La ciberseguridad es uno de los temas de mayor interés para las empresas en la actualidad. Por un lado, cada vez son más las estrategias que utilizan los hackers y delincuentes para realizar ataques cibernéticos, mientras que, por el otro, nos encontramos en un punto de no retorno en la migración a un mundo cada vez más digital.
Debido a que gran parte de nuestra información se almacena en sistemas informáticos, a lo largo del tiempo, han incrementado y se han diversificado las tácticas para robar esos datos y hacer un mal uso de ellos.
Entre ellos, el spoofing es uno de los más comunes. Conoce más sobre esta amenaza, de qué forma se pone en práctica y algunos consejos para evitar ser víctima de esta.
Qué es el spoofing
El spoofing es un tipo de robo de identidad que ocurre en los medios digitales y electrónicos. A través de esta práctica ilegal, las personas extraen información sensible de sus víctimas, la cual aprovechan para cometer crímenes.
El spoofing debe su nombre al término en inglés spoof, que significa suplantación. Esta acción tiene fines maliciosos, puesto que los individuos que la cometen logran acceder a información privada de las víctimas. Estos datos pueden ser utilizados para robar dinero, afectar a otros o infectar a un dispositivo.
Cómo funciona el spoofing
Existen diferentes maneras de suplantar la identidad de una persona por medios electrónicos. No obstante, todas ellas consisten en hacerse pasar por una persona para que, de esta manera, puedan robar la información de otros.
El ciclo de spoofing comienza cuando un individuo simula ser alguien confiable, ya sea una marca o un personaje, con el propósito de convencer a una potencial víctima de que le proporcione datos personales. Por ejemplo, una persona puede crear un correo electrónico similar al de un representante empresarial y hacerse pasar por él o ella para generar confianza en un usuario y extraer su información, como su número de tarjeta, sus credenciales de acceso a la banca en línea o sus datos de autentificación.
Una vez que lo consiguen, roban la identidad del usuario y el atacante queda habilitado para extraer dinero de las cuentas personales de sus víctimas, acceder a su lista de contactos o conseguir cuentas de correo para continuar engañando a otras personas.
Ejemplos de spoofing
Este tipo de robo de identidad requiere hacerse de cierta información para autentificarse como una persona diferente, por ejemplo, utilizar las credenciales de acceso a un servidor de correo electrónico, suplantar sus direcciones electrónicas como la IP o DNS, o bien solo pretender ser alguien más. Veamos algunos escenarios comunes de spoofing.
Spoofing de correo electrónico
El spoofing vía correo electrónico es muy común, ya que ocurre en un medio que empleamos todos los días, por lo que no se requiere demasiado esfuerzo para suplantar la identidad de alguien a través de esta plataforma.
Este delito se desarrolla cuando una persona crea una cuenta similar a la de alguien confiable, como es un agente de ventas. Suelen inventar nombres y utilizar dominios falsos. Así, las personas creen que se trata de una comunicación oficial y proveen de información sensible al atacante.
Spoofing telefónico
Este tipo de ciberataque sucede mediante llamadas o mensajes de texto. En estos casos, los atacantes se aseguran de tener un número de apariencia institucional u oficial para generar confianza en el usuario.
Por lo general, este robo de identidad desemboca en el acceso ilegítimo a las cuentas bancarias de las víctimas, pues las personas solicitan contraseñas y códigos de seguridad al cliente con el pretexto de una supuesta inspección de rutina. De esta manera, pueden llevar a cabo transacciones financieras en nombre del dueño de la cuenta y sustraer sus fondos.
Spoofing de IP
Una forma más compleja de spoofing consiste en el uso no autorizado de la dirección IP de un usuario de internet para transmitir paquetes de datos que ponen en riesgo la seguridad de una red. Esto se consigue por medio de la falsificación de la dirección de envío de los archivos, con el propósito de inhabilitar el funcionamiento adecuado de los firewalls de un sistema.
Una vez que ha ocurrido el ataque, se fuerza el acceso de agentes novicios al sistema, lo que permite utilizar de forma indebida la dirección para acceder a información o reenviar los paquetes de información a otras direcciones IP.
Spoofing de DNS
También es posible falsificar el sistema de nombres de dominio o DNS mediante tácticas de spoofing. Este proceso comienza por la creación de sitios web maliciosos que se asemejan a uno confiable. Su objetivo es hacer que las personas accedan a estos sitios en lugar de los reales y extraer información sensible como contraseñas o números de tarjeta.
Lo que los atacantes tienen que hacer es crear un servidor malicioso que intercepte la solicitud de un usuario a un servidor DNS para darle acceso a un sitio fraudulento. Esto se logra al modificar la dirección IP de los servidores para que, en lugar de dirigir la solicitud al servidor real, lo haga al malicioso.
Spoofing de GPS
El spoofing de GPS sucede cuando un atacante interviene los sistemas de localización para hacerse pasar por una señal satelital legítima. En estos casos, las personas se aseguran de que su señal GPS sea más fuerte que las otras, puesto que muchos de los dispositivos se conectan a la más estable disponible, incluso si no es legítima.
En estos casos, el ataque puede resultar en atracos físicos, pues interfieren con los sistemas de navegación de automóviles, barcos y hasta aeronaves. Asimismo, los conductores, choferes y repartidores pueden hacer uso de esta táctica para hacerles creer a los pasajeros que han recorrido distancias más grandes que las efectivas, lo que eleva sus costos de servicio.
Spoofing de biométricos
Por último, una forma de este ciberataque mucho más actual consiste en la falsificación de los datos biométricos de una persona para acceder a sus cuentas bancarias, dispositivos móviles o aplicaciones web. Para este caso, los atacantes crean simulaciones de voz, faciales y oculares de la víctima para que el sistema valide las operaciones que requieren la autentificación de la persona en cuestión.
No obstante, los sistemas de lectura de biométricos son cada vez más seguros, puesto que muchos funcionan con inteligencia artificial y los atacantes tienen que superar más dificultades para suplantar a un usuario real. Por ello, este tipo de spoofing no es tan común, pero, cuando los delincuentes consiguen engañar al sistema, acceden a datos con un alto nivel de privacidad.
Cómo prevenir el spoofing
Ahora que conoces las formas más comunes de spoofing, es momento de explorar cómo puedes evitar caer en robos de identidad de este tipo. Estos son algunos consejos para lograrlo.
Mantén protegidos los datos de tu empresa
El primer paso para prevenir el spoofing es asegurarte de que tus datos solo pueden leerse y utilizarse a través de las herramientas que hayas validado para tu empresa. Para ello, puedes encriptar tu información de tal forma que solo sea legible con la ayuda de tus licencias. Te recomendamos usar programas de ciberseguridad, pues así evitarás que los atacantes falsifiquen las DNS y entres a sitios fraudulentos que robarán tu información.
Oculta la dirección IP de tus servidores
Una táctica común de spoofing es crear IP ilegítimas o bien usar tus direcciones para redirigirte a sitios fraudulentos. Para evitar que esto suceda en tu empresa, oculta tu dirección IP con un VPN.
Este recurso informático sirve para encriptar tu dirección DNS, lo que impide que los atacantes la ubiquen y redirijan tu atención a servidores maliciosos. Es importante que compruebes que tu VPN no limitará tus operaciones en línea, ya que, en muchas ocasiones, tener una IP oculta impide el acceso a algunos programas en la red.
Mantén actualizados tus firewalls
Tus antivirus y firewalls deben estar siempre actualizados para que puedas detectar, identificar y neutralizar amenazas que pongan en riesgo tu información.
Si bien existen muchos programas de ciberseguridad en la red, será deseable que adquieras alguno diseñado para actuar frente al spoofing, ya que este puede llegar a ti y afectarte de diversas maneras.
Impulsa medidas de ciberseguridad
Comparte protocolos de seguridad informática en tu organización. Si bien a nivel empresarial puedes gestionar la adquisición de antivirus, VPN y firewalls, esto no te servirá si tu personal no sabe identificar enlaces fraudulentos, spam y llamadas maliciosas.
Por ejemplo, debes incitarlos a no atender llamadas de números desconocidos en los teléfonos empresariales, acceder a correos solo cuando conocen al emisor y verificar la validez de una URL cada vez que visitan un sitio. Contar con la asesoría de expertos será de gran ayuda para que tus colaboradores no permitan el robo de identidad.
Activa las notificaciones de acceso y la verificación en dos pasos
Algunas cuentas son de uso reservado para altos mandos de la empresa, tales como las cuentas bancarias y de inversión de la organización. Por lo que lo ideal es que solo tú o el responsable de cuenta conozcan sus credenciales. Sin embargo, esto no es suficiente para evitar el spoofing.
Una buena estrategia es activar las notificaciones de acceso para que te enteres de cada inicio de sesión en tus cuentas y reportes cuando algo no vaya bien. Asimismo, puedes habilitar la verificación en dos pasos para que siempre tengas control sobre el acceso. De este modo, obstaculizarás los ciberataques y tendrás tiempo de reportar un problema cuando detectes un ingreso ilegítimo.
Diversifica tus credenciales de acceso
Este consejo puede parecer repetitivo, pero la realidad es que cambiar las contraseñas de acceso y medios de verificación es un hábito sano para promover la ciberseguridad en tu empresa. Si bien los atacantes que usan spoofing pueden acceder a este dato en cualquier momento, contar con más de una contraseña te asegurará que nadie obtendrá un control total de tus cuentas y vida electrónica.
Si empleas la misma contraseña para tu correo, tus cuentas bancarias, tu perfil de Google y tu cuenta empresarial, bastará con que los atacantes extraigan este dato para acceder a toda tu información en la red. Por ello, es mejor que te asegures que tus contraseñas no estén cruzadas con otras plataformas.
Realiza auditorías
Te recomendamos no descuidar el monitoreo constante de tus sistemas, redes y cuentas. Muchas veces los ataques no tienen como objetivo robar información de inmediato, sino sembrar virus o agentes dañinos que con el tiempo perjudiquen tus sistemas y permitan la salida de información sensible.
Al auditar tus sistemas de manera regular, podrás identificar rupturas en tus firewalls, así como brechas que requieran atención.
Comienza a prevenir ciberataques y evita que otras personas realicen prácticas maliciosas de spoofing en tu organización.