El principal objetivo de una empresa es cumplir con las metas que se ha establecido: ampliar su mercado, generar productos de calidad y, sobre todo, hacer dinero. Pero ¿alguna vez te has puesto a pensar que las organizaciones adquieren otros muchos compromisos mientras realizan sus actividades?
Por ejemplo, algunas de ellas favorecen la empleabilidad local y el ambiente o crean fondos de apoyo para comunidades vulneradas. Todo esto forma parte de la responsabilidad social empresarial que miles de compañías han asumido en su cultura organizacional en los últimos años. Y hoy sabrás más sobre este importante tema.
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En este artículo, te decimos en qué consiste este tipo de responsabilidad, cuáles son las ventajas que tiene asumirla y cómo puedes ponerla en práctica en tu negocio.
Qué es RSE
La responsabilidad social empresarial, también conocida como RSE, consiste en la adquisición de compromisos por parte de las compañías para mejorar el ambiente en el que se encuentran mediante la contribución activa a causas sociales. Estos deberes pueden incluir acciones económicas, culturales o incluso, en favor del ambiente.
Ahora que ya sabes de qué se trata este concepto, es momento de revisar su importancia, así como las ventajas de promoverla en tu organización.
Importancia de la responsabilidad social empresarial
El principal factor por el que es relevante promover la responsabilidad social empresarial radica en que les permite a las compañías actuar en favor del bienestar de la comunidad. La sociedad no solo está conformada por personas, sino también por organizaciones y grupos que deben asumir un papel activo en su mejoramiento.
También es fundamental porque ayuda a las mismas compañías. Hoy, gran parte de las personas esperan un mayor compromiso social por parte de las marcas. Tanto que hasta el 92 % de ellos buscan comprar artículos de organizaciones que apoyan una causa. Esto significa que la RSE también incide en la percepción pública de una empresa.
Además, cuando adquieren este tipo de compromisos, es mucho más fácil que puedan establecer códigos de ética sólidos y fortalecer sus principios como organización. Así, se crea un mayor impacto no solo fuera, sino dentro de ella.
Los 5 beneficios de la RSE
Por sí mismo, adquirir compromisos de responsabilidad social es importante, pero también las compañías se pueden beneficiar en ciertos aspectos al implementar planes de este tipo. Veamos en cuáles.
Mejora la reputación de las marcas
Estas acciones son una gran estrategia para mantener una buena reputación en el mercado. Ten en cuenta que la competencia es muy alta y, en muchos casos, las ofertas pueden ser muy similares.
Cuando añades un beneficio social a tu oferta o la acompañas de un mensaje, demuestras que te interesa tu contexto, por lo que mejoras tu imagen y promueves que más gente quiera acercarse a tu marca.
Fomenta relaciones significativas con el cliente
El 75 % de los consumidores se sienten más dispuestos a comprar productos de organizaciones que comparten sus valores. Esto deja ver la relevancia de la ética de una empresa, ya que es un factor distintivo a la hora de que te elijan entre el mar de opciones comerciales.
Por ejemplo, si asumes compromisos medioambientales, ten por seguro que conectarás con un público ávido por mejorar el mundo. Lo mismo pasará si promueves la educación, el ejercicio, el empoderamiento femenino o la protección de los derechos animales.
Permite mantenerse a la vanguardia
Las organizaciones que no conocen a profundidad el medio en el que se desarrollan tienen menos probabilidades de alcanzar el éxito en el mercado. Y esto no solo tiene que ver con que se vuelvan obsoletas, sino con que sus ofertas estén desconectadas de la realidad y no atiendan los problemas que aquejan a las comunidades.
Por eso, gracias a este tipo de acción, como organización, puedes conocer mejor a su público, generar soluciones de mercado adecuadas a sus necesidades y, por tanto, mantenerse vigentes y competitivas en el imaginario de una comunidad.
Asegura el cumplimiento de normativas
En algunas localidades, las empresas tienen que cumplir con estándares demuestren su contribución al mejoramiento de las comunidades. Por ejemplo, en ciertos países, las fábricas deben mantener un nivel máximo de emisiones de CO2, promover la equidad en el espacio de trabajo, o bien aplicar programas de inclusión social.
Esto incluso puede generar un impacto positivo en las compañías, como aquellas que cuentan con la verificación de la empresa socialmente responsable o las que exentan impuestos por sus labores sociales.
Cohesiona a la comunidad empresarial
Por último, uno de los más grandes beneficios de promoverla consiste en el fortalecimiento de los lazos laborales dentro de la misma compañía. Cuando esta adquiere un compromiso, se sentirá interesada en contar con personal que comparta los mismos ideales.
De este modo, puedes crear una comunidad sólida de personas que pondrán todo su esfuerzo en hacer que tu organización cumpla con sus ideales, cohesionarás a tu plantilla y reforzarás la cultura de tu empresa.
Las 5 características de la responsabilidad social empresarial
Todas las empresas desarrollan actividades que inciden positiva o negativamente en la sociedad. Pero el que una labor beneficie a las personas no significa que forme parte de una estrategia de RSE. Por el contrario, este tipo de estrategia debe cumplir con ciertas características para que sea reconocida como tal. A continuación, te decimos cuáles son estos rasgos.
Es una decisión voluntaria
Asumir este tipo de responsabilidades debe partir de un genuino interés de las organizaciones por promover el bienestar social. Es decir, que no exista coerción en la adquisición del deber y que sea una decisión directiva libre. Por ello, las compañías tienen la absoluta libertad de elegir las causas que atienden.
Va de la mano con los valores de la empresa
Un compromiso social requiere de una compatibilidad entre los principios de la empresa y los objetivos de la estrategia. De otro modo, es muy probable que la organización abandone los ideales o que no pueda seguir las metas planteadas. Por eso, debe existir una identificación de las organizaciones con los proyectos a los que se compromete.
Busca contrarrestar efectos negativos
Muchas prácticas de RSE tienen como buscan promover mejores condiciones para el desarrollo humano y reparar daños que, en el pasado, han promovido las mismas empresas: la contaminación, la desigualdad o la discriminación. Cuando una organización orienta su trabajo a esas causas, desea reducir los efectos negativos de las prácticas comerciales o bien prevenir otros que amenacen a las comunidades.
Requiere un plan estratégico
Una compañía no puede definir esta estrategia de un día a otro. Por el contrario, toda acción comprometida debe ir acompañada de un plan realista y premeditado que, por lo general, requiere decisiones directivas. Además, ten en cuenta que este tipo de proyectos necesitan una gran inversión de tiempo, de esfuerzos y, en muchos casos, de dinero. Por ello, se necesita crear un plan estratégico.
Es coherente con las prácticas empresariales
Una organización no debe partir del ideal de participar más en su comunidad, sino que tiene que asegurarse de cumplir el objetivo. Esto implica reformular los principios, prácticas y actividades internas, con el fin de promover una imagen social y procesos coherentes con esos ideales.
Los 5 tipos de la RSE
Filantrópica
La responsabilidad social de tipo filantrópica es aquella que busca el bienestar de las personas. Esto significa que el objetivo de sus estrategias es mejorar la calidad de vida de los seres humanos mediante planes con incidencia social.
Algunos buenos ejemplos son las asociaciones de beneficencia, los donativos en especie a comunidades marginadas y la creación de programas o espacios culturales.
Ambiental
Por su parte, el compromiso ambiental tiene que ver con la procuración de los espacios en los que se desarrolla una comunidad. Esto implica actuar en favor de la sustentabilidad y ecología para mejorar las condiciones físicas de nuestro medio de convivencia.
Por ejemplo, es común que sus acciones se enfoquen en crear procesos verdes, sustituir materiales de un solo uso o establecer objetivos de la creación de espacios verdes en áreas públicas.
Laboral
Estos proyectos ocurren hacia adentro de una organización, pues tienen el propósito de beneficiar a los mismos miembros de la compañía mediante la creación de códigos de ética y políticas empresariales que favorezcan un ambiente óptimo de trabajo.
Como muestra, algunas compañías promueven estándares de pago justo a empleados y a distribuidores, protocolos de protección a los derechos de los trabajadores y espacios de atención a las injusticias que ocurren durante la jornada laboral.
Económica
La RSE económica enfatiza el aspecto financiero y monetario de una acción que crea un efecto positivo en una comunidad determinada. Esto no equivale a que las organización deban regalar dinero, sino que, a partir del uso de recursos monetarios, tiene la oportunidad de promover el bienestar social.
Esto se hace patente cuando las empresas financian proyectos de incidencia social o cuando invierten en la creación de centros educativos para niños con talentos excepcionales.
Comercial
En el aspecto comercial, las organizaciones pueden adquirir compromisos que promuevan el bienestar de sus clientes mediante la creación de protocolos éticos para cada uno de sus procesos y la optimización del trato hacia los usuarios de acuerdo con principios sólidos.
Las políticas de transparencia y la defensa de la privacidad son buenos ejemplos de estrategias de responsabilidad social en este contexto.
Cómo se aplica la responsabilidad social empresarial
Seguro quieres saber cómo puedes impulsar tu propia estrategia para aplicar la responsabilidad social. En esta sección, encontrarás los pasos que te ayudarán a hacerlo de forma correcta.
Define tus compromisos y valores
El primer paso para implementar una estrategia de este tipo es definir qué compromisos se quieren adquirir como corporación. Para hacerlo, será necesario que evalúes el sector en el que se desempeña tu compañía, así como los valores que están en el centro de tus actividades.
Pregúntate: ¿qué es lo que me interesa mejorar de la sociedad en la que se desarrolla mi compañía?
Recuerda que estos compromisos deben ser genuinos. De otro modo, puede que tu plan nunca se ejecute o que tu empresa no promueva acciones significativas.
Establece contacto con tus grupos de interés
Una vez que sepas qué es lo que quieres hacer, determina con quiénes debes relacionarte para lograrlo. Esto es importante ya que muchas acciones dependen de la colaboración con poblaciones específicas, sobre todo cuando son ellas quienes obtendrán el beneficio directo.
Pregúntate: ¿quiénes pueden ayudarme a conseguir las metas que he trazado?
Asimismo, identifica agentes que puedan ayudarte, puesto que mientras más apoyo tengas de otras personas y organizaciones, tendrás más posibilidades de alcanzar tus objetivos.
Evalúa las inversiones requeridas
Este aspecto es fundamental ya que determinará los alcances reales de tus estrategias. Si no cuentas con personal, dinero o tiempo para poner en marcha tu estrategia, lo más seguro es que no logres tus objetivos.
Pregúntate: ¿de qué recursos dispongo para cubrir cada etapa de mi plan de RSE?
Una vez que sepas esto, tendrás idea de cuántas personas ayudarán en tus labores, qué tanto puedes invertir en planes de mejoramiento social y durante cuánto tiempo puedes sostener tus acciones de impacto.
Crea protocolos de acción
Adquirir compromisos en favor de la sociedad implica transformar los procesos existentes o bien añadir algunos otros para cumplir con tu plan estratégico. Por ello, deben plantearse protocolos y pautas concisas que les permitan a los involucrados saber qué es lo que tienen que hacer.
Pregúntate: ¿qué acciones promueven el cumplimiento de mi plan y qué agentes las realizarán?
Con esta información, sabrás qué pasos deben seguirse, cuándo y cómo deben realizarse. Así, aseguras el éxito de tu estrategia.
Certifica tus programas de RSE
Si ya cuentas con un plan para alcanzar un objetivo concreto, es momento de implementar las acciones y, de ser posible, de certificar a tu organización como una empresa socialmente responsable.
Pregúntate: ¿qué estándares tengo que cumplir para que mi organización sea reconocida por su actividad por la sociedad?
Gracias a esta validación, tu organización tendrá un mayor reconocimiento social, generará una mejor imagen corporativa y detonará el interés de usuarios comprometidos.
Comunica los resultados de tu estrategia
Lo más importante es que tus acciones comprometidas solo tengan resultados. De lo contrario, tu compañía no habrá cumplido con mejorar el ambiente en el que se desarrolla.
Pregúntate: ¿he realmente transformado aquellos aspectos que quería mejorar?
Ya sea que tu respuesta sea positiva o no, es fundamental que reúnas los resultados de tu plan en un informe. Con él, sabrás qué debes mejorar, qué ha funcionado y cómo puedes hacer más sólida tu estrategia.
Ejemplos de acciones de RSE
Estos son algunos ejemplos de acciones relacionadas con la responsabilidad social. Considera que la esfera de lo humano, el medio ambiente y las empresas se interrelacionan; así que, aunque un programa de RSE no esté enfocado directamente en alguno de ellos, de cierta forma repercutirá en todos los componentes. Por ejemplo, una empresa que reduce la contaminación incide en el medio ambiente, pero también en la calidad de vida de las personas.
1. Disminución de emisiones de carbono
Tipo de RSE: ambiental.
Un tema que está en boga en el mundo empresarial es el comercio verde. Este busca generar soluciones industriales y de procesos basadas en el principio de la sustentabilidad y de la mejoría del medio ambiente a través de la reducción del impacto de las actividades comerciales.
Uno de los propósitos más populares en este rubro es la disminución de las emisiones de carbono para neutralizar la huella de contaminantes generados por procesos industriales. Esto se logra al reciclar materias primas, plantar árboles por cada mercancía producida, reducir el tamaño de empaques u optimizar la logística de distribución.
Empresas como Apple son líderes en este tipo de acciones. Su misión es que sus operaciones sean neutrales en emisión de carbono para el año 2030. Hoy, muchos de sus productos cuentan con metales 100 % reciclados o producidos con energías totalmente limpias. De este modo, la empresa ha modificado sus cadenas de producción, mercancías y logística para promover un compromiso con el ambiente.
En este video, puedes conocer más sobre sus acciones al 2023 (con un tono bastante divertido):
2. Inversión en innovación educativa
Tipo de RSE: filantrópica.
En este plano, cada vez son más las corporaciones que actúan en favor de la educación. Esto ha llevado a cientos de organizaciones a invertir en universidades, espacios públicos de capacitación y programas de estudios, con el fin de apoyar a comunidades de jóvenes y adultos a adquirir conocimientos útiles para sus vidas y el avance económico o productivo de la sociedad.
Tal es el caso de la Fundación Carlos Slim, que surge de los esfuerzos de las compañías que forman parte del Grupo Carso para incidir en el bienestar de la sociedad mexicana. Tan solo en el área de educación, este organismo cuenta con tres tipos de proyectos: de educación en línea, presencial y de desarrollo e innovación.
Cada uno de ellos engloba acciones que buscan llevar el conocimiento a todos los rincones del país: bibliotecas públicas y digitales, conexiones a internet gratuitas, cursos de actualización, becas de estudios hasta centros de investigación y desarrollo de tecnología.
3. Rescate de espacios públicos
Tipo de RSE: económica.
En ocasiones, las estrategias de mejoramiento social y comunitario no tienen por objetivo conseguir un beneficio directo. Por el contrario, solo buscan devolver a la sociedad, mediante estrategias de optimización de viviendas, espacios comunes y lugares de esparcimiento. Estas acciones requieren de inversiones que no siempre conllevan una devolución a las organizaciones, pero que mejoran la calidad de vida de las personas.
Por ejemplo, la empresa Comex cuenta con un programa de recuperación de los espacios públicos mediante el uso del color. El plan «Comex por un México Bien Hecho» busca trabajar con cientos de artistas urbanos para pintar sitios en diversas localidades de México y darles una nueva vida mediante sus productos.
De acuerdo con sus cálculos, el programa ha beneficiado a más de 24 millones de personas, ha permitido la recuperación de más de 430 mil metros cuadrados y ha favorecido el fortalecimiento de tejido social, así como a la dignificación de espacios públicos.
Existen diferentes modos de aplicar la responsabilidad social empresarial en la cultura organizacional de las corporaciones. Aquí lo importante es que asumas el compromiso y promuevas el bienestar de tu comunidad. Recuerda que el cambio está en tus manos.