Si eres emprendedor o empresario quizá soñaste con ser tu propio jefe para tomar las decisiones. Sin embargo, no todo se trata de intuición, y si quieres que tu proyecto prospere, debes tener en cuenta la gestión de riesgos empresariales. Esto se traduce como la incertidumbre de lo que sucederá luego de tomar una decisión sobre el futuro del negocio.
Para que tengas más probabilidad de éxito en tu negocio hemos creado este artículo especialmente para ti. Aprovecha la información para cosechar el éxito y no abandones tu sueño a la mitad del camino.
Qué es la gestión de riesgos
La gestión de riesgos es la suma de estrategias que permiten a una empresa identificar, prevenir y responder a eventos que pongan en riesgo sus operaciones comerciales, productivas o internas. Además, la gestión de riesgos ayuda a las empresas a no cometer errores y a evitar decisiones que las lleven hacia el camino incorrecto.
La gestión de riesgos permite que tu negocio perdure por mucho más tiempo, sobre todo en los primeros años de funcionamiento. Ten en mente que el 33 % de las compañías no logran sobrevivir a su primer año y hasta el 65 % cierran antes de cumplir 5 años activos. Por ello es importante prever las causas de fracaso y estar preparado para hacerles frente.
Objetivos de la gestión de riesgos
La gestión de riesgos empresarial tiene diferentes objetivos que sirven para tomar mejores decisiones sobre lo que debes hacer en caso de que un evento adverso interno o externo afecte a tu compañía. Sus principales propósitos son:
1. Fortalecer las respuestas ante los riesgos
Cuando se crea un plan para gestionar los riesgos se busca identificar puntos sensibles y determinar cómo responder ante eventualidades de la forma más eficaz posible.
En este sentido, el especialista en gestión de riesgos empresariales es el encargado de crear el plan, buscar los mecanismos para que tu empresa pueda solventar los riesgos a los que está expuesta, principalmente en materia económica.
2. Estipular niveles de riesgo óptimos para la compañía
Al hacer el análisis de los riesgos que vas a enfrentar, es importante que tomes en cuenta las características de tu empresa y su estructura financiera. A través de un enfoque preventivo sabrás cuáles son tus límites, qué tanto puedes apostar y cómo estas decisiones afectarán a tu empresa.
Si eres una pequeña o mediana empresa con ingresos bajos o moderados, no es conveniente hacer una inversión en un proyecto donde arriesgues todo tu capital. Esto podría afectarte más que beneficiarte.
3. Mejorar la asignación de capital
En ocasiones el dinero a invertir es poco para maniobrar, principalmente si estás comenzando. Por lo que otro objetivo de la gestión de riesgos empresariales es mejorar la asignación del capital a las áreas primordiales para el crecimiento de tu empresa.
Esto es útil también para compañías con un presupuesto más amplio, ya que ayuda a no destinar recursos a áreas que no lo necesitan o tienen recursos suficientes. Al identificar y asignar mejor el dinero, tienes mayores oportunidades de invertir en áreas que propicien el crecimiento de tu negocio.
4. Identificar múltiples riesgos y reducir las pérdidas
La gestión de riesgos busca identificar los múltiples riesgos por los que tu compañía puede tener pérdidas. A veces los aspectos mínimos son los que más afectan y reducen el crecimiento. Por ello es vital analizar cuidadosamente las circunstancias que consideras mínimas o irrelevantes. De esta manera, puedes actuar más rápido ante los efectos de tus decisiones empresariales y evitar una desestabilización.
5. Aprovechar las oportunidades
El objetivo de la gestión de riesgos empresariales es analizar posibles contingencias, pero también sirve para aprovechar las oportunidades que se te presenten (pues conocerás sus ventajas y desventajas posibles).
6. Cuidar la imagen de tu empresa
La gestión de riesgos empresariales también involucra el cuidado de la reputación de tu marca o compañía. Tal vez una de tus metas sea ampliar tu mercado o atraer a más clientes, pero si no tienes una gestión y objetivo claros corres el riesgo de que una mala operación, temas legales o hasta aspectos políticos arruinen el prestigio que tenías. Las consecuencias pueden ser problemas económicos, financieros y de fiabilidad.
Existen diferentes tipos de riesgos que toda empresa está propensa a sufrir, independientemente del tipo de negocio e industria a la que pertenecen. Por lo que es importante considerarlos al momento de iniciar la compañía o tomar decisiones.
Revisemos los tipos de riesgos a los que tu empresa podría enfrentarse, analicemos sus causas y evaluemos los efectos que suelen conllevar.
7 tipos de riesgos que debes saber gestionar
1. Riesgos operacionales
En este tipo de peligros se engloban los relacionados con la actividad que realiza la compañía. Son errores causados por una estrategia mal implementada, procesos incorrectos, sistemas mal estructurados, errores humanos, desperdicios, etc.
Estos riesgos tienen su origen en las actividades internas de una empresa, pero pueden tener efectos negativos no solo a nivel operativo, sino financiero, productivo y comercial.
2. Riesgos económicos
Este es el más común pues prácticamente involucra todas las decisiones dentro de la empresa. Debes contemplar que cualquier inversión es dinero que quizá no recuperes, por lo que debes valorar la utilidad, retorno y otros aspectos para determinar si vale la pena asumir riesgos de ese tipo.
3. Riesgos financieros
Los riesgos financieros a los que te puedes enfrentar están relacionados con cambios en las tasas de interés, intereses, créditos o cambios en tu sector o en la demanda y competencia.
4. Riesgos ambientales o fortuitos
Son aquellos que no puedes controlar o pueden tomarte por sorpresa. Por ejemplo, riesgos climáticos, sísmicos, sanitarios como el covid, cuyos efectos nos siguen afectando.
Como su nombre lo indica, estos riesgos son azarosos. Sin embargo, aunque no podamos predecir cuándo ocurrirán, sí podemos estar preparados para enfrentarlos. Debes prevenir y formular un plan de gestión ante este tipo de eventualidades.
5. Riesgos sociales
El lugar donde te encuentras también es un factor a tener en cuenta. Debes analizar la sociedad y su poder adquisitivo, pues si tu producto es de un precio elevado corres el riesgo de no alcanzar el número de ventas que esperabas.
Por ello, antes de emprender un proyecto de negocios, lanzar un producto o impulsar una campaña de marketing debes conocer en detalle a tus posibles consumidores y saber si tu oferta es adecuada para sus expectativas y nivel económico.
6. Riesgos legales
Ten en cuenta que la ley puede restringir algunos aspectos de tu producto o servicio, por lo que debes analizar este riesgo para evitar problemas legales con alguna comisión, institución reguladora o gobierno. Según sea tu giro, tus productos deben tener certificaciones que avalen que cumples con las normas de calidad vigentes para su funcionamiento, distribución y venta.
Además debes contemplar la posibilidad de recibir demandas, reclamos de garantías y otro tipo de quejas.
7. Riesgos políticos
Si tu empresa provee servicios o productos al gobierno local o federal de un país, la política es un factor a considerar dependiendo del esquema de negocio y de la industria a la que pertenezca tu compañía. Tu empresa quizá tenga éxito durante una administración, pero debes tomar en consideración los cambios de gobierno que implican licitaciones, pagos, padrones de proveedores, prohibiciones, nuevas normativas de exportación, etc
Para crear tu propio plan de contingencia para la gestión de riesgos debes planificar lo que deseas lograr. Es necesario organizar tus objetivos y tener el control de tu compañía para saber cómo van a impactar tus decisiones en el futuro de tu empresa.
Cómo crear un plan de gestión de riesgos
- Identifica el tipo de riesgos que pueden afectar a tu empresa
- Haz una lista de prioridades
- Evalúa la situación de tu compañía
- Diseña protocolos claros
- Lleva a cabo simulacros de riesgos
- Comunica tu plan de acción
- Monitorear tus resultados
1. Identifica el tipo de riesgos que pueden afectar a tu empresa
No todas las empresas pasan por los mismos problemas. Si, por ejemplo, lideras una empresa de software contable, es probable que no te enfrentes a los mismos riesgos que una compañía farmacéutica. En tu caso es más probable que debas considerar fallos técnicos, mientras que la otra compañía deberá evaluar los riesgos a la salud de sus consumidores.
Ten en mente los tipos de riesgos empresariales que listamos anteriormente para identificar fácilmente cuáles pueden afectar a tu negocio. Recuerda que dependen del sector o industria. Una vez que tengas esto en mente, estás listo para atender cada uno de ellos.
2. Haz una lista de prioridades
Tras identificar los riesgos a los que es susceptible tu empresa es posible que te sientas abrumado. Lo importante es reconocerlos y saber cómo actuar ante ellos. Para lograrlo, desarrolla tu propio mapa de gestión de riesgos que te ayudará a visualizarlos en tus procesos.
Es una gran idea apoyarte en un especialista en gestión de riesgos. Te ayudará a conocer al 100 % el funcionamiento de tu compañía y tu objetivo, y presentará un esquema de los beneficios y desventajas de tu proyecto.
3. Evalúa la situación de tu compañía
Una vez que has identificado los riesgos a los que se enfrenta tu empresa y que has priorizado los de mayor impacto, es momento de que evalúes las medidas, protocolos y hábitos dentro de tu empresa que causan estos riesgos para determinar cómo prevenirlos.
Para esto será necesario que conozcas a tu equipo de trabajo, evalúes la seguridad de tus instalaciones, la organización interna de tu empresa y las vías de contención disponibles. No hay mejor forma de lograr esto que mediante una auditoría interna. Habrá riesgos para los que tendrás que empezar de cero, mientras que para otros ya tendrás cierto recorrido o habrás desarrollado algunas habilidades de resolución.
4. Diseña protocolos claros
La mejor manera de gestionar riesgos es mediante la creación de protocolos donde indiques claramente el modo en que todos tus colaboradores deben proceder frente a escenarios específicos. No importa si hablamos de un error contable, de un defecto en un producto, de un desastre natural o de una crisis económica. Al final, cada uno de tus empleados debe conocer su papel y estar listo para enfrentar un problema.
Estos protocolos pueden convertirse en manuales que auxilien a tus colaboradores en su toma de decisión con apego a la cultura de tu empresa. La ventaja de estos documentos es que te permiten delegar responsabilidades y asegurar que se evitarán problemas adicionales de tipo legal, laboral o hasta de salud en la gestión de los riesgos.
5. Lleva a cabo simulacros de riesgos
¿Sabes cómo se comportarían tus colaboradores ante un escenario específico? Lo mejor que puedes hacer es ponerlos a prueba. Esto lo puedes realizar antes de crear tus protocolos para evaluar el éxito o fracaso de posibles rutas de acción; o bien una vez que has generado tus protocolos para medir su nivel de efectividad.
Como una forma de garantizar la seguridad de tu empresa, te recomendamos que consultes a especialistas que realicen diversas pruebas como la simulación de probabilidad múltiple (o de Montecarlo) que funciona mediante valores estadísticos predictivos.
6. Comunica tu plan de acción
Una vez que tu plan de acción ha sido definido, debes compartir esa información con tus colaboradores mediante manuales distribuidos entre los líderes de departamento o entregar una copia a cada uno de tus empleados.
Es importante que estos protocolos también formen parte del proceso de capacitación y reclutamiento de nuevo personal; de este modo te aseguras de que todos sepan cuándo es oportuna su intervención y cómo deben accionar ante determinados episodios.
7. Monitorear tus resultados
Por último, es prudente mantener tus protocolos abiertos a cambios. Día con día las industrias evolucionan y con dichas transformaciones se presentan nuevas eventualidades o factores de riesgo. Es por ello que siempre debes monitorear tus resultados y mantenerte actualizado para promover una verdadera cultura de prevención.
Los métodos y herramientas de gestión de riesgos son esenciales para una empresa que ha optado por prevenir y, generalmente, resultan más económicos que la reparación.
8 métodos y herramientas de gestión de riesgos empresariales
El siguiente paso consiste en elegir las herramientas o métodos que pueden ser útiles para una mejor gestión de riesgos empresariales. Estos representan una ventaja competitiva en un mercado cada día más cambiante. Veamos cuáles son.
1. Análisis preliminar de riesgos
Esta metodología sirve principalmente para identificar posibles riesgos que tu compañía puede correr antes de operar. Este análisis divide en fases los riesgos que tu empresa puede experimentar durante cierto periodo, desde un año o hasta cinco.
2. Método AMEF
El Análisis del Modo y Efecto de Fallas (AMEF) es un estudio en el que identificas, clasificas y eliminas de forma anticipada las fallas que surjan en tu proyecto empresarial. Este método prioriza y clasifica los riesgos según su gravedad, también detecta las posibles consecuencias preparándote ante cualquier situación.
En este ejemplo vemos cómo una empresa textil gestiona sus riesgos mediante la creación de un control de todos los posibles fallos que pueden acontecer durante la maquila. En esta lista se han categorizado todas las fallas potenciales del proceso de corte, sus efectos, la severidad del error y la ocurrencia de cada uno de ellos.
Gracias a la aplicación de esta herramienta, la empresa puede identificar las causas que están detrás de cada uno de estos fallos y, posteriormente, atenderlos y prevenirlos.
3. Método FODA
Este método es uno de los más conocidos y te permite reconocer tus fortalezas y debilidades, detectar tus oportunidades y amenazas con el fin de tener una mejor respuesta.
Con esta herramienta tendrás mayor claridad respecto a las habilidades que tienes para enfrentar problemas y aquellas áreas de oportunidad en las que debes perfeccionar.
4. Árbol de decisiones
El árbol de decisiones es una herramienta que te ayuda a analizar y tomar decisiones. Este esquema permite hacer un diagnóstico de los conflictos o riesgos de tu negocio y te lleva a una búsqueda minuciosa de posibles soluciones.
La ventaja del árbol de decisiones es que plantea el problema desde distintas perspectivas con diferentes acciones. Analiza las posibles soluciones, cuantifica los resultados y permite hacer suposiciones de lo que pasaría si actúas de cierto modo.
5. Matriz de probabilidad-impacto
Esta herramienta de gestión de riesgos empresariales establece la prioridad de los peligros que se presenten en tu negocio o proyecto, en caso de que ocurran. De esta forma, tienes la posibilidad de eliminar primero los que repercutan más.
El funcionamiento de esta herramienta es el siguiente: se realiza una tabla con dos ejes (X - Y); en el lado vertical se establece la probabilidad de que un riesgo en particular acontezca en tu empresa y en el lado horizontal se destaca el impacto que el riesgo puede generar en tu negocio.
La escala principia en cero, que señala la imposibilidad de que suceda, y llega hasta cinco, que indica el extremo del riesgo para tu proyecto. En esta herramienta calcula la probabilidad de que ocurra ese riesgo y su impacto; clasificando los riesgos de mayor a menor para saber cuáles atender más rápido.
6. Método de los 5 porqués
El método de los 5 porqués, tal como lo indica su nombre, consiste en preguntarte por qué quieres realizar ciertas acciones; por ejemplo, por qué quieres abrir una nueva sucursal (quizá la primera respuesta sea para aumentar tus ingresos). Tras responder esa pregunta, vuelve a cuestionarte por qué quieres aumentar tus ingresos (tal vez porque tienes pocos ingresos).
Cuando te cuestionas a fondo los porqués de tu decisión llegas a la raíz del problema. Si a todas las cuestiones les das una respuesta positiva, es una buena señal. Pero no te confíes demasiado y aplica métodos complementarios para detectar otros riesgos que tal vez no son tan evidentes.
7. Diagrama de Ishikawa
Es conocido también como diagrama de causa y efecto o diagrama de espina de pescado. El objetivo de este método es que detectes la raíz de un problema analizando los factores que están relacionados con el conflicto para evitar un riesgo para tu compañía.
Haz una línea horizontal y en el extremo derecho coloca un rectángulo donde englobes el problema. A lo largo de la línea agrega líneas perpendiculares para escribir las causas del conflicto. Desarrolla los temas de tu problema, es decir, cualquier aspecto que esté causando retrasos o problemas en la operación de tu negocio.
Con esta información podrás detectar el motivo que le da origen (causa) y tener la oportunidad de solucionar el conflicto (efecto).
8. Método del ¿qué pasaría?
Este método es de los más sencillos y funciona principalmente para la etapa preliminar de tu compañía. El análisis de ¿qué pasaría? detecta las consecuencias de tomar cierta decisión o rechazar alguna oportunidad. La finalidad es aterrizar causas, consecuencias y acciones a tomar para eventos futuros. Estos pueden ser de corto, mediano o largo plazo.
Revisemos algunos ejemplos en los que estas herramientas y métodos pueden ser de gran ayuda para gestionar riesgos.
Ejemplos de gestión de riesgos
1. Ejemplo de gestión de riesgos mediante análisis preliminar de riesgos
Supongamos que lideras una empresa de productos lácteos. Uno de tus principales objetivos es garantizar que tus mercancías lleguen en perfecto estado a los consumidores finales. Por ello debes asegurarte de que la cadena de frío opera adecuadamente, que los distribuidores manejarán con cuidado tus productos y que tus máquinas no contaminen los productos.
Para hacer un análisis preliminar de riesgos será necesario que evalúes en qué etapa se encuentra cada uno de estos riesgos. En este caso, quedarán de este modo:
- Producción: mal funcionamiento de maquinarias. Esto puede producir contaminación de los productos y estropear lotes completos.
- Distribución: mal manejo de las mercancías. Esto puede provocar que los productos perecederos lleguen en malas condiciones a los centros de distribución.
- Venta: conservación del producto fuera de la temperatura recomendada. Esto puede provocar que el producto caduque antes y que los clientes tengan afectaciones de salud.
Con esta información en mente, sabrás que tu primer objetivo es asegurar el buen funcionamiento de tus máquinas, después colaborar con tus distribuidores para asegurar la cadena de frío y, por último, corroborar que las mercancías se almacenan correctamente.
El siguiente paso consistirá en diseñar un protocolo claro en el que indiques las temperaturas de refrigeración ideales, las formas en que debe ser manejado el producto y los estándares de calidad esperados. Todos los colaboradores de tu empresa que tengan contacto con la mercancía deberán conocer estos parámetros.
2. Ejemplo de gestión de riesgos mediante método FODA
Este ejemplo de aplicación de método FODA es muy simple y permite hacerse una idea general del estado de una compañía dedicada a la comercialización de paneles solares.
Como puedes ver, la estrategia que ha tomado esta empresa es identificar cuáles son sus mayores fortalezas, cómo mejorar y a qué limitaciones se enfrenta. Por un lado, la empresa sabe que tiene un equipo de trabajo único y que ofrece productos de gran calidad a precios inigualables.
Sin embargo, su personal tiene problemas en la gestión con el cliente y tiene competidores con una trayectoria más larga. Estos dos últimos aspectos son sus principales riesgos. El primero es de corte operativo, mientras que el segundo es social.
Una vez identificados todos los aspectos del FODA, la empresa puede tomar algunas de las siguientes decisiones para gestionar riesgos:
- Actualizar a sus trabajadores en ventas y gestión del cliente.
- Diseñar una estrategia de marketing más sólida mediante la inversión de recursos en la construcción de una buena imagen de marca.
- Establecer requisitos mínimos de experiencia con el cliente para la contratación de personal.
Tú también puedes crear gráficos profesionales como este mediante nuestras plantillas para realizar análisis FODA, para que las incluyas en tus reportes o planes de negocios.
3. Ejemplo de gestión de riesgos mediante el método del ¿qué pasaría?
Los anteriores ejemplos funcionan muy bien para empresas consolidadas o que comienzan sus operaciones, pero puede darse el caso de que tu objetivo sea emprender tu propio negocio. Y, por raro que parezca, es este el mejor momento para comenzar la gestión de riesgos. Si comienzas tu sueño empresarial teniendo en mente los riesgos a los que te puedes enfrentar, estarás más capacitado para afrontarlos y partirás desde la cultura de la prevención.
Supongamos que tu objetivo es fundar una pequeña empresa de auditoría digital. La mejor forma de ponderar riesgos en este proceso es mediante la formulación de hipótesis y la búsqueda de posibles respuestas usando el método «¿Qué pasaría?» con algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Qué pasaría si no consigo una cartera de clientes lo suficientemente grande para solventar los gastos durante el primer año de operaciones?
- ¿Qué pasaría si alguien desarrolla un sistema de IA que pueda llevar a cabo de forma automática los servicios que ofrezco?
- ¿Qué pasaría si el talento que necesito no radica en el país donde operaré?
- ¿Qué pasaría si las regulaciones locales cambian y tengo que redefinir el proyecto?
- ¿Qué pasaría si no existe una inversión inicial por parte de socios comerciales?
Estas preguntas pueden parecer muy negativas, pero son lo suficientemente realistas para determinar cómo reaccionarías ante escenarios desfavorables. Una vez formuladas puedes responderlas con hipótesis que te ayuden a mejorar tu proyecto; por ejemplo:
- Generar ofertas de lanzamiento y descuentos a nuevos clientes.
- Integrar tecnologías de IA que hagan más atractiva la oferta y ofrecer atención personalizada.
- Establecer protocolos de contratación sin fronteras para trabajo remoto.
- Establecer periodos de revisión de normativas gubernamentales.
- Contar con un plan de financiamiento privado con alguna institución bancaria.
Analizar los riesgos empresariales es un proceso que debes realizar con frecuencia para evitar cualquier situación que perjudique tus metas. Recuerda que puedes recurrir a consultores o especialistas para la realización de métodos más complejos.
Los riesgos siempre van a existir, pero con una preparación adecuada podrás resolverlos mucho mejor.