Suele hablarse de la zona de confort refiriéndose a las personas que permanecen en una situación cómoda y segura, pero ¿sabías que las empresas también pueden sufrir este fenómeno? Si un proyecto, emprendimiento, negocio o una organización se estanca es muy probable que se encuentre en un área de confort. 

Cuando una compañía nace, marcha a un ritmo que va acelerando paulatinamente en busca de alcanzar sus objetivos. Cuando estos se han conseguido puede ocurrir que el ritmo se desacelere, sobre todo cuando se ha conseguido un crecimiento considerable. 

Lo que sigue para el negocio es una estabilidad, pero si no hay una renovación o si quienes están a la cabeza no establecen nuevos objetivos, esa estabilidad se convertirá en rutina. ¡Alerta! La empresa estará entrando a su zona de confort. 

A continuación veremos la importancia de que una compañía detecte su zona de confort empresarial y cómo salir de ella.

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Se dice que si algo está funcionando no hay por qué hacer cambios, pero esta premisa es efectiva solo por un periodo corto. Si ese pensamiento se arraiga en la toma de decisiones de una empresa, esta se estancará poco a poco.

La zona de confort empresarial se refiere a esa parte en la que la cultura organizacional se ha quedado obsoleta frente a los nuevos contextos. En un principio, es una etapa obvia (y deseada) para cualquier empresa, ya que ha logrado ser referente en su mercado, relevante para los clientes y se posiciona en los primeros lugares en cuanto a la preferencia de las personas. 

Las empresas que saben que la zona de confort es transitoria, es decir, una área por la que hay que pasar, siguen esforzándose para mantenerse a la vanguardia. Se dice que hay que pasar por la zona de confort como cuchillo en mantequilla, es decir, rápido y sin trabarse.

La siguiente etapa debe ser de aprendizaje porque incluso la zona de confort arroja lecciones valiosas para las compañías. Sin embargo, lo que hagan a continuación es crucial porque pocas compañías tienen una visión de largo alcance. Al analizar todo lo que han logrado y lo que pueden perder, consideran que la siguiente fase será un abismo. Por eso las empresas adquieren miedos, y les resulta más fácil tomar las decisiones ser cautos y permanecer en lo que ya conocen y que les da certidumbre: la «zona de confort». 

Cuando las organizaciones logran vencer esos miedos y continúan con nuevos objetivos, experimentando y renovándose, entonces llegan a lo que se denomina la «zona mágica», en la que las empresas se vuelven icónicas.  

1. Se estanca de forma paulatina

Es uno de los riesgos más comunes cuando las empresas están en la zona de confort. Cuanto más tiempo extiendan su permanencia en esta área, más dinamismo perderán; por ello se encasillarán en muchos sentidos, ya sea en sus procesos, en la atención, en la inversión u otros aspectos. El estancamiento se traduce en pérdida de resultados, baja de ingresos, menor rentabilidad y caída de competitividad. 

Las organizaciones que permanecen en el confort pierden oportunidades y su ciclo de vida puede disminuir. De hecho la esperanza de vida de un negocio en un país como México es en promedio de 7 a 8 años, pero se sabe que el 70 % de las empresas dejan de existir durante sus primeros 5 años. 

2. Ahuyenta al talento valioso

Las compañías en confort no innovan sus procesos. En esta era de transformación digital, es muy probable que los trabajadores interesados en la tecnología y la innovación abandonen la empresa. Asimismo, los candidatos rechazarán sumarse a una organización que no tiene visión de futuro. De hecho, uno de los criterios por los que las personas no desean trabajar en una compañía es precisamente porque detectan que no están interesadas en la tecnología.  

3. Se convierte en una compañía obsoleta

Permanecer en la zona de confort empresarial hace envejecer más rápido a las organizaciones, con el gran riesgo de volverse obsoletas. Cabe aclarar que no es lo mismo ser una empresa tradicional (que bien puede hacer esfuerzos por invertir y mantener su crecimiento) que ser una compañía anticuada o anquilosada. 

Las empresas obsoletas se vuelven inflexibles, cerradas a opiniones, rechazan lo nuevo y albergan grandes temores. Así que prefieren mantener las técnicas, procesos, metodologías, herramientas e ideas de antaño, sin importar que afecten sus resultados.  

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Este tipo de compañías son un tanto sordas y ciegas a lo que quieren sus clientes, lo que necesita el mercado y hasta lo que sus colaboradores pueden aportar. Por ejemplo, durante la pandemia las organizaciones tuvieron que modificar sus prácticas y entender que la salud y seguridad laboral son unas de las mayores preocupaciones en los trabajadores. De hecho, tras el COVID-19, un estudio de Accenture indicó que el 64 % de los empleados a nivel mundial manifestó su inquietud por la seguridad de su puesto laboral. 

4. Pierde rentabilidad 

Una organización estancada difícilmente va a invertir, y todavía menos si detecta riesgos; a veces parece que resguardar los recursos financieros es el camino más seguro. Pero se ha demostrado que las empresas más exitosas han tenido que invertir, a pesar de la existencia de varios tipos o niveles de riesgo. 

Tal fue el caso de Amazon. En el año 2014 registró pérdidas por 240 millones de dólares y bien podría haberse mantenido sin invertir para ser rentable. Sin embargo, su fundador, Jeff Bezos, corrió un gran riesgo al invertir prácticamente todo lo que tenía en procesos logísticos y gestión de datos, con lo cual en 2018 alcanzó ganancias superiores a los 10.100 millones de dólares.

5. Fomenta una percepción negativa de marca

Si una empresa no ejecuta acciones para salir de su zona de confort, esto repercute en los mercados, porque estos son dinámicos y lo que no se mueve a su ritmo se va quedando atrás. Esto genera una mala percepción de marca que se va extendiendo; y cuando se quiere reaccionar puede ser ya muy tarde. 

En la historia empresarial hay grandes ejemplos al respecto, quizá el más emblemático es el de Kodak. De ser una empresa líder durante décadas, caracterizada por su innovación, entró en una zona de confort, por lo que no quiso arriesgar y cambiar. Este mal cálculo representó su final: en 1997 sus ganancias pasaron de 1.300 millones a 5 millones de dólares.

Kodak sabía que el contexto de las cámaras fotográficas y material de impresión cambiaría radicalmente e incluso creó la primera cámara digital en 1975. Pero siguió manteniéndose en su zona de confort empresarial, así que el mercado la dejó atrás. La marca no logró transformarse a tiempo y, cuando quiso vender sus patentes, la percepción negativa de la marca ocasionó que el mercado ofreciera un menor costo dichas patentes. 

6. Posee un ambiente laboral nocivo

Un riesgo al interior de una empresa que está en su zona de confort es el desarrollo de ambientes de trabajo tóxicos, por la falta de comunicación, el rechazo a escuchar a los colaboradores y la deshumanización de una directiva que ha bloqueado cualquier posibilidad de entender lo que necesita su talento para laborar en óptimas condiciones. 

7. Desarrolla limitaciones crónicas

Lo mismo que le sucede a una persona que cae en su área de confort, sucede con las organizaciones pues estas generan limitaciones que se perpetúan con el tiempo.

Una persona teme hacer cosas nuevas y se cuestiona si tiene la capacidad de lograrlas, así que prefiere quedarse donde está, porque es una zona que le da certidumbre y siente que no está nada mal ahí. A las compañías les pasa igual, se genera una visión corta que no permite ver otras alternativas, se tiene miedo a los cambios y se aferran a lo que les da certeza, sin darse cuenta de que se limitan.

Por ejemplo, tras la pandemia, las empresas han tenido que adaptarse y ofrecer esquemas de trabajo remoto, porque el mercado y los intereses de los colaboradores también han cambiado. Hoy, un 73 % de los trabajadores busca flexibilidad horaria o un esquema híbrido. 

8. Toma malas decisiones

Los encargados de la toma de decisiones pueden afectar su juicio y su criterio cuando están en una zona de confort empresarial. Por lo tanto, un grave riesgo es dejar pasar oportunidades, identificar factores de riesgo o impulsar estrategias que estanquen aún más a una empresa.  

Por ejemplo, Dropbox es una empresa cuyo valor oscila entre 8000 y 10.000 millones de dólares, pero antes de lograr esto tuvo que tomar decisiones con una visión a largo plazo. De lo contrario no hubiera llegado a este punto, y una de esas decisiones fue negarse a ceder su empresa a Steve Jobs, que en su momento debió ser muy tentador.

9. Desaparece 

El mayor peligro al que se enfrenta una empresa que está en su zona de confort es la extinción. Si una organización permanece mucho tiempo en esa área posiblemente se enfrentará a todos los retos que ya hemos mencionado anteriormente; y si estos tienen consecuencias financieras es difícil pensar que una empresa sobreviva.

Alrededor del 75 % de las compañías mueren por la falta de capacidad para adaptarse a nuevos contextos y no correr riesgos. 

10 consejos para sacar a tu empresa de la zona de confort

1. Analiza tu empresa

Lo primero es detectar si la empresa se ubica en una zona de confort. Para lo cual es necesario hacer un análisis del negocio, los objetivos iniciales, los logros que se han conseguido, los procesos correctos, su clima laboral, cómo se atiende a los clientes, cuál es el estatus de los productos o servicios que ofrece, entre otros aspectos.

Cuanto más profundo sea ese análisis, mejores perspectivas se tendrán. Si estás en un área de confort deberás tomar decisiones importantes para poner en marcha nuevamente tu empresa. Revisa tu plan de negocios y verifica el propósito de la empresa, para determinar si sigue vigente y conforme a lo que requiere el mercado actual.   

 2. Refuerza tu directiva

Con base en tu análisis, refuerza los liderazgos para impulsar a través de ellos el cambio de mentalidad. A veces una figura nueva que lleve las riendas de la compañía puede ser lo necesario para reanimarla y dotarla de nueva energía y creatividad. 

Por ejemplo, cuando IBM estaba en declive hizo un cambio de liderazgo con Ginni Rometty como presidente de la empresa de 2012 a 2020, logrando un nuevo impulso para la organización. 

3. Replantea tus estrategias

Tal vez sea un buen momento para replantear las estrategias de tu negocio con la finalidad de que salgas de esa zona de confort.  Aquí te dejamos una guía básica para la gestión de proyectos y una guía de estrategias de marketing para negocios B2B que pueden ayudarte.

4. Renueva tus objetivos

Como parte de la renovación estratégica fija nuevos objetivos. No tengas miedo de establecer metas ambiciosas, pero considera que sean realistas. Mira este recurso de HubSpot para establecer objetivos de tu empresa. También te conviene darle a tu negocio una visión Inbound. 5. Cambia tu cultura organizacional

A veces para salir de la zona de confort hay que ir más a fondo. Tal vez es necesario que modifiques tu cultura organizacional para que en tu empresa se piense en la motivación, la flexibilidad, la empatía, entre otros puntos relevantes.

6. Busca la innovación

Independientemente de cuál sea el giro de tu empresa, siempre habrá campos en los que puedes mejorar, así que trata de actualizarte tecnológicamente y capacitar a tus equipos de trabajo. Haz que tu empresa explore y visualice nuevos caminos. Al innovar, activas tu empresa. 

Conoce lo nuevo que hay en tu área y en general en todos los aspectos del mundo digital para que incorpores nuevas tecnologías que te permitan optimizar tiempos y recursos. La transformación digital es una realidad y todo tipo de negocio debe adoptarla para su beneficio. 

7. Desarrolla tu talento humano

Una de las formas más eficientes de salir de la zona de confort empresarial es mediante el desarrollo de tus colaboradores, capacitándolos para que potencien sus capacidades personales y profesionales. Asimismo, debes implementar formas de atraer y retener personal eficiente y preparado que te ayude a conseguir tus objetivos con su capacidad y experiencia.

8. Enfócate en el cliente

Centrarte en el cliente es una gran estrategia para salir del confort, porque ellos son exigentes y dinámicos, se mueven en un mercado cambiante. Si los escuchas, anticipas sus necesidades y los atiendes adecuadamente, generarás una experiencia satisfactoria y destacarás de entre la competencia. Mira aquí cómo puedes crear una cultura customer centric y descarga estas plantillas que te ayudarán a poner a tus clientes en primer lugar.

9. Diversifica o expande tu negocio

Si tienes estabilidad y piensas que todo va bien, si tienes certidumbre y has encontrado un balance al interior y al exterior de tu empresa, no te acostumbres, mejor sigue adelante con nuevos desafíos. Piensa en diversificar tu negocio con nuevas ramas, incursionando en otros mercados o expandiendo tus productos o servicios. Esto hará que sigas marchando en busca de nuevas metas. 

10. Visualiza los cambios de contexto

Analiza periódicamente dónde se ubica tu organización, cómo es su mercado, cómo son los clientes, los proveedores, el contexto local e internacional, a fin de que tengas datos que aporten un panorama integral.

Si estás atento a las transformaciones del contexto donde operas, será más fácil que te adaptes e incluso tomes decisiones para ajustarte a los nuevos requerimientos. Analiza el crecimiento de tu empresa con esta herramienta de HubSpot.

Recuerda que tu empresa y todas las personas que la integran deben estar activas, actualizadas y en constante capacitación para salir de la zona de confort. En HubSpot hemos desarrollado diversos recursos y capacitaciones que te pueden ayudar a tener un manejo de clientes óptimo, así como a tus estrategias de marketing, ventas y servicio.

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Publicado originalmente el 21 de junio de 2022, actualizado el 20 de enero de 2023

Topics:

Estrategia Empresarial