta clasificación puede realizarse a diferentes niveles, como continente, país, región, estado, ciudad o incluso vecindarios específicos. Este tipo de segmentación es particularmente útil para empresas cuyo producto o servicio está influenciado por factores locales, como el clima, la cultura, las regulaciones o las preferencias regionales.

    Para las empresas internacionales, el análisis geográfico es esencial, ya que las diferencias entre ubicaciones pueden impactar significativamente las decisiones de compra. Por ejemplo, una marca de ropa puede adaptar su línea de productos según las estaciones del año en distintos hemisferios, ofreciendo abrigos en Europa durante el invierno mientras lanza ropa ligera en Sudamérica durante la misma época.

    Además, las empresas locales también pueden beneficiarse de esta segmentación. Un restaurante que opera en una ciudad puede concentrar sus esfuerzos de marketing en los barrios cercanos para atraer a clientes que buscan opciones de comida rápida y accesible en su área.

    Claves del mercado geográfico

    • Clima y condiciones meteorológicas: los productos como ropa, calefactores, aires acondicionados o alimentos estacionales suelen segmentar su mercado objetivo según zonas cálidas, frías o con estaciones marcadas.
    • Preferencias culturales: las tradiciones y los valores culturales varían según la ubicación, y esto puede influir en los gustos y preferencias de los consumidores. Por ejemplo, las campañas de marketing para festividades como el Año Nuevo Chino o el Día de los Muertos son específicas de ciertas regiones.
    • Acceso a productos o servicios: en zonas rurales, donde el acceso a ciertas infraestructuras es limitado, las empresas pueden enfocar sus esfuerzos en productos asequibles y fáciles de transportar, como paquetes básicos de internet satelital o paneles solares.

    Ejemplo práctico:

    Una empresa de bebidas energéticas que se expande globalmente podría identificar como mercado objetivo geográfico a las ciudades principales de países tropicales, donde el clima cálido y húmedo aumenta la demanda de bebidas refrescantes. En estos mercados, la estrategia publicitaria podría destacar cómo su producto ayuda a rehidratarse y recuperar energía en días calurosos, reforzando su relevancia para los consumidores locales.

    La segmentación geográfica no solo ayuda a las empresas a identificar dónde se encuentran sus clientes, sino también cómo adaptar sus estrategias para satisfacer mejor las necesidades locales. Esto crea una conexión más cercana con los consumidores, aumentando las posibilidades de éxito en mercados específicos.

    “Los clientes satisfechos son tus mejores promotores y pueden convertirse en tu equipo de ventas más exitoso”.
    Autora y empresaria

    3. Conductual 

    El mercado objetivo conductual se centra en segmentar a los consumidores según su comportamiento relacionado con la compra de productos o servicios. Este enfoque analiza cómo interactúan los clientes con la marca, qué influye en sus decisiones de compra y cuáles son sus patrones de consumo. Es una forma poderosa de identificar las motivaciones detrás de las elecciones del cliente y optimizar las estrategias de marketing para atender esas necesidades específicas.

    Esta segmentación incluye factores como:

    • Patrones de compra: frecuencia con la que compran, horarios habituales, estacionalidad o recurrencia de sus compras.
    • Historial de compras: qué productos o servicios han adquirido anteriormente y cómo han evaluado su experiencia.
    • Conocimiento del producto o marca: grado de familiaridad con la empresa, desde nuevos clientes que apenas descubren el producto hasta clientes leales.
    • Uso del producto: cómo, cuándo y con qué frecuencia utilizan los productos o servicios.
    • Actitudes y opiniones: percepción del cliente sobre el valor y la calidad del producto, así como su disposición para recomendarlo o volver a adquirirlo.

    Ventajas del mercado conductual

    Este tipo de segmentación permite a las empresas ajustar sus estrategias de marketing para ofrecer experiencias personalizadas. Por ejemplo, los clientes que compran con frecuencia pueden ser recompensados con programas de fidelidad, mientras que aquellos que solo compran durante promociones pueden ser incentivados con ofertas exclusivas.

    Ejemplo práctico:

    Una tienda de comercio electrónico analiza el comportamiento de sus clientes y detecta que un segmento compra principalmente en fechas especiales como Black Friday y Navidad. Con esta información, puede dirigir campañas de email marketing con descuentos exclusivos en esas temporadas. Por otro lado, para clientes que hacen compras frecuentes durante todo el año, puede ofrecer un programa de suscripción con beneficios adicionales, como envíos gratuitos o acceso anticipado a nuevos productos.

    Otra aplicación puede verse en servicios de streaming. Una plataforma como Netflix puede segmentar su mercado conductual según los hábitos de visualización, identificando a usuarios que consumen series de forma intensiva los fines de semana frente a aquellos que ven películas ocasionalmente. Basándose en esta información, personalizan recomendaciones y lanzan campañas específicas para cada grupo.

    Importancia del mercado conductual

    Al segmentar según el comportamiento, las empresas pueden responder directamente a las necesidades y preferencias de sus clientes en cada etapa del proceso de compra. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también incrementa la probabilidad de conversión y fidelización. Además, al comprender cómo se comportan diferentes segmentos de clientes, las marcas pueden identificar oportunidades para mejorar sus productos, ajustar sus mensajes publicitarios y diseñar estrategias que impulsen ventas y retención.

    La segmentación conductual permite a las empresas ir más allá de los datos demográficos y geográficos, profundizando en las acciones y motivaciones de los clientes para construir relaciones más significativas y efectivas.

    4. Psicográfico 

    La segmentación psicográfica se enfoca en dividir a la audiencia según su personalidad, estilo de vida, valores, intereses y actitudes. A diferencia de otras formas de segmentación más tangibles, como la demográfica o geográfica, esta aborda aspectos más profundos y subjetivos del cliente. Su objetivo es comprender cómo piensan, qué los motiva y cómo toman decisiones, proporcionando una visión más rica para diseñar mensajes y productos que resuenen emocionalmente con ellos.

    Esta segmentación es especialmente útil para marcas que buscan conectar a nivel emocional o desarrollar una identidad alineada con los valores y aspiraciones de su público. Por ejemplo, una empresa que vende productos ecológicos puede dirigirse a consumidores que valoran la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, más allá de su ubicación o edad.

    Elementos clave de la segmentación psicográfica:

    • Estilo de vida: cómo los clientes pasan su tiempo, sus actividades recreativas y cómo gastan su dinero.
    • Valores: creencias fundamentales que guían sus decisiones, como la importancia de la familia, la salud o el medio ambiente.
    • Intereses: pasiones y hobbies, como el deporte, la tecnología, la música o el arte.
    • Actitudes: opiniones y perspectivas sobre temas relevantes para el producto o servicio, como la innovación, la tradición o el lujo.

    Desafíos de la segmentación psicográfica:

    Es cierto que obtener información psicográfica puede ser más complejo, ya que implica interpretar aspectos subjetivos y abstractos. Sin embargo, herramientas como encuestas detalladas, análisis de redes sociales, estudios de mercado y datos de comportamiento en línea pueden proporcionar valiosa información sobre la personalidad y preferencias de los consumidores.

    Ejemplo práctico:

    Una marca de ropa deportiva de lujo podría segmentar a su público psicográficamente al identificar consumidores que no solo practican ejercicio, sino que también valoran el estatus y la exclusividad en los productos que adquieren. Este grupo podría ser más receptivo a mensajes que destaquen la innovación tecnológica en los materiales y la conexión con atletas de élite, en lugar de enfocarse únicamente en la funcionalidad del producto.

    Diferencias entre mercado potencial y mercado objetivo

    En el mundo del marketing y los negocios, comprender las diferencias entre "mercado potencial" y "mercado objetivo" es crucial para desarrollar estrategias efectivas. Aunque ambos conceptos están relacionados, representan etapas distintas en el proceso de segmentación de mercado y planificación empresarial.

    Descubre cuáles son las diferencias y toma algunos ejemplos prácticos que te ayudarán a aplicarlos en tu estrategia comercial.

    Mercado potencial

    El mercado potencial representa el universo más amplio de consumidores que podrían estar interesados en un producto o servicio, sin restricciones específicas. Este mercado incluye a todos los individuos o empresas que, en teoría, tienen una necesidad o deseo que tu producto puede satisfacer. Sin embargo, no todos dentro del mercado potencial tienen la capacidad de adquirirlo, ya sea por barreras económicas, geográficas o de acceso.

    Por ejemplo, una empresa que produce bicicletas eléctricas tiene un mercado potencial compuesto por todas las personas interesadas en medios de transporte sostenibles. Esto incluye desde estudiantes que buscan una alternativa económica para moverse, hasta adultos preocupados por reducir su huella de carbono. Sin embargo, no todas estas personas pueden permitirse comprar una bicicleta eléctrica debido a factores como el precio o la disponibilidad en su región.

    En términos de negocio, el mercado potencial es una métrica útil para calcular el tamaño total del mercado y proyectar el crecimiento a largo plazo. Sin embargo, este grupo amplio necesita ser segmentado para encontrar las audiencias que realmente pueden convertirse en clientes.

    Mercado objetivo

    El mercado objetivo, por otro lado, se refiere a un segmento más específico dentro del mercado potencial. Es el grupo de consumidores que una empresa elige como foco de sus estrategias de marketing, ventas y desarrollo de productos. Este grupo no solo tiene interés en el producto o servicio, sino también la capacidad económica y el acceso necesario para adquirirlo.

    Volviendo al ejemplo de las bicicletas eléctricas, el mercado objetivo podría ser definido como adultos entre 25 y 45 años que viven en zonas urbanas, tienen ingresos medios o altos y están interesados en opciones de movilidad ecológica. Este grupo está claramente delimitado por características demográficas, geográficas y comportamentales, lo que permite a la empresa personalizar sus mensajes publicitarios y desarrollar estrategias específicas para atraer a este público.

    Principales diferencias entre mercado potencial y mercado objetivo

    1. Tamaño del mercado

    El mercado potencial siempre será más grande que el mercado objetivo, ya que incluye a todas las personas o empresas que podrían estar interesadas en el producto, independientemente de si cumplen con las condiciones para adquirirlo. El mercado objetivo, en cambio, es un subconjunto más reducido y específico.

    • Ejemplo: una empresa de software de gestión empresarial tiene como mercado potencial a todas las empresas que podrían beneficiarse de la digitalización de sus procesos. Sin embargo, su mercado objetivo podría limitarse a pequeñas y medianas empresas del sector retail que operan en una región específica.

    2. Segmentación

    El mercado potencial no requiere segmentación detallada, ya que se utiliza principalmente para estimar el alcance general del producto. El mercado objetivo, en cambio, implica un análisis más profundo para identificar características específicas como la edad, ingresos, ubicación, hábitos de consumo y valores.

    • Ejemplo: un gimnasio tiene un mercado potencial formado por todas las personas interesadas en mejorar su salud física. Sin embargo, su mercado objetivo podría estar definido como adultos jóvenes de entre 20 y 35 años que buscan entrenamientos funcionales y están dispuestos a pagar por servicios premium.

    3. Estrategias de marketing

    Las estrategias dirigidas al mercado potencial tienden a ser más generales y educativas, diseñadas para generar conciencia sobre el producto o servicio. En cambio, las estrategias para el mercado objetivo son más personalizadas y buscan directamente convertir a los prospectos en clientes.

    • Ejemplo: una campaña de marketing masivo que explique los beneficios de la energía solar puede estar dirigida al mercado potencial. Por otro lado, una oferta específica para propietarios de viviendas en zonas suburbanas que quieran instalar paneles solares estaría orientada al mercado objetivo.

    4. Enfoque en la rentabilidad

    Trabajar con el mercado objetivo suele ser más rentable, ya que concentra los esfuerzos de la empresa en las personas con mayor probabilidad de realizar una compra. El mercado potencial, aunque interesante desde un punto de vista teórico, puede incluir audiencias que no generen ingresos inmediatos.

    • Ejemplo: una marca de lujo que vende relojes de alta gama puede considerar como mercado potencial a todas las personas interesadas en accesorios elegantes y exclusivos. Sin embargo, su mercado objetivo se centrará en ejecutivos y profesionales con ingresos altos, ya que este grupo tiene la capacidad económica para adquirir sus productos. Al enfocar sus esfuerzos en este segmento específico, la marca puede maximizar su rentabilidad, en lugar de destinar recursos a atraer a audiencias que probablemente no realicen una compra debido al precio elevado.

    Mientras que el mercado potencial te da una visión amplia de todas las oportunidades disponibles para tu producto, el mercado objetivo te ayuda a concentrar tus recursos en las personas que realmente pueden convertirse en clientes. Comprender esta diferencia no solo es esencial para optimizar las estrategias de marketing, sino también para mejorar la eficiencia operativa y la rentabilidad del negocio.

    Al definir claramente ambos conceptos, las empresas pueden avanzar con confianza hacia el éxito comercial, diseñando mensajes y soluciones que resuenen con los consumidores ideales.

    1. Netflix

    Tal vez de este primer ejemplo podría pensarse que tiene un mercado objetivo muy general. En realidad, no lo es. Claro, el servicio de streaming cuenta con más de 208 millones usuarios en todo el mundo, pero cada persona dentro de ese grupo tiene gustos, necesidades y datos demográficos completamente diferentes a los cuales Netflix tiene que atender y satisfacer por separado.

    Si Netflix tuviera un mercado objetivo general, ¡todos verían lo mismo! Sin la oportunidad de modificarlo, todos poseerían las mismas características y cualidades. Pero esto no es así, ya que cada usuario tiene preferencias diferentes; gracias al análisis y a los algoritmos empleados, Netflix cubre las necesidades individuales de cada uno. 

    Ejemplos de mercado objetivo: Netflix

    Imagen de Netflix

    2. Lego

    Cuando se habla del mercado objetivo de Lego, muchas personas piensan que son los niños y las niñas. Pero ¿realmente lo son? Tal vez los pequeños de la casa sean quienes desean adquirir todos los modelos de Lego, pero no toman la decisión final. Por lo tanto, el mercado objetivo de Lego son papá y mamá. 

    Esto ha hecho de Lego una marca muy familiar y ha logrado extender su audiencia. Actualmente ya no solo dedican estrategias y mensajes a los niños y las niñas, sino también a los mismos padres y madres de familia que tienen gustos afines por coleccionar figuras de los personajes de culto. 

    Por eso Lego no solo responde a las necesidades de su mercado objetivo infantil, sino también satisface los gustos de los más grandes, quienes a la vez son los tomadores de decisión por tener el capital para adquirir los productos. 

    Ejemplos de mercado objetivo: Lego

    Imagen de Lego

    3. Knotfest

    Un evento anual de música también tiene un mercado objetivo y uno bastante marcado. Actualmente se pueden encontrar festivales musicales para todo tipo de gustos y la preferencia del público marca la pauta para el tipo de estrategias a emprender para promocionar los eventos. 

    Se pueden mencionar varios festivales musicales, pero este en particular tiene un mercado objetivo que sí cumple con todos los criterios necesarios para ser rentable: amantes de la música rock/metal, aspectos demográficos y psicográficos similares, necesidad de tener un espacio musical en común con bandas y artistas de las que sean fanáticos, entre otros. 

    Al tener a un grupo de personas con gustos tan similares, la estrategia sí puede ser un tanto general. Claro, no todos estarán contentos con las bandas incluidas en una edición, pero al menos sí asistirán para ver a una o dos de su interés. Esto vuelve muy rentable este tipo de mercado objetivo.

    Ejemplos de mercado objetivo: Knotfest

    Imagen de Knotfest

    4. Vans 

    La marca de calzado tiene un mercado objetivo muy bien definido y este ha construido su imagen y personalidad. Esta marca define y responde a las necesidades de un público joven; también cubre las de un mercado aún más específico: jóvenes que practican skateboarding. 

    Esto significa que Vans puede determinar diversas estrategias para sus diferentes mercados, pero al final termina satisfaciendo las necesidades del estilo de vida del grupo de personas al que se dirige. 

    Ejemplos de mercado objetivo: Vans

    Imagen de Vans

    1. Analiza la base de clientes actual

    Toda empresa activa cuenta con una base de clientes que ya han realizado compras previas. Estos pueden analizarse y buscar características e intereses en común. A partir de esto, es posible determinar qué tipos son los que generan más negocios y establecer un mercado objetivo de personas en común que puedan compartir las mismas cualidades, pues ellas también podrían beneficiarse de lo que un negocio ofrece. 

    2. Observa a los clientes de la competencia

    Ver lo que hacen los competidores no significa seguir o imitar sus pasos; esto solo se trata de un análisis externo para conocer a quiénes se dirigen y quiénes son sus clientes actuales. De esta manera, además de pensar en un mercado objetivo similar, también se tiene la oportunidad de detectar algún nicho de mercado que nadie haya explorado aún. 

    Lo más recomendable es que analices quiénes son los clientes que más interactúan con la competencia y determinar patrones de comportamiento que los clientes de tu empresa pudieran tener. Esto también sirve para complementar el análisis general del mercado objetivo. 

    ¿Por qué observar a los clientes de la competencia?
    1. Observar a los clientes de la competencia permite detectar áreas en las que tu empresa puede ofrecer algo mejor o diferenciado.
    2. Analizar qué atrae a los clientes de la competencia ayuda a entender mejor las expectativas y deseos de los consumidores.
    3. Observar las prácticas de marketing y productos que están funcionando con la competencia puede inspirar nuevas tácticas y adaptaciones para tu propio negocio.

    3. Lista los beneficios del producto o servicio en venta

    Podría pensarse que una empresa conoce al 100 % su producto o servicio y muchas veces no es así. Esto no quiere decir que no sepa sus componentes, ingredientes o la forma en que se produce, sino más bien que desconoce las necesidades de sus clientes que puede llegar a cubrir. 

    Para definir un mercado objetivo puedes listar todos los beneficios del producto o servicio a ofrecer y relacionarlos con las necesidades que pueden resolver. Por ejemplo, si tienes una empresa que brinda servicios de diseño gráfico, estos pueden abarcar diversos mercados: diseño web, branding, diseño gráfico B2B o B2C, entre otros.

    De esta manera, es posible tener un mercado más definido y saber toda la extensión que los productos o servicios pueden satisfacer. 

    4. Elige los datos demográficos para orientar el mercado objetivo 

    Una vez que sabes cuáles son las necesidades que el producto o servicio puede sustentar, tendrás una idea más clara de cuál es el mercado objetivo. Aun así, siguen haciendo falta detalles más específicos para definirlo adecuadamente. Para ello se hace uso de los datos demográficos que sea posible saber de las personas. 

    Estos tienen por objetivo dar a conocer qué características tienen en común el grupo de personas que forman parte del posible mercado objetivo, por ejemplo: 

    • Edad 
    • Ubicación
    • Género
    • Nivel educativo 
    • Estado civil 
    • Ocupación 

    Estos datos permiten configurar el público objetivo al que una empresa debe dirigirse, pues con estos factores en común es más probable que se interesen por el producto o servicio en cuestión. 

    5. Define la psicología del mercado objetivo 

    Cuando se tienen las características generales del mercado objetivo, es tiempo de definir su psicología y personalidad. Tal como lo explicamos anteriormente, este análisis puede ser un tanto complejo y hasta subjetivo, pero hay algunos factores que pueden ayudar a lograr el cometido, por ejemplo: 

    • Personalidad 
    • Estilo de vida 
    • Valores
    • Intereses
    • Aficiones
    • Conducta 
    • Opiniones

    Todos estos puntos permiten saber de qué forma puede encajar el producto o servicio en la vida del grupo de personas que pertenecen al mercado objetivo. Responde además a preguntas importantes como: ¿en qué momento podría hacer uso del producto?, ¿cuáles son las características que más podrían llamar su atención? o ¿de qué forma se podría enterar de la existencia del producto?

    Detalles tan simples como saber si una persona es afín a las redes sociales o le gusta informarse leyendo el periódico hacen una diferencia enorme para tomar decisiones estratégicas en consecuencia.  Además de dar más forma a la personalidad y preferencias del mercado objetivo, este enfoque también puede ser útil al momento de decidir cuáles son las mejores estrategias de acercamiento. 

    6. Establece el mercado objetivo y confirma su rentabilidad 

    Para este instante el mercado objetivo ya está bien definido y lo importante ahora es saber si es rentable. Esto es relevante sobre todo si se va a dirigir a un mercado de nicho; si bien hay mercados sin explorar, quizá estos no cuentan con la suficiente solvencia o tamaño de audiencia como para generar las ganancias suficientes. 

    Para eso se debe analizar lo siguiente: 

    • Tamaño de la audiencia. Esta debe ser suficiente para tener una buena cartera de clientes frecuentes y a largo plazo. 
    • Satisfacción de necesidades. Es importante garantizar que el producto o servicio sea capaz realmente de satisfacer las necesidades del mercado objetivo y que estas no sean de una única ocasión. Debe de haber algo que los haga regresar a comprar. 
    • Definición de estrategias. Si el producto o servicio es justo lo que el mercado objetivo necesita, entonces también ya deben estar definidas las formas de acercamiento y canales. De lo contrario, no habrá una manera en que ellos puedan tomar la decisión de adquirir productos o servicios a la empresa. 
    • Solvencia de la audiencia. Como mencionamos, además del tamaño del mercado objetivo, este debe ajustarse a todos los criterios establecidos para que sea rentable. Puede ser que un grupo de personas realmente necesite un producto o servicio, pero no tiene el suficiente capital para pagarlo. Hay que verlo de manera directa: quizá todos necesiten unas vacaciones en Hawái, pero ¿todos pueden costearlas? No hay que dejar cabos sueltos. 
    • Accesibilidad. De acuerdo, el mercado objetivo sí necesita el producto o servicio y sí puede costearlo. Ahora, ¿lo puede encontrar fácilmente? ¿Las personas a las que se puede dirigir una empresa son ermitañas y no hacen uso de redes sociales ni de la web en general? ¿Entonces cuál es el canal indicado? Si la audiencia no es accesible, posiblemente no sea la correcta. 

    Un mercado objetivo no tiene por qué ser solo uno. Las empresas son capaces de satisfacer a diferentes grupos de personas, y solo es cuestión de que cada uno esté bien definido para emprender las estrategias adecuadas para ellos. Lo importante es encontrar el equilibrio y asegurar que el mercado objetivo realmente será rentable para el negocio. 

    Preguntas frecuentes sobre mercado objetivo

    Algunas preguntas frecuentes de nuestros usuarios sobre mercado objetivo:

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