Ya sea que estés en una entrevista laboral o que sea tu primer día de trabajo en una organización, seguramente habrá muchas cosas que quieras decir o preguntar, pero tal vez no sepas cómo iniciar la conversación.
Usualmente esperamos que sean otros quienes comiencen la interacción durante las reuniones de trabajo, pero es recomendable tener la iniciativa y ser quien rompa el hielo en el primer encuentro. De este modo demuestras tu interés, evidencias tus habilidades de comunicación y transmites una imagen de confianza y liderazgo.
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Existen muchas formas de romper el hielo: contar una experiencia divertida, hacer un cumplido o incluso hablar sobre el clima. Sin embargo, no todas son adecuadas para todos los contextos. Para tener la certeza de que no eres demasiado informal o excesivamente serio, puedes recurrir a hacer preguntas que demuestren tu curiosidad y que promuevan el diálogo.
Por eso, en este artículo te presentamos 15 preguntas que puedes realizar en una reunión de trabajo para comenzar con el pie derecho la conversación en las siguientes situaciones:
- En entrevistas laborales
- En ventas
- En reuniones virtuales
- En reuniones grupales
- En juntas con directivos
15 preguntas para romper el hielo
En entrevistas laborales
En estos casos los entrevistados pueden sentirse nerviosos o estresados. Por ello es importante hacer un primer contacto de una manera amigable, que cree un ambiente cómodo para ambas partes de forma rápida. Según expertos, los primeros 90 segundos son los más importantes en una entrevista, por lo que hay que sacar el mayor provecho de ellos. Antes de tratar los puntos de la entrevista puedes comenzar con algunas preguntas que, además de darte algo de información, darán pie a la conversación.
1. ¿Le ha costado trabajo llegar a la reunión?
Esta pregunta puede ser planteada desde el primer momento en que conoces al candidato. Además de demostrar atención por tu interlocutor, sirve para evaluar de forma muy rápida su carácter.
Si, por ejemplo, te responde que sí y se nota agitado, lo más seguro es que no haya organizado bien su tiempo y esté presionado. Si te responde que no, es probable que tenga una actitud más tranquila y haya planeado su llegada con antelación.
2. ¿Cómo conoció a nuestra empresa?
Esta pregunta permite introducir al entrevistado de forma natural a la conversación y saber cuánto conoce a la organización y cómo se enteró de la vacante a la que se postula.
A veces los candidatos a un puesto llegan por recomendación de un amigo. Si te comparten ese dato y conoces al colaborador de la empresa es más sencillo que fluya la conversación y que el entrevistado se sienta más cómodo.
3. ¿Cómo se ha adaptado a la normalidad después de la pandemia?
La pandemia de covid-19 alteró el ritmo de vida de todas las personas. Si bien este dato no es determinante para saber si un candidato es apto para un puesto, te puede ayudar a activar la entrevista rápidamente.
Si somos sinceros, todos tenemos historias que contar y enseñanzas que compartir adquiridas durante el encierro. Si comienzas hablando de alguna experiencia divertida que tuviste durante el proceso de regreso a las oficinas, seguramente contagiarás este ánimo y harás sentir a tu interlocutor en un ambiente más humano.
En ventas
Al llevar a cabo una negociación con un nuevo cliente siempre hay que crear un ambiente de diálogo y confianza que le permita exponer sus dudas y llegar a acuerdos. Naturalmente, las reuniones de ventas siempre tienen un importante nivel de seriedad, por lo que en estos contextos no es deseable hacer preguntas demasiado casuales. Recuerda que cada cliente espera diferentes cosas, por lo que, al comenzar el encuentro, es ideal circunscribirte a lo que ofrece tu empresa; después, si se da la oportunidad, puedes llevar la conversación a un terreno más informal.
4. ¿Cómo se encuentra?
Esta es una pregunta clásica que nunca pasará de moda. Preguntarles a los demás cómo están o cómo se sienten siempre demuestra atención, empatía y calidez.
Los clientes esperan ser tratados con calidez. Si les preguntas cómo se encuentran, lo más seguro es que percibirán que te interesa saber más de ellos y abrirás una puerta para que se sientan en confianza para hablarte de sí mismos, de lo que hacen y de lo que esperan de tu empresa.
5. ¿En qué podemos ayudarle?
Esta pregunta puede parecer demasiado obvia y directa, pero muchos clientes te agradecerán que vayas al grano. A fin de cuentas estás en una reunión cuyo objetivo es cerrar un trato.
Al hacer esta pregunta le das completa libertad al cliente de decirte qué necesita de ti o a qué problema quiere dar una solución. Es probable que sus expectativas superen las capacidades de tu producto o de tus servicios, pero ya sabrás hacia dónde se dirige su atención y así podrás conectarlo con tu oferta.
6. ¿Ya conoce nuestro producto?
Si hablamos de un prospecto nuevo y eres tú quien se acerca a él, puedes comenzar preguntándole si ya conoce tu producto. Esta pregunta es simple e interpela directamente al cliente.
La ventaja de esta pregunta es que solo existen dos respuestas: sí o no. Si el lead no lo conoce, es tu puerta de entrada para presentar tu oferta. Si responde que sí, ya puedes establecer un diálogo más centrado en aspectos particulares de tu producto como funciones o ventajas.
En reuniones virtuales
Las plataformas virtuales son hoy en día una de las herramientas más comunes para llevar a cabo reuniones de trabajo. Además son realmente útiles para conectar a gente de cualquier lugar del mundo y para los modelos de trabajo híbridos, sin embargo, sigue siendo extraño conectarse a una videollamada sin conocer a nadie y no poder estrechar su mano. Las siguientes preguntas te ayudarán a comenzar el diálogo, seas o no quien lidera la reunión.
7. ¿Me escuchan / me ven correctamente?
Esta es una pregunta que en los últimos años ha servido para comenzar un sinfín de reuniones. Muchos la hacemos por motivos funcionales, para saber si nuestro equipo o nuestra conexión están funcionando correctamente, lo cierto es que es una pregunta que se ha hecho un hábito. De acuerdo con un estudio de Zoom, el 57 % de sus usuarios han preguntado a sus interlocutores si los ven correctamente.
Al conectarte a una reunión puedes formular esta pregunta para iniciar una conversación con los otros participantes. Puedes aprovechar tu intervención para presentarte y hacer algún comentario que relaje el ambiente. Recuerda que al usar este tipo de medios de comunicación es importante tratar de vincularnos de forma más amigable y humana.
8. ¿Usted decoró su espacio?
Al hacer una videollamada es inevitable ver el espacio personal de nuestros interlocutores. Si bien muchos utilizan filtros para opacar su fondo, la mayoría de las personas hemos encontrado un lugar especial de nuestras casas para entrar a estas reuniones, ya sea con un librero de fondo, un cuadro o una ventana.
La elección de estos sitios comunica mucho sobre nuestra personalidad e imagen personal. Si aún estás esperando que comience la reunión puedes ubicar algún elemento que esté en el fondo de tu interlocutor y hacer un comentario sobre él o preguntarle si ha decorado su espacio, resaltando algún elemento positivo.
9. ¿Tiene alguna mascota?
Al tomar una videollamada desde casa hay cosas que no podemos evitar: el sonido de los cláxones, las voces de los vecinos, los maullidos de nuestro gato o la cola del perro paseando por detrás de nosotros.
Estas son situaciones cómicas que podemos utilizar para romper el hielo, ya que, a fin de cuentas, son inevitables. Si el ambiente es propicio puedes presentarles a tu mascota o preguntar si ellos también tienen algún animal en casa. Te sorprendería saber que el 36 % de los usuarios de Zoom reportan haber mostrado a sus mascotas en reuniones virtuales.
En reuniones grupales
El primer encuentro con tu grupo de trabajo puede ser un momento incómodo, sobre todo si nadie se conoce o si tú eres el nuevo en el equipo. Cualquier equipo puede estar compuesto por personas extrovertidas o introvertidas, reservadas o elocuentes, pero aún no sabes cuáles son su personalidades así que puedes formular preguntas para identificar el tipo de trato que puedes tener con cada colega.
10. ¿Podrían decirme cómo puedo llamarlos, por favor?
Esta es una pregunta informal que puedes utilizar en muchos contextos, pero es especialmente útil al encontrarte en un grupo numeroso.
Con esta pregunta sabrás cuál es su nombre y la forma en que esperan que te refieras a ellos, ya sea por nombre de pila, su apellido, por su grado académico (licenciado o doctor, por ejemplo), por un sobrenombre, etc. Esta pregunta te servirá para conocer un poco de su personalidad, su tono de voz y para establecer un vínculo con tus compañeros.
11. ¿Cuánto tiempo llevan colaborando en la empresa?
Si ya has pasado algún tiempo en la organización y no has logrado entablar conversaciones con tus compañeros más allá de lo laboral, tal vez quieras hacer alguna pregunta para saber más sobre ellos y relacionarte de forma más casual.
Preguntas de este tipo te permiten hacerte una idea de la lealtad de tus compañeros con la empresa, saber quién puede ayudarte a solucionar dudas administrativas o para apoyarte en algunos procesos.
12. ¿Qué hacen para divertirse?
Aunque durante el trabajo suele ser un contexto serio y formal, la realidad es que cada vez son más las personas que quieren trabajar en espacios laborales armónicos, sanos y placenteros. La idea de que un trabajo debe ser siempre serio es obsoleta para muchos.
Para salir del círculo de la formalidad y el profesionalismo, puedes preguntarles a tus colaboradores qué hacen para divertirse después del trabajo. Así, sabrás quiénes mantienen relaciones de amistad dentro de la oficina y qué pasatiempos practican tus compañeros. ¿Quién sabe? Tal vez incluso te inviten a almorzar un día con ellos.
En juntas con directivos
Las juntas con tu jefe o con la mesa de directivos de la organización para la que trabajas puede traer consigo estrés y ansiedad. Es importante que antes de la reunión estés centrado y relajado. Si no, es probable que des una mala impresión y una imagen insegura. En estas reuniones es recomendable mantener la seriedad y el profesionalismo, por lo que al romper el hielo debes evitar el humor o la informalidad.
13. ¿Cómo evaluaría mi desempeño hasta ahora?
Puede que este sea justamente el tema que van a tratar durante la reunión, pero nunca está de más adelantarse para conocer previamente qué piensa tu jefe respecto a tu desempeño.
Otras formas de hacer esta pregunta son: ¿se han sentido cómodos con mi trabajo? o ¿han notado algún problema con mi rendimiento? Si quieres plantearlo de forma más asertiva podrías decir: «Me he sentido muy cómodo trabajando en la empresa. Espero que ustedes también con mi desempeño.»
14. ¿Tiene algún consejo para mí?
Si eres nuevo en la empresa, tu líder de departamento será el encargado de conducirte por un buen rumbo y de fomentar en ti la cultura de la compañía. Por ello su visión es tan importante.
Seguramente tu jefe directo tenga una amplia experiencia en el área, posea una buena trayectoria en la empresa o lleve muchos años formando parte de ella. No temas preguntarle sobre su experiencia o incluso pedirle algún consejo para dar tu mejor desempeño.
15. ¿Qué hubiera hecho usted en este caso?
Demostrar interés en el aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades siempre deja un buen sabor de boca en los líderes de un equipo. Si puedes traer tu trabajo a colación durante una reunión con tu jefe seguramente darás una imagen positiva.
Plantea algún escenario de ventas o de planeación al que te hayas enfrentado últimamente y cuéntale cómo lo has solucionado. Si le preguntas su opinión o por el curso de acción que él hubiera hecho, harás sentir importante a tu jefe, le demostrarás respeto y, sobre todo, romperás el hielo con mucho profesionalismo.
Antes de utilizar cualquiera de estas ideas debes evaluar la situación en la que te encuentras y las características de tus interlocutores. Esta es una habilidad blanda que deberás adquirir para ser asertivo. ¡Éxito en tus reuniones!