Diseñar un producto no es tan fácil como nos lo cuentan en las películas biográficas de grandes empresarios: se requiere un proceso que incluye expertos, un gran equipo de personas, herramientas, investigación y, claro está, creatividad.
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Qué es el diseño de producto
El diseño de producto consiste en la planificación, desarrollo y creación de una oferta comercial dirigida a la resolución de una necesidad de mercado. Este proceso comienza desde el estudio de los clientes hasta la producción final de los bienes, ya sean artículos físicos, servicios o, incluso, software.
Como puedes ver, el diseño de producto no solo es un paso en la cadena de producción y en la conformación de proyectos de negocios, sino que es todo un proceso que define qué necesidades cubrirá una empresa y su desarrollo para llegar hasta un usuario final.
Por qué es relevante el diseño de producto
- Porque implica un análisis que permite comprender las verdaderas necesidades del mercado y cómo ayuda el producto a solucionar sus problemas.
- Se nutre de aspectos clave para el crecimiento de la empresa, como la experiencia del cliente y del usuario, marketing y ventas.
- Ayuda a determinar las funciones y materiales, según a quién va dirigido.
- Permite tomar mejores decisiones (como la selección de materia prima, por ejemplo), gracias a una etapa de pruebas que muestra errores u oportunidades antes de salir al mercado.
Dicho esto, seguro tienes un panorama más claro sobre el proceso de diseño de producto, el cual se podría esquematizar de acuerdo con las etapas que enumeramos a continuación.
9 etapas del diseño de producto
- Idea
- Investigación
- Análisis de datos
- Planificación del proceso
- Desarrollo
- Creación de prototipos
- Prueba de prototipos
- Cadena de suministros
- Cierre del ciclo de diseño de producto
1. Idea
Esta etapa es la principal para crear un plan o proyecto de negocios, pues se trata de generar la idea matriz de donde surgirá tu producto. Es común que estas ideas aparezcan después de observar, de reflexionar en torno a lo que conoces de la competencia o al usar los productos o servicios comunes en tu rutina diaria.
Así que esta etapa conlleva un poco de investigación (no muy rigurosa, pero investigación al fin y al cabo) que crea la chispa de una idea: ¿cuál solución hará más sencilla una tarea? o ¿de qué manera este producto, que ya utilizas, podría ser más eficiente?
Si bien es cierto que lo mejor es inventar un producto realmente innovador, en realidad no tienes que crear algo totalmente nuevo. También es posible darle la vuelta a algo ya existente para que sea innovador, más fácil de usar o mejor.
Recuerda que, por ejemplo, los relojes ya eran de uso común desde hace siglos, hasta que a alguien se le ocurrió hacerlos digitales, ofreciendo nuevas posibilidades (como agregar alarmas, un radio o convertirlo en reloj de pulsera y otras ventajas). Y ahora hacen mucho más que eso, al ser parte de la oferta de dispositivos inteligentes.
2. Investigación
Ahora sí, hablemos de la investigación en su justa dimensión. Esta ocurre después de que la idea inicial hizo acto de presencia y permite aterrizar el proyecto antes de considerar cómo realizar su fabricación. El objetivo de esta etapa es que reúnas los datos necesarios para evaluar la viabilidad de un nuevo producto.
Muchas veces los emprendedores tienen una idea y piensan que su desarrollo puede derivar en productos de interés para el público. Esta estrategia es muy arriesgada y puede dar como resultado el fracaso comercial. Por ello, es recomendable que actúes a la inversa. Esto significa que primero estudies el mercado y posteriormente desarrollar los nuevos productos.
Esto lo puedes realizar mediante una investigación de mercado con el fin de conocer a fondo las propuestas que más se asemejan a la tuya; indaga qué tan costoso o complicado sería conseguir las materias primas detrás de tu idea (aquí también hablamos de las bases del diseño de un software, aplicación o servicio), qué elementos ya tienes, entre otros aspectos. En este paso puedes usar analíticas web, encuestas o monitoreo de usuarios de redes sociales.
3. Análisis de datos
Por sí misma, la investigación debe enfocarse en obtener datos sobre el mercado, tu público objetivo y tus clientes. Pero esta información debe convertiste en conocimiento mediante el análisis de datos. Encontrar patrones en la conducta de los consumidores, tendencias de consumo y preferencias de diseño será realmente importante para comenzar a planificar de forma correcta.
Los software de análisis estadístico, las herramientas de visualización de la información e incluso algunos algoritmos de aprendizaje profundo te darán un mejor panorama (y más completo) de la viabilidad del producto. Estos datos cuantificables te darán mayor certeza de que tu oferta tendrá éxito en el mercado.
Cuando concluyas, tendrás una idea más clara del tipo de inversión que necesitarás, así como las herramientas para producirlo, comercializarlo y venderlo, para que los incluyas en tu cadena de suministros más adelante.
4. Planificación del producto
Aquí hablamos de algo que puede equipararse al boceto, pero aplicado a cualquier producto, software o servicio que tengas en mente. Puedes iniciar con un boceto o esquema de cómo se verá tu idea una vez que se materialice, ya sea en las manos de tus clientes finales o en la pantalla de una computadora.
En esta planificación deberás establecer las pautas necesarias para llegar al producto final, teniendo en cuenta los tiempos de desarrollo, presupuestos e identidad de tu marca. Además, deberás establecer las funciones, medidas, materiales y apariencia de tu idea, pero con la ventaja de que podrás agregar o eliminar ítems a medida que trabajes sobre la investigación que realizaste.
Si cuentas con un equipo de colaboradores, considera que ellos te ayudarán a encontrar las soluciones más convenientes, dependiendo del público al que va dirigido. Así que no olvides prestar atención a sus sugerencias, pues te permitirán afinar tu idea.
5. Desarrollo
Si alguna vez has intentado ingresar una memoria USB al puerto de tu computadora, pero no logras encontrar cuál es el lado correcto, es probable que te hayas preguntado si ese es un buen diseño de producto. Muchas personas se han hecho esta pregunta (y muchas también hemos sentido frustración al no lograr encajar nuestra memoria USB al ordenador).
Muchas empresas no interactúan con sus usuarios finales al desarrollar un producto. Esto suele derivar en problemas de usabilidad de las ofertas y en una mala experiencia de usuario.
Por ello, una vez que hayas creado tu planificación de acuerdo con la información que has obtenido del proceso de investigación y considerando tus posibilidades de producción, deberás poner a prueba tu idea con el público de consumidores al que te diriges. Como puedes ver, el diseño de un producto siempre debe ir de un lado al otro para que se satisfagan las necesidades de los clientes.
6. Creación de prototipos
Los prototipos son el diseño preliminar del producto, mucho antes de que tus clientes finales lo conozcan. Durante esta fase es común trabajar mediante prueba y error. Tal vez alguno de los materiales que propusiste en tu plan no sea el indicado. Tal vez haga falta incluir un tornillo más. Quizá tu software no tenga la interfaz más amigable. Todo esto puede corregirse durante la creación de prototipos.
Debes probarlo en un entorno controlado, esto es, no hay ningún contexto real. Sencillamente es el momento en que tú y tu equipo, como creadores, van a revisar si la solución cumple con todo lo que planeaban. Cuando consideren que ya lo tienen, entonces es momento de pasar a la siguiente etapa.
Para muchos, esta es la parte más divertida del diseño de producto: cuando tu idea está más cerca de hacerse realidad. Si es un artículo, tendrás una versión primigenia en tus manos; si es un software, podrás utilizarlo antes que nadie, aunque sea para ejecutar pocas acciones; si es un servicio, vas a comprobar cómo se implementa de modo general.
7. Prueba de prototipos
Si la anterior fue la etapa divertida, esta es la emocionante: el prototipo se probará en condiciones normales, fuera de un entorno controlado y quizá con personas que no estuvieron durante las fases anteriores (incluso es mejor si lo haces con tus clientes objetivo). En este punto, las expectativas son muy altas.
Podrás conocer la resistencia de los materiales en condiciones normales de uso, la sencillez de interacción, la claridad de las instrucciones, así como la comodidad y conveniencia que representa. Al mismo tiempo, puedes evaluar si es necesario buscar otros proveedores de materia prima, si la programación inicial (para un software) es la más eficaz o si es buena idea agregar (o quitar) algo a tu producto o servicio.
Quizá resulte prudente replantear el diseño original del producto. Si esto ocurre, no te frustres; es un buen momento para decidirlo. En estos escenarios, la inversión será mucho más reducida y con menos consecuencias que si decides sacar tu producto de las tiendas cuando ya está circulando en el mercado.
8. Cadena de suministros
Una vez que encontraste el mejor prototipo, puedes planear todo lo relacionado con su producción: materias primas, almacenaje, proveedores, actividades necesarias, envíos, venta al público, etc.
Por ejemplo, ahora que ya sabes cuáles son los materiales ideales, no perderás tiempo en buscar materias primas de calidad, sino que te concentrarás en quién te dará el mejor precio. Cuando ya sabes lo que necesitas, es más rápido encontrar el proveedor más conveniente. Eso lo podrás aplicar a todos los aspectos de tu negocio.
En este paso también puedes adelantarte y trabajar con el empaque del producto, la identidad gráfica del mismo o hasta el repertorio publicitario. Por ejemplo, algunas marcas han hecho uso de filmaciones de sus procesos productivos para promocionar autos, bolígrafos y hasta comida.
9. Cierre del ciclo de diseño de producto
¡Por fin! Es momento de hacer el diseño real con todo lo que aprendiste en el resto de las etapas. Ya no quedará duda de las funciones necesarias ni de los resultados que se deben alcanzar, por lo que podrás enviarlo para que comience su producción en serie.
En este punto se sintetizará todo lo que generaste durante tu proceso productivo. Con tus servicios, productos o bienes listos para ser comercializados estarás dando cierre a un ciclo de diseño de producto. El siguiente ciclo se abrirá cuando saques una nueva versión de tu producto o si tienes que hacer algún cambio para hacerlo más competitivo o amigable con el usuario.
Estas etapas deben darte un panorama general del proceso de diseño de un producto. Además, te recomendamos revisar lo siguiente.
5 factores que influyen en el diseño de producto
- El público al que va dirigido
- Los expertos que se unirán a tu equipo
- Métricas que indicarán el éxito del diseño de producto
- Time to market
- Los canales de distribución
1. El público al que va dirigido
Para que un producto se convierta en una solución que verdaderamente funcione, tiene que resolver los problemas a los que se enfrenta un grupo determinado de personas. Por eso es importante que definas tus buyer personas: quiénes son tus clientes ideales, en qué momento de su vida se encuentran, qué aspiraciones tienen, cómo se comportan típicamente. Si todavía no has creado tu perfil de cliente ideal, puedes hacerlo fácilmente con nuestro generador de buyer personas.
Tu buyer persona es la base para que elijas todo: su apariencia, las funciones primordiales, tu estrategia de marketing para promocionarlo, su costo, hasta la cantidad o disponibilidad de tu servicio. Este paso es algo que no puedes dejar para después.
2. Los expertos que se unirán a tu equipo
Esto significa que deberás analizar cuánto conoces las aristas del proyecto que estás creando. Es posible que tengas mucha creatividad para identificar una oportunidad de innovación, pero no saber cómo construirla. Esto es completamente válido. A veces, parte del talento consiste en encontrar a quienes integrarán el equipo perfecto para el producto perfecto, y quizá esa será una de tus tareas más importantes.
3. Métricas que indicarán el éxito del diseño de producto
Medir los alcances y resultados son dos elementos clave para comprobar que se han tomado las decisiones correctas. También para corregir si no lo son. Al definirlas con anticipación, concentras los esfuerzos y recursos de manera eficaz, evitando gastos innecesarios.
4. Time to market
Con esto nos referimos al tiempo que podría llevar la comercialización del producto. Al tener estos plazos en mente estás más preparado para asegurarte de que ocurra en el momento oportuno y de que estás aprovechando distintos elementos que jueguen a tu favor, como la temporada, el contexto o la falta de opciones que tu propuesta podría satisfacer.
5. Los canales de distribución
¿Dónde y cómo vas a vender tu producto o servicio a tus clientes? Esto también se define cuando conoces al público al que te diriges, porque te permite comprender si es necesario tener una tienda física, realizar ventas en línea, buscar un aliado que funcione como intermediario, vender al menudeo o mayoreo, y otros aspectos que terminan influyendo en el proceso de producción.
Para que este proceso sea más exitoso, te compartimos algunos métodos de diseño de producto.
4 métodos de diseño de producto
1. SCAMPER
Este método ayuda a encontrar una idea, o la semilla de una, con rapidez. Consiste en crear propuestas a partir de las soluciones que ya existen, y que responden a conceptos que se mencionan en el mismo nombre del método:
- Sustituir, como cuando se usa un material en lugar de otro. Por ejemplo, miel de agave en lugar de miel de abeja.
- Combinar, que puede suceder al unir dos productos en uno, como las bicicletas eléctricas.
- Adaptar, que ocurre cuando algo que ya existe se optimiza con un ajuste. Un ejemplo de esto son los relojes inteligentes.
- Modificar, como cuando el diseño de un artículo cambia totalmente. Eso lo hizo Apple cuando creó la MacAir.
- Ponerlo en otro uso, que le da una nueva vida a un producto que antes estaba dirigido a soluciones específicas. Como los juguetes para mascotas.
- Eliminar, que se refiere a quitar cualquier parte (o proceso) que interfiera con el producto, incluso si se trata de intermediarios, que fue lo que ocurrió con Amazon y otras tiendas en línea: se eliminó el local de ventas y la gente puede elegir sus productos desde cualquier dispositivo y recibirlo en la comodidad de su casa.
- Reinvertir los ingresos para hacer mejoras al producto.
2. SCRUM
Este método se creó para hacer el trabajo en equipo más sencillo al momento de desarrollar productos. Es buena herramienta para la creación de productos digitales, porque está hecho para coordinar a los equipos en grupos de 3 o 4 personas para que dividan sus labores en partes. Cada una debe realizarse en el menor tiempo posible y se lleva un registro, para identificar aciertos y errores que en las siguientes iteraciones se optimizan.
3. Design thinking
Si buscas una metodología para el desarrollo de una idea, esta es una buena opción. Mediante un proceso de 5 etapas, el design thinking toma como punto de partida la empatía. Es decir, que primero se asegura de comprender bien el problema que intenta resolver y luego avanza hacia la definición, es decir, toma lo más importante del paso anterior para quedarse con lo que aporta valor. Después sigue la ideación, etapa en la que se proponen soluciones y se eligen las que se convertirán en prototipos y entrarán en la fase de prueba.
Lo mejor de todo es que permite regresar a etapas anteriores las veces que sea necesario, siempre y cuando sea para alcanzar los objetivos.
4. Design Sprint
En Google Ventures crearon esta metodología, que retoma un poco el espíritu del design thinking, pero se basa en la retroalimentación de usuarios y expertos para afinar detalles, funciones y otros aspectos. Es buena herramienta para crear prototipos, principalmente; y se enfoca en que el proceso ocurra en máximo 5 días.
Por supuesto, existen herramientas digitales que te ayudarán a diseñar productos de forma más rápida. Aquí te mencionamos algunas que vale la pena conocer.
3 software para diseño de producto
1. Sketch
Imagen de Sketch
Este software te ayuda a crear interfaces que luego puedes utilizar en tu aplicación, tu sitio web y otros productos digitales. Te permite colaborar con tu equipo, hacer prototipos y afinar los detalles gráficos, ya sea con elementos propios o los que hay en su biblioteca, compatibles con otras herramientas de la industria y plugins. Además, puedes crear un espacio de trabajo donde todos tu colaboradores pueden ver los avances y hacer sugerencias o mejoras en tiempo real.
2. Teamcenter
Imagen de Teamcenter
Desarrollado por Siemens, el Teamcenter es «un sistema de gestión del ciclo de vida de los productos (PLM)», así que todo el proceso del diseño de producto se puede hacer desde su interfaz. Está pensado para productos físicos o digitales, y también da acceso a equipos completos para el uso de diseños 3D, la electrónica, el software integrado, la documentación y su lista de materiales. Se puede controlar todo: la calidad, los prototipos, los costos de los materiales, la cadena de suministro, la fabricación, etc.
3. Google Jamboard
Imagen de Google Jamboard
Google tiene herramientas para todo, y Jamboard es un ejemplo de ello. Aquí tienes un espacio de colaboración cuando el proceso de la idea está en sus primeras etapas o en las fases de revisión. Tu equipo tiene, prácticamente, una pizarra en blanco en donde agrega sus conclusiones o propuestas con texto, imágenes, stickers, que se comparten en sesiones de Jam en el dispositivo, en la web o desde la aplicación móvil.
Esperamos que con estos consejos tengas una idea más clara sobre cómo empezar tu siguiente gran diseño de producto, desde la concepción de la idea hasta el prototipo final. ¡Suerte!