Optimizar un sitio web para que aumente su tráfico orgánico requiere pararse a pensar. Y sobre todo requiere hacer un análisis de su estado actual, de las fortalezas y debilidades que presenta. Es como hacer una foto del sitio en un momento determinado y después, según los resultados obtenidos, introducir los cambios necesarios. Esa es la misión de una auditoría SEO, revisar una serie de puntos y comprobar si hay aspectos que se pueden mejorar en nuestro site. Para ello puedes seguir cuatro pasos fundamentales:
1.- Indexación
Si tu página web no está bien indexada en Google o en cualquier otro buscador, no existe, con lo que no te llegarán visitas desde ellos. Existen varias formas de ver la indexación de una página web, aunque quizás la más segura sea ver las URL que tu sitemap.xml envía a los buscadores. Para ello hay que utilizar Google Webmaster Tools, la mejor manera de saber "qué piensa" Google de nuestra web. También puedes averiguarlo empleando Search Engine Spider Simulation.
2.- Análisis general de la página
Con la ayuda de la herramienta Screaming Frog, una de las más potentes para el análisis on-page, que además es gratuita, podremos analizar:
-Títulos: es uno de los factores más importantes. Con ellos los buscadores van a identificar nuestra página y es lo que verá el usuario antes de pinchar nuestra site, por lo que debe incluir palabras clave. No deben tener más de 60 caracteres y seguir el principio de naturalidad, es decir, que lo que escribas en la etiqueta suene natural, y el principio de legibilidad, lo más importante debe ir a la izquierda. Lo encuentras en Screaming Frog, Page Titles.
-Meta descripciones: nos ayuda a indicar cuál es el contenido de nuestra página, para que los buscadores puedan clasificarlas en una temática. Cada página debe tener su propia meta descripción. Para estar optimizadas deben tener entre 100 y 150 caracteres de largo, con la palabra clave de la página específica. Lo puedes ver en Screaming Frog, Meta Description.
-URL y duplicidad (canonicalización). Las URL deben ser cortas, claras y relevantes. Además todas deben dirigir a la misma página para evitar el contenido duplicado, que Google ya ha dejado claro que no es de su agrado. Para evitarlo debemos utilizar direcciones canónicas y redirecciones 301, indicándole a Google de esta manera que es contenido original.
-Links rotos y redirecciones. Los links rotos son mucho más comunes de lo que se suele pensar y provocan un gran daño. Por ello hay que asegurarse de que tanto aquellos que apuntan a otras páginas internas del sitio, como los que apuntan a páginas externas no estén dañados. Igualmente muchas páginas tienen muchas redirecciones que no están bien hechas, es decir, que apuntan a páginas viejas, desactualizadas o irrelevantes, o que son temporales (código 302) y no permanentes (código 301). Lo puedes ver en Screaming Frog, Response Code.
-Keywords. Hacer un repaso por las palabras claves de nuestro proyecto: investigar, identificar, filtrar y evaluarlas.
-Heading 1 (H1). Recordar que hay que incluir la palabra clave o una versión long-tail de la palabra clave.
-H2, H3, etc. Conviene incorporar versiones long tail, sinónimos o vocabulario nicho de la keyword.
3.- Análisis de los backlinks.
Los enlaces entrantes o backlinks son uno de los factores SEO off-page más importantes. Tanto el número de enlaces como su procedencia nos darán una idea de cómo está funcionando la web y si es necesaria una campaña de linkbuilding que mejore el posicionamiento natural de la web. Una cantidad mayor de enlaces entrantes no indica una mejor optimización, incluso si es excesivo puede dañar el posicionamiento. Es mucho más importante la calidad. Para chequear tus enlaces externos y su fortaleza puedes usar ahrefs y MozBar.
4.- Velocidad de la página
Con el objetivo de mejorar la experiencia de usuario, Google tiene muy en cuenta el tiempo que tarda en cargarse tu página, y conforme a ello, le otorga un buen posicionamiento o no. Se estima que más de 4 segundos empieza a ser problemático para una web. Puedes comprobar cuánto tarda tu web utilizando Google Page Speed Insights. Es una herramienta gratuita y la gran ventaja es que te indica los problemas y las posibles soluciones. También puedes utilizar GTmetrix, que te da la velocidad de la página y recomendaciones para mejorarla.
Con este estudio en 4 pasos podemos medir la salud de nuestra página web, y con los fallos detectados realizar una serie de acciones que ayuden a mejorar el rendimiento de la página. Sin embargo, no debemos olvidar que utilizar un contenido de calidad debe ser el eje central de nuestros esfuerzos. Sin él, difícilmente se posicionará adecuadamente nuestro site. ¿Estás preparado para hacer un chequeo?