Rentabilidad de una empresa: qué es, cómo calcularla y ejemplos

Calculadora de rentabilidad
David Torres
David Torres

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El buen camino de tu empresa está determinado por la administración del capital y las inversiones que realices en cada área o etapa de negocio. Mantener buenas prácticas, al mismo tiempo que realizar análisis internos y externos constantemente, puede hacer una gran diferencia en el éxito y rentabilidad de tu empresa.

Rentabilidad de una empresa

En este artículo partimos de las definiciones básicas para llegar a una serie de recomendaciones que podrás tener en cuenta para el éxito de tu negocio. ¡Transforma de forma positiva el curso de tu empresa y aumenta su rendimiento!

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Qué es la rentabilidad

Este término suele confundirse o usarse como sinónimo del concepto de ganancia. Aunque ambas son métricas contables para analizar el éxito financiero de una empresa, tienen diferencias:

Rentabilidad de una empresa vs. ganancias de una empresa

La ganancia es un número absoluto determinado por la cantidad de ingresos, costos o gastos en que incurre una empresa y aparece en el estado de resultados. No importa el tamaño de la empresa (pequeña, mediana o grande): todas desean obtener ganancias.

Y si bien la rentabilidad va de la mano de la ganancia, su diferencia radica en que la rentabilidad es relativa. Se usa para precisar el alcance de las ganancias en relación con el tamaño de la empresa. En pocas palabras: es una medida de la eficiencia que determina el éxito o fracaso de una inversión.

Otro concepto que suele utilizarse cuando se habla de rentabilidad es el de retorno de inversión. Si bien una empresa puede obtener ganancias, eso no significa que necesariamente las inversiones realizadas fueron las más rentables.

Derivado de lo anterior, un ejemplo de rentabilidad de una empresa podría ser el siguiente: si una compañía tuvo una inversión de 70.000 dólares y después de un año generó utilidades por 7000 dólares, su rentabilidad habrá sido del 10 %. No te preocupes si aún no dominas este procedimiento de cálculo. En breve, verás más ejemplos.

En otras palabras, el objetivo de toda empresa es generar utilidades, las cuales se obtienen cuando los ingresos por las ventas superan los costos derivados de las operaciones necesarias para producir estos ingresos. Esto significa que los gastos deben ser descontados de lo que ingrese a la empresa por concepto de ventas, a fin de que tu negocio pueda venderse.

Por otra parte, la rentabilidad es una cifra relativa y se usa para determinar el alcance de las ganancias en relación con la inversión de la empresa. Por ello, es una medida de la eficiencia que determina el éxito o fracaso de una operación.

Por qué es relevante la rentabilidad de una empresa

Conocer el EBIT y otros indicadores es algo fundamental para cualquier negocio. La rentabilidad es la clave del éxito de tu empresa. Si no conoces el porcentaje de dinero o capital invertido que has ganado o recuperado, entonces no podrás saber si el desempeño de esta inversión fue bueno o malo. Refleja además la existencia de ganancias o, en caso contrario, detecta oportunamente los errores para impulsar su crecimiento. Por lo tanto, la rentabilidad te ayuda a identificar las operaciones que te ayudan a impulsar el crecimiento y a detectar asertivamente los errores.

Las proyecciones del índice de rentabilidad te permiten establecer qué tan adecuado fue el uso del capital. Por eso debes considerar el valor de las ganancias que esperas, en comparación con los gastos de operación.

Todo es cuestión de una división del valor presente entre la inversión inicial requerida. Si el resultado es mayor a uno, significa que el proyecto será rentable más allá del punto de equilibrio.

proyección del índice de rentabilidad de una empresa

Es importante que tu empresa tenga la capacidad de adaptarse a los cambios que pueda presentar el mercado y las tendencias, porque le permite optimizar costos y crear fondos de capital.

En general, los análisis de rentabilidad permitirán a tu negocio ampliar sus ganancias y mantenerlo exitosamente en un mercado dinámico y competitivo. Si tu empresa se encuentra en crecimiento, los análisis son esenciales para la identificación de oportunidades.

La responsabilidad que implica estar en el proceso final, en la toma de decisiones, requiere conocer la rentabilidad para tener una visión más concreta de tu empresa y saber cuáles son los elementos o estrategias que debes emplear para alcanzar un crecimiento adecuado y evitar el incremento del costo de inversión.

Los 5 elementos de la rentabilidad empresarial

Estos son los aspectos que debes examinar en términos de la rentabilidad empresarial:

1. Ventas

Las ventas representan lo más importante para cualquier empresa y dependen del tiempo, la demanda y el consumidor. Estas se maximizan cuando un negocio ha medido adecuadamente la curva de demanda de su base de consumidores: si la etapa por la que está atravesando es buena, si tiene grandes productos por ofrecer y se apoya en promociones atractivas para generar más ventas.

El índice de rendimiento de las ventas mide las ganancias. Si las cifras de ventas son altas, tu empresa puede estar preparada para enfrentar los desafíos que se le presenten por la volatilidad del mercado o las tendencias económicas a la baja.

2. Precio

La fijación de precios es fundamental para determinar la ganancia, por lo que es necesario que pongas en marcha una estrategia de precios correcta dependiendo del tipo de industria o sector, así como del perfil del consumidor. Te recomendamos que verifiques los precios de la competencia y determines cuáles debes cobrar para ampliar tus ganancias. Además de esto, es importante que determines y compruebes cuáles son los precios que tus clientes estarían dispuestos a pagar por tu producto o servicio.

3. Gastos

Una empresa rentable tiene ingresos que exceden sus gastos. Estos gastos pueden ser los recursos que erogas en los procesos comerciales o de producción, incluidos los de publicidad. Engloba todos los aspectos para que tu producto pueda comercializarse. Determina las ganancias por medio de un análisis en el que restes los gastos de los ingresos totales.

4. Permanencia

¿Sabes cuánto te cuesta o costará permanecer en el negocio en el que te desenvuelves? El retorno sobre el patrimonio neto (ROE, por sus siglas en inglés) muestra la cantidad de ganancias que genera una compañía sobre el dinero que los accionistas invierten. Lo importante será que en el mediano o largo plazos el ROE sea mayor al costo de oportunidad del capital. El rendimiento debe ser al menos igual a la tasa que paga a sus acreedores una empresa, que pidió dinero para lograr el costo de permanecer en el negocio.

Si tu empresa tiene ganancias, pero su retorno sobre el patrimonio es bajo, es probable que aún tengas problemas de rentabilidad.

5. Medición de rentabilidad

Como ya lo mencionamos, medir la rentabilidad de tu empresa confirma su éxito. El estado de resultados debe mostrar el desglose de ingresos y gastos durante todo un año comercial. Puedes apoyarte de los índices de rentabilidad, los cuales analizan tu salud financiera, a través de la información de cómo se obtuvieron las ganancias en relación con las ventas, los activos totales y el patrimonio neto.

Índice de rentabilidad: fórmula

El índice de rentabilidad, también conocido como relación beneficio-costo, tiene que ver con la eficiencia operativa, ya que es un indicador financiero utilizado para evaluar la viabilidad de un proyecto de inversión. Esta medida compara los beneficios esperados de un proyecto con los costos asociados. La fórmula para calcular el índice de rentabilidad es:

Índice de rentabilidad (IR) = beneficios netos / inversión inicial

Ten en cuenta lo siguiente: 

  • Beneficios netos: es la diferencia entre los ingresos o beneficios que se esperan recibir del proyecto y los costos asociados al proyecto. Puede incluir flujos de efectivo positivos en el futuro, como ingresos por ventas o ahorros de costos, y se calcula restando los costos de las ganancias.
  • Inversión inicial: representa la cantidad de dinero que se debe invertir en el proyecto al comienzo. Puede incluir costos de capital, costos de equipo, costos de desarrollo y otros gastos iniciales.

Fórmula del índice de rentabilidad

El resultado del cálculo del índice de rentabilidad indica si un proyecto es viable o no, ya que un valor del índice de rentabilidad mayor que 1 indica que los beneficios superan los costos, lo que generalmente se considera una señal positiva para llevar a cabo el proyecto. Por el contrario, un valor menor que 1 sugiere que los costos superan los beneficios, lo que puede indicar que el proyecto no es viable en términos financieros.

Cómo calcular la rentabilidad de tu empresa

Saber cuáles son los indicadores clave de la rentabilidad y calcularla para tu organización es esencial a fin de evaluar su desempeño financiero y su capacidad para generar ganancias. Sigue estos pasos para poder obtener un indicador de rentabilidad:

1. Reúne la información financiera

Recopila los estados financieros de la empresa, como el estado de resultados (también conocido como cuenta de pérdidas y ganancias), el balance general y otros informes financieros relevantes. Asegúrate de tener acceso a los datos más recientes.

2. Calcula los ingresos

Identifica los ingresos totales de la empresa durante un período determinado. Los ingresos suelen provenir de ventas, servicios u otras fuentes de generación de estos. Este valor se encuentra en la parte superior del estado de resultados.

3. Calcula el costo de ventas

El costo de ventas es el gasto asociado a la producción o adquisición de los bienes o servicios que generaron los ingresos. Resta este costo de las ventas para obtener la utilidad bruta.

Utilidad bruta = ingresos - costo de ventas

4. Calcula los gastos operativos

Identifica y suma todos los gastos operativos como salarios, alquiler, servicios públicos, publicidad, impuestos, intereses, entre otros. Esto te dará la utilidad operativa.

Utilidad operativa = utilidad bruta - gastos operativos

5. Calcula la utilidad neta

La utilidad neta es el beneficio real de la empresa después de tener en cuenta todos los ingresos y gastos, incluyendo impuestos. Puedes encontrar la utilidad neta en la parte inferior del estado de resultados.

Utilidad neta = utilidad operativa - impuestos y otros gastos

6. Calcula la rentabilidad

Para calcular la rentabilidad, hay varias métricas que puedes usar dependiendo de lo que quieras evaluar. Algunas de las métricas más comunes son:

  • Margen de Utilidad Bruta: indica cuánto queda de ingresos después de deducir costos de ventas.

Margen de utilidad bruta = (utilidad bruta / ingresos) x 100

  • Margen de Utilidad Operativa: muestra cuánto queda después de deducir los gastos operativos.

Margen de utilidad operativa = (utilidad operativa / ingresos) x 100

  • Margen de Utilidad Neta: representa la rentabilidad neta de la empresa.

Margen de utilidad neta = (utilidad neta / ingresos) x 100

También puedes calcular el retorno sobre la inversión (ROI) u otras métricas financieras específicas para evaluar la rentabilidad en función de los objetivos de tu análisis.

7. Interpreta los resultados

Una vez que hayas calculado las métricas de rentabilidad, es importante interpretar los resultados en el contexto de la industria, el sector y los objetivos de la empresa. Compara estos resultados con periodos anteriores para evaluar la tendencia.

Ejemplos de cómo calcular la rentabilidad

Existen diferentes formas de calcular la rentabilidad de tu negocio y aquí te las mostramos a fin de que elijas la más adecuada para tus proyectos actuales.

Tal como lo destacamos al inicio, una de las maneras de calcular la rentabilidad de una empresa es por medio del conocimiento de la inversión y la ganancia que ha generado. Está formada por las utilidades generadas o por las diferencias entre el precio de venta y la inversión. Esto último, únicamente aplica si vendes la empresa.

Además, hay otros aspectos que puedes calcular para determinar la rentabilidad global de tu organización.

1. Rentabilidad por inversión/utilidad

Para que puedas calcular la rentabilidad por inversión y utilidad, únicamente debes dividir las utilidades entre el valor de lo que quieres analizar y multiplicar ese resultado por 100 para expresarlo en porcentajes. Es una de las formas más globales de entender la rentabilidad de tu empresa.

Ejemplos de rentabilidad por inversión/utilidad

1. Si tu compañía invirtió 100.000 dólares y tras un año generó utilidades de 10.000 dólares, su rentabilidad habrá sido de 10 %.

Si seguimos la fórmula: (10.000 / 100.000) x 100 = 10.

Rentabilidad de una empresa: ejemplo de inversión/utilidad

2. Si tu compañía realizó una inversión de 20.000 dólares y luego se vendió por 30.000 dólares, su rentabilidad habrá sido de 50 %.

Siguiendo la fórmula: (30.000 – 20.000 / 20.000) x 100 = 50.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa con inversión tras compra

2. Rentabilidad de un inmueble

Para este cálculo requieres la inversión del inmueble y la ganancia que ha generado. Esta se conforma por la diferencia entre el precio de venta y la ganancia capital (inversión).

Ejemplos de rentabilidad de un inmueble

1. Si un inmueble tuvo una inversión de 30.000 dólares y después de un tiempo se vende en 40.000 dólares, su rentabilidad será de 33,3 %.

Siguiendo la fórmula: (40.000 – 30.000 / 30.000) x 100 = 33,3.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: inmuebles

2. Si lo que deseas es calcular los ingresos de arrendamiento nos podemos basar en este ejemplo: una empresa cuenta con un inmueble que tuvo una inversión de 30.000 dólares, generó 12.000 de ingresos y los gastos en el mismo periodo ascendieron a 10.000 dólares. Así, la rentabilidad del inmueble es de 6,7 %.

La fórmula que se utilizó fue: (12.000 – 10.000 / 30.000) x 100 = 6,7 %.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: arrendamiento

Para calcular una ganancia futura debes conocer la tasa de crecimiento promedio del valor de los inmuebles en la zona donde radique tu empresa o planifiques rentar.

3. Rentabilidad de un proyecto de inversión

Si estás por crear una nueva empresa o vas a lanzar un producto nuevo al mercado y quieres saber si será rentable, entonces considera tu inversión y la ganancia futura, la cual se conforma por las utilidades o las ganancias proyectadas.

Ejemplo de rentabilidad de un proyecto de inversión

1. Si inviertes 20.000 dólares en el lanzamiento de un producto y las utilidades proyectadas a un año son de 3000 dólares, entonces su rentabilidad será de 15 %.

La fórmula que se utilizó fue: (3000 / 20.000) x 100 = 15 %.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: proyecto de inversión

Para este tipo de proyectos es fundamental que verifiques otros factores como el riesgo que puede tener el producto o su impacto en los clientes, ya sea positivo o negativo.

4. Rentabilidad de una acción

Aquí requieres los datos de la inversión de la acción y la ganancia que ha generado, la cual se conforma por la diferencia entre el precio de venta y el de compra y los dividendos (si es que fueron entregados).

Ejemplo de rentabilidad de una acción

1. Si compras acciones con un valor de 10.000 dólares, pero tras un año las acciones suben de precio y se venden a 12.000 dólares y pagan un dividendo de 500, la rentabilidad habrá sido de un 25 %.

La fórmula que usamos fue: (12.000 – 10.000 + 500 / 10.000) x 100 = 25 %.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: acción

De igual forma, puedes considerar las rentas anteriores, aunque las acciones son más difíciles de pronosticar por su volatilidad en el mercado.

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5. Rentabilidad de un producto

Al lanzar un producto al mercado es necesario que calcules cuál es el margen de ganancias que esperas obtener por cada pieza que vendas. Esto complementa el cálculo de la rentabilidad de una empresa y de un proyecto, pero no son lo mismo. En este caso, deberás atender las ganancias reales en la venta del producto para evaluar el coste del mismo y si realmente es una buena opción comercial.

Ejemplo de rentabilidad de un producto

1. Si vendes un producto con un valor de 100 dólares y tu coste de producción es de 50 dólares, es claro que estás obteniendo una ganancia. En este caso, la rentabilidad del producto será del 50 %.

La fórmula que usamos fue: (50 / 100) x 100 = 50 %.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: producto

6. Rentabilidad de un servicio

El cálculo de rentabilidad de un servicio es bastante similar a todos los casos anteriores. Para llevar a cabo esta operación, es necesario que contemples los gastos que implica tu oferta de mercado, como los sueldos, el mantenimiento de tus equipos o la gestión de publicidad y marketing.

Ejemplo de rentabilidad de un servicio

1. Si en un año has invertido 100.000 dólares en el servicio que ofreces, pero al finalizar el ciclo detectas que tus ingresos no han superado los gastos, podemos saber que el servicio no tiene rentabilidad.

La fórmula que usamos fue: ((100.000 – 100.000) / 100.000) x 100 = 0.

Ejemplo de rentabilidad de empresa: servicio

En estos casos es muy importante que planifiques tus gastos y reduzcas los costes operativos de tu empresa. En caso contrario seguirás sin tener ganancias o, peor, comenzarás a tener pérdidas en tu negocio.

7. Rentabilidad de un cliente

La rentabilidad de un cliente, también conocida como el valor de ciclo de vida del cliente, significa la ganancia que puede representar ofrecer una solución de mercado a un cliente en específico. La fórmula a aplicar es la misma que en los ejemplos anteriores, pero en este caso es fundamental restringir el cálculo únicamente a los gastos que implica vender a ese consumidor y los ingresos que percibe tu empresa de ese cliente.

Ejemplo de rentabilidad de un cliente

1. Si has cerrado un trato con un cliente para ser su principal proveedor de materias primas por un año a un precio de 25.000 al mes, lo primero que deberás hacer es calcular los ingresos anuales que obtendrás de este negocio. En este caso, los ingresos serán de 300.000 dólares. Si sabes que tus gastos no superan los 100.000 dólares al año para procesar y distribuir la materia prima, obtendremos que la rentabilidad de ese cliente será de 66,66 %.

La fórmula que utilizamos fue: ((300.000 – 100.000) / 300.000) x 100 = 66,66 %.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: cliente

Como puedes ver, este es un alto índice, por lo que sabes que tu relación con ese cliente es especialmente rentable a largo plazo.

8. Rentabilidad de un modelo de negocios

Al evaluar un modelo de negocios, es realmente importante definir cuál es su rentabilidad. Esto se debe a que la fórmula del negocio tiene que ser reproducible con una probabilidad de éxito elevada. Para llevar a cabo esta medición, es necesario considerar las ganancias que has obtenido en tus empresas o sucursales, hasta el momento; además, estimar un promedio de utilidades obtenidas. Esto te dejará saber cuál es la rentabilidad del modelo que has aplicado.

Ejemplo de rentabilidad de un modelo de negocios

1. Si tienes tres sucursales del mismo giro, lo primero que tienes que hacer es calcular la rentabilidad de cada una de ellas.

Supongamos que en el periodo de un año la primera ha ganado 10.000 USD con un gasto de 5000 USD, la segunda 20.000 USD con un gasto de 5000 USD y la tercera 15.000 USD con un gasto por la misma cantidad que las anteriores. Con estos datos sabremos que la rentabilidad de la primera sucursal es del 100 %, la de la segunda del 300 % y la de la tercera del 200 %.

Las fórmulas que usamos fueron: 

((10.000 – 5000) / 5000) x 100 = 100

((20.000 – 5000) / 5000) x 100 = 300

((20.000 – 5000) / 5000) x 100 = 200

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: modelo de negocios

Esta diferencia entre la rentabilidad de cada una de las sucursales puede deberse a la movilidad de las audiencias, a la zona de emplazamiento o a la competencia local.

A pesar de esto, es notorio que hay un alto índice de rentabilidad en todas las sucursales. Por ello, el modelo de negocio parece funcionar.

Si quieres saber cuál es la rentabilidad de tu modelo de franquicias, puedes sacar un promedio de la rentabilidad de las tres sucursales. Esto arrojará como resultado un 200 % de rentabilidad general.

9. Rentabilidad de un bono

Los bonos son un tipo de activos financieros especialmente atractivos para los inversores. Estos instrumentos tienen la particularidad de indicar cuál es el beneficio o ganancia que será obtenida desde su compra y, cuando termine el plazo estipulado, pasará a la cuenta del inversor.

Ejemplo de rentabilidad de un bono

1. Si obtienes un bono por un valor de 10.000 dólares y la institución financiera promete un retorno por 10.800 dólares en tres años, sabrás que habrás obtenido 800 dólares al finalizar la operación. Esto significa que el bono tiene una rentabilidad del 8 %.

La fórmula que hemos aplicado fue: (800 / 10.000) x 100 = 8.

Ejemplo de rentabilidad de una empresa: ejemplo

Si bien esta tasa puede parecer baja, es una inversión segura que ofrecen diversas compañías por medio de estos instrumentos.

Si ya has realizado todos estos cálculos y quieres elevar la rentabilidad de tu negocio, te recomendamos aplicar estas estrategias.

 

 

1. Administra tus gastos

Cuando la mayoría de las empresas realizan un análisis profundo de sus gastos, suelen encontrar algunos elementos en los que pueden reducir costes. No dudes en hacer lo mismo en tu negocio, pero ten cuidado: esta reducción no debe poner en riesgo la calidad de tu producto o servicio.

Podrías poner mayor atención es en tus áreas clave, por ejemplo:

  • Proveedores: es posible que puedas negociar un mejor precio.
  • Finanzas: verifica si estás utilizando algún tipo de préstamo o sobregiro. Nunca está de más revisar tus facilidades financieras.
  • Instalaciones: muchas veces las empresas rentan espacios que realmente no aprovechan al máximo. Pregúntate si hay formas de hacer más eficiente el uso de tus instalaciones; una buena opción es subarrendar áreas que no utilices.
  • Producción: logra que tus procesos sean más eficientes con ayuda de una gestión adecuada. Si tu negocio está basado en la manufactura de productos, analiza si hay posibilidades de aprovechar los residuos de materia prima. En este punto también aplica una posible adaptación de los procesos que realizas dentro de tu empresa. Tal vez puedas ahorrar en energía o recursos. Un presupuesto basado en actividades puede ayudarte a determinar los gastos reales; esto es, cuánto cuesta cada proceso en la empresa, los salarios o los materiales. Este es uno de los procesos más complejos, pero sin duda uno de los más útiles también.

2. Optimiza la producción y tu inventario

Las líneas de producción suelen representar fuertes gastos, los cuales, por fortuna, pueden optimizarse. Algunas formas para hacerlo son las siguientes:

  • Mantén un análisis de precios de la materia prima y verifica si con el paso del tiempo aumenta su coste.
  • Determina cuáles son los productos que se tardan más en vender y ajusta los próximos pedidos para evitar que se estanquen aún más.
  • Evita exceder tus inversiones en inventario.
  • Considera algún software especializado de manejo de inventarios que facilite el control de los almacenamientos, tiempos y espacios.

De igual forma, las estrategias de venta cruzada también son grandes opciones para aprovechar los productos que podrían estar estancados en tu almacén desde hace tiempo.

3. Compra más eficazmente

Sí, es algo complejo conocer la cantidad exacta de productos que deberías comprar para evitar gastar de más. Sin embargo, tiene sentido verificar la base de datos de tus proveedores para saber si regularmente puedes comprar los artículos a un menor precio. No está de más considerar a otros distribuidores, comparar precios y conseguir algunos arreglos posibles como reducción de precio o descuentos por pago anticipado. Pero recuerda que esto no debe poner en riesgo la calidad de que lo ofreces.

Identifica el área donde gastas más y obtén mejores tratos con tus proveedores. Otra recomendación es no contar con demasiados de ellos. Si bien puedes pensar que cuantos más tengas es mejor, la realidad es que esta acción puede ser ineficiente. Aun así, mantén al menos unos 5 o 6 proveedores para evitar que tu empresa se pueda ver vulnerable por la falta de opción.

4. Eleva la calidad de tu producto

Vender un producto a un precio más elevado a los clientes es posible siempre y cuando su calidad no solo se mantenga, sino que aumente. Analiza cuál es el artículo o servicio que genera más ingresos y optimiza su calidad. Crea estrategias para mejorar su reputación y enfatiza su valor. Esto, además de retener a los clientes actuales, puede atraer nuevos.

Hacer de un producto algo esencial en el día a día de los usuarios, justifica su alto precio, ya que es un artículo premium o realmente valorado por ellos.

5. Concentra tus esfuerzos de venta

Las dos estrategias clave para impulsar la rentabilidad empresarial por medio de las ventas son: vender más a clientes rentables existentes y encontrar clientes similares. 

Para lograrlo es indispensable determinar quiénes son tus mejores clientes, qué compran y cuándo (o con qué frecuencia) lo hacen. Para identificarlos de manera más sencilla, divídelos en diferentes categorías:

  • Altas ventas y altas ganancias
  • Altas ventas y bajas ganancias
  • Bajas ventas y altas ganancias
  • Bajas ventas y bajas ganancias

Si bien puede ser obvio que te concentres en los primeros dos grupos, aprovecha otras estrategias de venta para aumentar la rentabilidad de las últimas dos categorías a través de la nutrición como clientes.

De igual forma, no descartes dejar de hacer negocios con los consumidores que te generan bajas ventas y bajas ganancias. De esta manera, puedes tener oportunidad de concentrar esfuerzos en los que sí brindan beneficios a tu empresa.

No escatimes la expansión de tu base de clientes acordes a un perfil similar al de tus consumidores más rentables.

6. Amplía tu variedad de productos o servicios ofrecidos

Si está dentro de tus posibilidades, aumenta la variedad de productos o servicios que ofreces a tus clientes. A los consumidores les gusta la variedad y si complementas sus compras, respondes de manera integral a sus necesidades. Así no solo aumentas tus ventas y rentabilidad, sino también los fidelizas a tu marca.

No olvides que el servicio al cliente es esencial y un gran diferenciador de tus competidores. Si hay un área en la que tienes que invertir para asegurarte de que siempre estarás dando una atención de calidad a los usuarios, es en el servicio al cliente.

7. Expande tu mercado

Así como es buena idea ampliar la variedad de lo que tu empresa ofrece, mudarse a nuevas áreas de mercado puede transformar positivamente tu negocio. Si eliges esta opción te recomendamos que tomes todas las precauciones posibles. Si bien esta ampliación puede aumentar la rentabilidad de tu compañía (con un manejo adecuado), también puede ser arriesgado y resultar más costoso.

Antes de dirigirte a nuevos horizontes, investiga a profundidad tus alternativas hasta encontrar una oportunidad potencial. Hazte la siguiente pregunta: ¿puedo adaptar productos o servicios existentes a mercados nuevos? De ser así, tendrás la entrada a nuevos ingresos a un precio mínimo. Ten presente que siempre debe jugar a favor en el aumento de ganancias.

La idea es identificar quiénes son tus nuevos clientes potenciales, cuáles son sus necesidades, cuándo son más propensos a comprar y bajo qué estrategias, de qué manera adquieren los productos, cuánto tardan en tomar una decisión, así como cuánto están dispuestos a pagar por cierto producto o servicio.

Usa a tu favor las redes sociales para investigar y obtener información valiosa. Revisa muy bien las opiniones y comentarios de tu clientela y confirma lo que buscan.

8. Mejora tu plan de mercadeo

Determina el producto de mayor valor entre tus clientes más rentables y enfoca tus esfuerzos de publicidad en ellos. Hoy en día, tener una presencia estable en las redes sociales es más que necesario para mantener una empresa a flote. Por ello, optimiza tu aparición en Facebook, Twitter, Instagram o LinkedIn. No es necesario que crees una cuenta para todas estas opciones, sino verifica en dónde están tus clientes. De esta manera, solo tendrás que concentrarte en los sitios donde sí verán tus anuncios.

Desarrolla una estrategia de redes sociales para captar la atención de tus clientes potenciales. Usa contenido de valor para mantenerlos informados acerca de tus productos o servicios. De ser posible, desarrolla promociones o descuentos especiales a cambio de suscribirse a tu boletín o recomendar a alguien más.

9. Aumenta la productividad

Todas las empresas tienen áreas donde se pueden mejorar procesos para aumentar su productividad. Hazlo con estos puntos:

  • Medición: mide la eficiencia operativa de manera continua. Establece sistemas y procesos que aprovechen al máximo los recursos. Por ejemplo, puedes monitorear los tiempos de tus procesos: ¿cuántas horas invierte un empleado en la realización de cierta tarea? Si se destina mucho tiempo a una sola labor, es recomendable detectarlo oportunamente para encontrar la mejor solución y aumentar la rentabilidad.
  • Planeación de objetivos: crea un plan de objetivos y compártelo con todos los equipos. Esto les dará un mejor enfoque de sus actividades y plazos, y los motivará a alcanzar sus metas. De igual forma, puedes recurrir a los incentivos para que los trabajadores den su mayor esfuerzo. Solo recuerda evitar que la calidad del producto o servicio se vea afectada.
  • Agilización de procesos: de manera regular detente a pensar y analiza si hay procesos actuales que puedes hacer más eficientes. Para este tipo de casos, el benchmarking es una opción perfecta para la evaluación comparativa de precios entre empresas similares o el análisis de patrones de producción y almacenamiento.

Este tipo de comparativas pueden ayudarte a proporcionar nuevas ideas e impulsar procesos de negocio más eficientes. Algunos factores que pueden ayudarte a determinar esto son la definición de las áreas de negocio que deseas mejorar y la comparación con otras. Puedes hacerlo a través de técnicas de investigación con clientes, empleados o proveedores.

También puedes investigar a fondo los procesos y funciones de tu negocio para calcular una mejora potencial. Investiga las industrias que tengan procesos similares a los tuyos y verifica qué es lo que ellos han hecho para hacer más eficientes sus procesos, por ejemplo: la introducción de algún sistema inteligente de gestión o automatización.

Si bien no existe ninguna fórmula mágica para la rentabilidad empresarial, confiamos en que con estas estrategias y ejemplos podrás determinar en qué aspectos debes prestar más atención.

Cómo calcular la rentabilidad empresarial de tu negocio

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