Los 7 tipos de aplicaciones web que existen (y ejemplos)

Hasta hace algunos años, la forma más común de llevar a cabo tareas específicas era por medio de software especializado que debía ser instalado mediante disquetes o CD. Pero esos tiempos ya han quedado muy lejos.

Hoy en día la gran mayoría de las herramientas necesarias para efectuar muchas de nuestras tareas están a un clic de distancia a través de navegadores en línea. Con una simple dirección web, los usuarios de una computadora pueden acceder a miles de herramientas como calculadoras, calendarios, gestores de contenidos, redes sociales y otros muchos recursos especializados.

Para que conozcas qué son y cuáles son las aplicaciones web disponibles online, hemos creado una lista con los 7 tipos más populares, así como algunos ejemplos que te ayudarán a conocerlas, identificarlas y, sobre todo, aprovecharlas al máximo.

1. Aplicaciones web estáticas

Las aplicaciones web estáticas son los sitios diseñados para presentar información a los visitantes sin permitir que interactúen con el contenido más allá de su lectura. Estos sitios son de los más simples que existen y generalmente están diseñados únicamente como datos HTML con algunas líneas de código CSS.

Seguramente has visitado el sitio personal de un diseñador o de un profesional. En estos raramente los visitantes tienen un espacio para interactuar con el sitio y, por el contrario, están diseñados para mostrar información.

En ocasiones incluyen imágenes o videos integrados, aunque por convención se piensa que deben ser lo más simples posibles para diferenciarlos de otros tipos de aplicaciones web.

Ejemplo de aplicación web estática

El sitio web de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide es un buen ejemplo de una aplicación web estática. En su sitio únicamente presenta información de sus proyectos más importantes, algunas líneas de biografía y una serie de sus fotos más populares tomadas a lo largo de los años.

Su sitio es puramente descriptivo y los visitantes solo pueden navegar en él a través de enlaces definidos que conectan a las páginas entre ellas.

Imagen de Graciela Iturbide

2. Aplicaciones web dinámicas

Las aplicaciones web dinámicas, como su nombre lo indica, son sitios en la red que no se mantienen estáticos a lo largo del tiempo y que, por el contrario, están en un proceso constante de actualización que hace que haya diferentes contenidos cada vez que se visitan.

Estas aplicaciones pueden ser realmente simples y únicamente modifican una parte del sitio tras cada actualización o cambiar completamente cuando alguien las visita. Estos sitios son especialmente buenos para tiendas en línea que deben actualizar su stock de manera constante, e incluso sus precios.

Si los sitios web destacan por permanecer idénticos todo el tiempo, los dinámicos facilitan la tarea de actualizarlos manualmente, al estar acompañados de bases de datos que ofrecen información constante y en tiempo real. Pero para ello requieren de una mayor programación, tanto con HTML y CSS como con PHP, JavaScript o Asp.

Ejemplo de aplicación web dinámica

Las redes sociales son excelentes ejemplos de lo que la programación de aplicaciones dinámicas en línea puede lograr. Las aplicaciones web como Facebook, Twitter o LinkedIn ofrecen a cada momento una nueva experiencia a sus usuarios. Basta con que actualices la página de inicio o que regreses al inicio del portal para que el sistema cargue resultados completamente nuevos.

Además, incluso si la página arroja los mismos resultados, notarás que la hora de publicación, los datos de visualización y las reacciones de tus contactos habrán cambiado. Esto se debe a que el sitio está siendo actualizado todo el tiempo gracias a las bases de datos que lo alimentan.

Imagen de LinkedIn

3. Aplicaciones web de comercio electrónico

Las aplicaciones web de comercio electrónico son una de las más populares en el mercado digital de hoy. Esto se debe a que cada vez son más las empresa y personas que prefieren el uso de plataformas digitales para comercializar sus mercancías. Pero el que algo sea popular no significa que sea simple.

Un sitio web de comercio electrónico debe estar optimizado para muchas cosas: mostrar un producto, describirlo y exponer sus características principales; permitir que se añadan o quiten productos; administrar el pago de los clientes; generar facturas electrónicas y hasta contar con un buen diseño y herramientas de contacto como formularios y chat en vivo. 

Por otro lado, un buen sitio web de comercio electrónico debe ser al mismo tiempo una aplicación web dinámica. Esto se debe a que aquellas marcas que venden productos en línea deben mantener siempre actualizada la disponibilidad de su mercancía, los costos y la información de consulta.

Ejemplo de aplicación web de comercio electrónico 

La tiendas de venta minorista en línea son el ejemplo más común de este tipo de aplicaciones web. Empresas con gran presencia internacional, como Amazon o Mercado Libre, cuentan con sitios que están en constante actualización, incluyen certificados de seguridad y dan respuesta a los visitantes con opciones de pago y administración de sus compras.

Estas aplicaciones son realmente complejas; requieren grandes bases de datos y un mantenimiento constante, ya que hay interacción entre el sistema y el cliente, y esto modifica los valores de la aplicación ininterrumpidamente.

Imagen de MercadoLibre

4. Aplicaciones web de gestión de contenido

Los CMS, también conocidos como sistemas de gestión de contenidos, son un tipo de aplicación web accesible desde navegador. Sirven para administrar los contenidos que se muestran en un sitio web, así como en cada una de sus páginas.

Con estas herramientas es realmente fácil editar textos para blogs, integrar imágenes y videos dentro de una publicación, o incluso editar tus páginas en ventanas de desarrollo web con HTML o CSS.

Como tal, estas aplicaciones funcionan como intermediarios entre tú y tu sitio web. Por ello están optimizadas con todas las herramientas necesarias para que tus contenidos estén actualizados y en la mejor condición para ser publicados en tu sitio.

Ejemplo de aplicación web de gestión de contenido

El CMS de HubSpot es una de las mejores herramientas web diseñadas para hacer de la gestión de tus contenidos una tarea mucho más simple y completa.

Basta con que te des de alta en la plataforma para acceder, mediante tu navegador, a una gran cantidad de opciones para el diseño de estrategias de marketing, redacción de contenidos y hasta generación de reportes de visita a tu sitio.

Como puedes ver, estas aplicaciones cuentan con herramientas realmente complejas que se diseñan como cualquier otra aplicación móvil o programa informático, con la diferencia de que son accesibles por medio de tu navegador.

Imagen de HubSpot

5. Aplicaciones web de página única

Si bien es común que las aplicaciones web y los sitios resguarden una importante cantidad de páginas, existen algunas otras que únicamente operan mediante una página en constante actualización.

Esto significa que todas las acciones que realizas en un sitio se efectúan en la misma ventana. Aunque esto pueda parecer una tarea muy compleja —debido al tiempo de carga y a los volúmenes de información—, lo cierto es que una vez que el sitio ha cargado la navegación es rápida, eficiente y simple.

Algunas redes sociales operan de este modo. En ellas puedes notar que los mismos iconos del menú se mantienen en el mismo lugar, sin importar a qué sección accedas.

Ejemplo de aplicación web de página única

Un ejemplo de aplicación web dinámica son las páginas de algunos de los medios de correo electrónico más populares, como Gmail y Outlook. En estas aplicaciones accedes desde el primer momento a una ventana que permanecerá igual durante tu navegación.

La información desplegada únicamente cambiará cuando seleccionas tu bandeja de entrada, ya sea de correos no leídos o enviados. Pero puedes regresar a donde estabas o reabrir alguna de tus bandejas de forma rápida, ya que los contenidos se han cargado dentro del mismo sitio y no en un servidor de donde se transfiera la información a cada clic.

Imagen de Gmail

6. Aplicaciones web de portal

Otro formato de aplicación web es aquella en la que, en contraposición a los sitios web de una sola página, un mismo portal funciona como matriz que redirige al visitante, mediante enlaces, a otras páginas. Este tipo de aplicaciones son especialmente útiles cuando un mismo sitio resguarda información o funcionalidades de muchos tipos y que requieren ser clasificados en categorías fácilmente accesibles.

Si, por ejemplo, una empresa ofrece una gran cantidad de servicios, lo mejor es contar con una página que funcione como portal de acceso a las múltiples secciones del sitio. 

Algunas de estas páginas pueden, además, estar limitadas para únicamente ser accesibles a ciertos usuarios o suscriptores. 

Ejemplo de aplicación web de portal

¿Alguna vez te has desplazado a la parte inferior de la página principal de un portal web? Es común que las grandes corporaciones, además de incluir un menú en la parte superior, opten por crear uno secundario, en el que se listan opciones que no son del interés de todos los visitantes, pero que ofrecen información de consulta relevante.

Tal es el caso de la tienda en línea de IKEA. Su página principal funciona como un portal de acceso a muchas otras secciones del mismo sitio: atención al cliente, acerca de nosotros, datos de contacto, acceso a redes sociales y otros servicios de interés. Como puedes ver en la imagen, estos enlaces redirigen al usuario a páginas y plataformas fuera del sitio, así como a algunas dentro del mismo dominio.

Imagen de IKEA

7. Aplicaciones web progresivas

Desde hace algunos años se ha notado una clara tendencia para migrar las aplicaciones web a formatos móviles. Muchas de las herramientas que hasta hace una década podíamos utilizar desde un sitio web han cambiado al formato de aplicación, que solo puede descargarse desde las tiendas oficiales de apps.

Para mitigar este fenómeno, algunas aplicaciones móviles han optado por integrar la experiencia de navegación y uso de las plataformas mediante interfaces que recuerdas o que se ajustan a la experiencia de uso móvil. Es por ello que son conocidas como aplicaciones web progresivas.

Esto ayuda a que quienes no pueden acceder a tiendas de aplicaciones puedan familiarizarse con ecosistemas de este tipo. También para que las marcas sigan promoviendo su identidad gráfica y de navegación, ya sea que ocurra dentro de un navegador, una aplicación web o un software instalado.

Ejemplo de aplicación web progresiva

Ejemplos de aplicaciones web progresivas hay muchos. Basta con que te sientes a trabajar en tu ordenador para que accedas a herramientas que cotidianamente usamos y que replican el formato de trabajo en aplicaciones web, tales como Spotify, Slack, Airtable o Google Docs. Pero si alguna de ellas destaca por no poder ser descargada como aplicación en los equipos informáticos es Netflix.

La política de esta empresa de entretenimiento es ofrecer la misma experiencia mediante sus aplicaciones descargables en tableta y teléfonos que a través de los sitios web que no aceptan estas aplicaciones de tienda. 

Por ejemplo, la AppStore de Apple no cuenta con una versión descargable de la popular plataforma de streaming, pero si accedes —desde trucos en el navegador— al sitio te encontrarás con una interfaz muy parecida a la que podrías ver desde un iPad o un iPhone.

Imagen de Netflix

Ahora que sabes más sobre los tipos de aplicaciones web que existen puedes elegir la que más te convenga para crear tus propias soluciones en línea.