Cómo establecer las metas de una empresa (y ejemplos para inspirarte)

Escrito por: Camilo Clavijo

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Metas empresariales

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Una empresa sin metas es una empresa que no tiene claro hacia dónde está dirigiendo sus acciones. En el mercado actual esto puede significar el fracaso de una compañía, por lo que es altamente recomendable que los equipos de trabajo sepan cuál es el propósito al que apuntan para planificar el mejor modo de alcanzarlo.

En este artículo hablaremos de las metas empresariales. Descubre qué son estas metas, cómo se diferencian de los objetivos y sigue un paso a paso para definir las de tu propia compañía. Para ello, además, hemos compilado algunos ejemplos inspiradores de metas empresariales que te ayudarán a determinar los propósitos de tu organización.

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    ¿Qué son las metas empresariales?

    Las metas empresariales son los propósitos últimos a los que se dirige una empresa y sirven para establecen las acciones y planes a cumplir para alcanzar estos fines. Estas metas orientan los esfuerzos colectivos y dan sentido a las actividades realizadas dentro de una compañía.

    Diferencia entre meta empresarial y objetivo

    Muchas veces utilizamos el término «meta» y «objetivo» para referirnos a aquellas cosas que tenemos o queremos alcanzar. No obstante, cada uno de estos conceptos tiene sus particularidades:

    Objetivos:

    • Son tareas concretas que deben ser realizadas de acuerdo con un programa específico.
    • Para cumplirlos se debe contar con una planificación realista que indique el modo en que se puede alcanzar el fin deseado.
    • Los objetivos en sí mismos no son un fin, sino que sirven para alcanzar otros objetivos más grandes o una aspiración más alta.
    • El éxito o fracaso en su cumplimiento es medible debido a que se establece cuándo y cómo se espera que sean alcanzados.

    Metas:

    • Se basan en ideas o proyecciones a futuro y pueden cambiar a lo largo del tiempo.
    • No requieren una planificación, pero sí orientan las actividades empresariales.
    • Son el fin al que se dirigen todas las actividades de una empresa y fungen como el destino final al que se dirige un equipo.
    • Su cumplimiento no es medible, ya que solo se pueden cumplir satisfactoriamente o no.

    A pesar de que metas y objetivos no son lo mismo, debes tener en cuenta que ambos elementos se complementan. De acuerdo con todos los puntos anteriores, se puede decir que los objetivos son los pasos que las empresas deben cumplir para alcanzar sus metas.

    Tipos de metas empresariales

    Aunque cada empresa tiene sus propios procesos y establecen metas a diferentes tiempos y ritmos, podemos afirmar que existen tres tipos de metas:

    1. Metas a corto plazo
    2. Metas a mediano plazo
    3. Metas a largo plazo

    Continúa leyendo para conocer las características de cada uno de estos tres tipos y sus principales diferencias.

    ¿Qué son las metas de una empresa a corto plazo?

    Las metas empresariales a corto plazo son aspiraciones que pueden ser satisfechas en lo inmediato. Generalmente dependen de una toma de decisión en una ventana de tiempo reducida (de apenas unas semanas o meses) e inciden en los planes operativos del día a día de las empresas de manera directa. Por ello, su cumplimiento usualmente se delega a trabajadores específicos.

    Este tipo de metas pueden confundirse con los objetivos a corto plazo, pero sería un error suponer que son lo mismo. Podríamos decir que este tipo de metas son el ideal o propósito que está detrás de los planes de trabajo y objetivos inmediatos.

    ¿Qué son las metas de una empresa a mediano plazo?

    Las metas empresariales a mediano plazo son propósitos que las compañías planean alcanzar en un tiempo moderado. Estas metas pueden repartirse entre todo el equipo de trabajo, ya que su cumplimiento puede implicar mucho esfuerzo y una inversión de tiempo considerable.

    Ten en cuenta que cada empresa es un mundo, por lo que los ritmos de trabajo y las aspiraciones a lo largo del tiempo pueden ser muy diferentes. Por ejemplo, una empresa grande y consolidada en el mercado puede tener metas a mediano plazo para los siguientes 10 años, mientras que un emprendimiento joven puede fijarse este tipo de metas para el siguiente año o los próximos meses.

    ¿Qué son las metas de una empresa a largo plazo?

    Las metas a largo plazo son los fines últimos a los cuales se dirige una empresa. Ya sea que se trate de pequeños negocios o que hablemos de compañías transnacionales, este tipo de metas son el punto al que se aspira llegar en algún momento y que determinan la vida de la empresa.

    Estas metas no tienen un tiempo definido, pues pueden establecerse a decenas de años o incluso a partir de una proyecciones de varias generaciones. Por ejemplo, algunos visionarios fundaron grandes compañías hace más de un siglo que hoy en día siguen persiguiendo las mismas metas.

    1. Aspira alto

    Una meta es un ideal y, por tanto, no debes limitar tu imaginación ni pensar que tus sueños son cosas menores, aun cuando hablamos de negocios. Si tienes una inquietud y quieres hacerla una realidad, debes hacerte a la idea de que ese proyecto puede lograrse. Por ello, un primer paso para definir tus metas es encontrar aquel fin que quieras alcanzar.

    Recuerda que las metas empresariales no tienen que cumplirse el día de mañana y que puedes establecer estos propósitos a un plazo realmente largo. Soñar es el primer paso para esbozar tu futuro.

    2. Define tus prioridades

    Todas las personas tienen propósitos en la vida. Sin embargo, muchas veces tenemos que elegir qué metas debemos priorizar para poder alcanzarlas y no perder demasiado tiempo intentando cumplir todas. Para tener éxito en esta misión y evitar el riesgo de fracasar, es importante definir nuestras prioridades.

    Una vez que ya dejaste volar tu imaginación y que hayas identificado qué cosas quieres cumplir y en cuáles quieres dedicar tu tiempo y esfuerzo, es momento de anclar uno de esos fines a la realidad. Esta será tu prioridad en mente.

    3. Analiza tus capacidades

    Para cumplir una meta (ya sea un sueño de negocios propio o un fin empresarial colectivo) no debes ceñirte únicamente a tus ideales. Llegados a este punto es necesario que seas consciente del contexto comercial en el que vives y de tus capacidades y de tus equipos de trabajo para ponderar el tiempo, la calidad y el éxito en el cumplimiento de estos propósitos.

    Ten en mente que el mundo está en constante cambio, por lo que tus metas tienen que ser flexibles y abiertas a modificaciones. Asimismo, debes considerar tus habilidades y las fortalezas de tu compañía para ser realista y no perder el rumbo.

    4. Establece tu plan

    Una meta empresarial es inútil si no va a acompañada de una estrategia para alcanzarla. Si has definido tu meta y conoces tus capacidades para alcanzarla, el siguiente paso debe ser sencillo de lograr. En tu planificación debes tener en cuenta la definición de objetivos particulares que poco a poco te ayudarán a llegar a la meta final que has trazado.

    Apóyate en una buena metodología de trabajo que se ajuste a tu empresa; recuerda utilizar esa meta como una brújula para las tomas de decisión y organizar el trabajo dentro de la compañía. Te recomendamos usar los objetivos SMART como un punto de partida.

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    1. Abrir un negocio propio

    Si bien la presencia de esta meta podría parecer extraña dentro de esta lista, porque es un propósito previo a la vida empresarial, debemos reconocer que es uno de los sueños que más emprendedores persiguen y que son el origen de la existencia de millones de negocios en todo el mundo.

    Esta meta de negocios es el antecedente de las acciones empresariales, por lo que es uno de los fines más importantes y un gran ejemplo de la forma en que debes establecer tus propósitos. Al tener en cuenta los pasos que abordamos anteriormente, para abrir un negocio debes:

    • Aspirar a tener tu propia compañía.
    • Definir en qué sector quieres incursionar y cómo se ajusta a tus intereses.
    • Ser consciente de las necesidades del mercado y conocer tus capacidades de endeudamiento y producción.
    • Comprender tus finanzas y diseñar un plan de negocios, modelo de ventas o actividades para comenzar tus operaciones.

    Esta meta puede ser a corto o mediano plazo. Generalmente requiere una toma de decisión e implementación de un plan inmediatas.

    2. Ser líder de mercado

    Liderar el mercado es una de las metas más populares tanto de los emprendimientos como de las grandes empresas. Muchas veces mantenerse en su lugar es incluso el fin al que se dirigen los actuales líderes de un nicho de mercado. 

    Esta aspiración suele ser demasiado abstracta. Para definirla como una meta las compañías deben:

    • Infundir su misión, visión y cultura de este fin último.
    • Esclarecer qué productos o servicios pueden llevar al mercado para situarse como la empresa favorita entre los consumidores.
    • Comprender a la competencia y resaltar las ventajas de sus productos.
    • Crear planes de marketing, diseño y ventas que puedan conducir a la empresa de manera realista hacia su meta.

    Sin duda, esta es una meta a largo plazo, que requiere un gran esfuerzo y el cumplimiento de muchos pasos previos para alcanzarla.

    3. Impactar positivamente en el ambiente

    En los últimos años muchas empresas han adoptado un cultura ecofriendly o responsable con el ambiente dentro de sus metas empresariales. Por ejemplo, Apple tiene un plan de producción que estipula que para el 2030 será neutra en emisión de carbono. 

    Este tipo de metas son abstractas, por lo que requieren una buena gestión de objetivos particulares con el propósito de acercarse cada vez más al fin establecido. Por ejemplo, pueden rediseñar empaques, emplear materiales reciclados, plantar árboles o eliminar cables innecesarios en sus productos. Los pasos a los que las empresas deben someterse para definir estas metas son:

    • Proyectar un ideal de cómo se espera operar en el futuro.
    • Crear una sincronía entre los planes financieros de la empresa y las posibilidades de adecuación a un modelo ecosostenible.
    • Conocer el producto o servicio y considerar en qué medida pueden modificarse los procesos productivos.
    • Definir una estrategia y acotar el plan a una ventana de tiempo clara.

    Estas estrategias requieren objetivos menores que se cumplen paulatinamente. Por ello, esta meta solo puede alcanzarse a mediano o a largo plazo.

    4. Superar una crisis

    Todos los negocios se enfrentan a retos que ponen en riesgo la operatividad o incluso la existencia de la compañía, ya sea por pérdida de personal, desastres naturales, cambios drásticos en el mercado por cuestiones sociales. Las empresas que pueden adaptarse a estas condiciones adversas son las que tienen más probabilidades de superarlas.

    Cuando estos escenarios se presentan, se vuelve prioritario sobrepasar las crisis y ponerlas como la meta empresarial inmediata. Algunas cosas que la compañía en cuestión deberá hacer son:

    • Comenzar con el escenario más optimista en mente.
    • Ser consciente de los posibles riesgos que tendría la compañía y establecer qué cosas pueden sacrificarse y qué áreas deben ser protegidas.
    • Mantenerse al tanto de la situación y conocer los fondos de emergencia y las alternativas comerciales de la compañía.
    • Crear un plan de acción para controlar la actividad dentro de la empresa y contener los efectos negativos de la situación.

    Esta meta suele surgir de manera imprevista, por lo que implica una respuesta inmediata. Por ello, es una meta a corto plazo.

    5. Elevar el sueldo de los trabajadores

    Los empleados felices son empleados productivos. Esta es una de las premisas que las empresas tienen en cuenta a la hora de establecer el pago de los trabajadores y ponderar aumentos o recortes. Por ello, si tu objetivo es mantener a tus empleados cómodos en tu espacio de trabajo es posible que debas definir como meta elevar su sueldo.

    Así como otras metas en esta lista, este propósito es abstracto si no cuentas con una estrategia para hacerlo realidad. Tener en mente esto como tu aspiración futura puede hacer que los esfuerzos financieros se dirijan a satisfacer las necesidades de tus trabajadores. Para ello debes:

    • Estimar un buen aumento de sueldo de los trabajadores, ya sea que supere o satisfaga lo esperado.
    • Ponderar el presupuesto de la empresa y definir qué gastos son más importantes.
    • Establecer las posibilidades de aumento y crear tabuladores de pago.
    • Gestionar una estrategia para convencer a los equipos contables o a los líderes de departamento y crear objetivos para lograr este propósito.

    Raramente estas metas pueden cumplirse a corto plazo, ya que las empresas no suelen disponer de estos recursos y se requiere un cálculo de sus finanzas. Asimismo, esta meta no debe ser a largo plazo, pues pone en riego la permanencia de los trabajadores y su productividad. Por ello, suelen ser metas a cumplir a mediano plazo.

    6. Cambiar el mundo

    Esta es, sin lugar a dudas, una de las metas empresariales mas ambiciosas que existen. A pesar de ello, se ha vuelto uno de los propósitos explícitos de cada vez más compañías, sobre todo en el área médica, tecnológica y del entretenimiento. 

    A pesar de que puede sonar muy lejana, esta meta ha impulsado a muchos negocios a la innovación y ha servido como el punto de referencia hacia el que se dirige el mercado actual. Esta meta requiere:

    • Imaginar el mundo que la empresa puede ayudar a crear.
    • Definir en qué medida puede impactar tu empresa en el mundo.
    • Ser consciente de los contextos económicos, sociales y culturales en los que vive la compañía.
    • Planificar las pequeñas y grandes acciones que, de modo concreto, pueden impactar positivamente en la sociedad.

    Esta meta requiere mucho tiempo para alcanzarse y, en realidad es un trabajo en progreso que difícilmente acaba. Por ello, es una meta que debe establecerse a largo plazo.

    Metas de una empresa: ejemplos a corto, mediano y largo plazo

    Con los pasos para definir una meta empresarial que te hemos compartido puedes comenzar a establecer los propósitos de tu empresa. Inspírate en los ejemplos anteriores y crea una brújula para tu compañía que sirva como impulso para tus equipos de trabajo y te oriente hacia el cumplimiento de tus sueños, sin perder el rumbo en el camino.

    Cómo definir tus objetivos de marketing SMART

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