Los conflictos laborales son fenómenos inherentes a cualquier ambiente de trabajo, resultado de las diversas personalidades, intereses y expectativas que convergen en un mismo espacio organizacional. Estos conflictos pueden surgir por diferencias en la interpretación de roles, discrepancias en la comunicación o competencia por recursos limitados. En su esencia, un conflicto laboral representa un choque de intereses entre individuos o grupos dentro de una organización, que puede afectar tanto el clima laboral como la eficiencia operativa.
La comprensión de los tipos de conflictos laborales es fundamental para abordar estos desafíos de manera efectiva. Desde conflictos interpersonales hasta tensiones estructurales, cada tipo presenta sus propias dinámicas y desafíos únicos.
La resolución de conflictos laborales, por tanto, se convierte en un proceso crucial para restaurar la armonía y promover un ambiente de trabajo colaborativo. Desde la mediación hasta la negociación y la conciliación, existen diversas estrategias para manejar estos conflictos de manera constructiva, cada una adaptada a las circunstancias específicas que rodean cada situación.
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- Qué es un conflicto laboral
- Tipos de conflictos laborales
- Qué es la resolución de conflictos laborales
- 10 pasos para identificar un conflicto laboral
- 5 tipos de resolución de conflictos laborales
- El rol de los líderes en la resolución de conflictos
- Por qué dar celeridad a la resolución de los conflictos laborales dentro de una organización
- Cómo resolver conflictos laborales: 7 claves que debes implementar
- 7 ejemplos de resolución de conflictos laborales
- Cómo prevenir los conflictos laborales
En HubSpot te mostramos cuáles son esos pasos que necesitas seguir para resolver los conflictos laborales que se puedan presentar en tu organización. ¡Así que toma nota, y descarga nuestra guía gratuita para desarrollar una óptima cultura organizacional!
Qué es un conflicto laboral
Un conflicto laboral es un problema, disputa o desacuerdo que ocurre dentro de los ambientes de trabajo por motivos relacionados con las actividades que desempeñan los trabajadores. Generalmente estos conflictos se dan entre personas, pero pueden ser individuales o grupales.
Algunos motivos que pueden provocar problemas entre los colaboradores pueden ser la mala comunicación, las opiniones divergentes o una deficiente gestión operativa. Pueden tener como causa la escasez de recursos, diferentes percepciones en el grupo de trabajo, distintos objetivos, distribución deficiente de tareas, mala comunicación, entre otras razones.
Es importante que tengas en cuenta que pueden presentarse problemas en los espacios de trabajo que no son conflictos laborales, como las discusiones de corte personal. Veamos algunos ejemplos de tipos de conflictos que sí son laborales.
Tipos de conflictos laborales
Algunos de los principales conflictos labores, según sea su índole, son los siguientes:
Conflictos laborales de acuerdo con las partes que intervienen
Conflicto intrapersonal
Se genera en el interior de una persona debido a valores contradictorios. Es decir, entre lo que se le pide que elabore y lo que considera correcto de acuerdo con su educación y valores. Estos conflictos pueden llevar a una baja en la productividad o a un desapego con la empresa.
Conflicto interpersonal
En este conflicto intervienen varias partes y suele producirse entre empleados y superiores o con los mismos compañeros de equipos. De igual forma, aplica para los problemas que se dan entre los empleados y clientes. Normalmente, se genera por un tema de interacción de acuerdo con la jerarquía.
Conflicto intragrupal
Se produce dentro de un mismo grupo de colaboradores. Este tipo de problemas es de los más comunes y puede derivarse de conflictos personales, por competitividad tóxica o por malas ejecuciones de tareas, entre otras causas.
Conflicto intergrupal
Sucede entre distintos grupos de colaboradores en la misma empresa. Esto puede ocurrir porque haya individuos que pasan por un mismo problema o porque se establezcan relaciones de compañerismo que detonan rivalidades.
Conflicto interorganizacional
Se da entre dos o más organizaciones que pertenecen, por lo regular, al mismo sector o industria. La competencia de mercado es el motivo más común, pero también puede ocurrir por problemas legales o entre representantes.
Conflictos laborales según las causas que los motivan
Conflicto de relación
Suele producirse al haber un choque de diferentes personalidades entre los colaboradores de un equipo o departamento. Son muy comunes en el plano personal y pueden motivar conflictos también en el trabajo.
Conflicto de información
Este problema se da a través de malos entendidos entre los colaboradores, como una mala comunicación o transmisión de datos o instrucciones deficientes.
Conflicto de intereses
Se produce cuando cada uno de los colaboradores tiene necesidades diferentes y realiza sus actividades o tareas obstaculizando los intereses de los otros miembros del equipo.
Conflictos estructurales
Se generan por desigualdades culturales o educacionales en cuanto a los roles en la línea de trabajo. Es común que estos conflictos surjan como producto de las jerarquías o de la distribución desigual de recursos o labores.
Conflicto de valores
Cuando un empleado intenta imponer sus valores personales a otro miembro de su equipo de trabajo surge este problema. En otras situaciones también puede ocurrir cuando existe intolerancia a otras formas de pensamiento.
Conflictos laborales según su naturaleza
Conflicto contingente
Se trata de una situación pequeña que puede solucionarse fácilmente por medio de diferentes alternativas (descuida, más adelante te hablaremos acerca de los tipos de resolución de conflictos laborales más efectivos).
Conflicto desplazado
Ocurre cuando se oculta un problema o cuando se sustituye por uno más grande. Este tipo de conflictos puede tomarse como algo menor, pero a la par esconde un problema mayor, por lo cual debe solucionarse.
Conflicto mal atribuido
Sucede cuando los colaboradores que intervienen en un problema ni siquiera se han percatado de la existencia del conflicto. Esto hace que se desconozca su origen y que tenga efectos imprevistos.
Conflictos labores según su resultado
Conflicto constructivo
Cuando se ha llegado a un acuerdo que satisface a todas las partes y en el que se busca reanudar el buen desempeño en el trabajo y la creación de lazos de colaboración sanos.
Conflicto destructivo
Ocurren cuando no se encuentran soluciones efectivas al problema o bien cuando alguna de las partes es afectada por el desenlace de la situación.
Por fortuna, así como como pueden desarrollarse diferentes problemas entre los colaboradores de tu empresa, también hay posibles soluciones que ayuden a crear un mejor entorno laboral. Si te has preguntado qué es la resolución de conflictos y cómo la puedes implementar en tu empresa, el siguiente contenido es para ti.
Qué es la resolución de conflictos laborales
La resolución de conflictos incluye todas las estrategias de respuesta, contención y manejo de situaciones que afectan el desempeño de las personas dentro de una comunidad. En el espacio laboral, la resolución de conflictos es un pilar para asegurar la productividad, el trabajo en equipo y la prosecución de objetivos comunes.
Por otro lado, la resolución de conflictos laborales es un reto que pone a prueba a las organizaciones en función de la asertividad y cooperación para llegar a acuerdos. Estos deben asimilarlos todos los equipos para mejorar la productividad y el clima laboral.
Construir un buen entorno laboral ayuda a que haya menos conflictos, pero también conlleva ciertos beneficios, como el aumento de la productividad, disminución del absentismo, mejoramiento de la motivación laboral y mayor compromiso de los empleados hacia la empresa.
10 pasos para identificar un conflicto laboral
Identificar un conflicto laboral de manera temprana es fundamental para abordarlo de manera efectiva y evitar que se agrave. Aquí te presento 10 pasos clave para reconocer y entender los conflictos en el entorno de trabajo:
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Observa cambios en el comportamiento: presta atención a cambios significativos en el comportamiento de los empleados, como irritabilidad, falta de cooperación o retroceso en el rendimiento laboral.
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Escucha activamente: fomenta una cultura organizacional de comunicación abierta donde los empleados se sientan seguros para expresar preocupaciones o diferencias de manera constructiva.
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Detecta tensiones interpersonales: identifica situaciones donde existan fricciones o tensiones entre colegas que puedan afectar la colaboración y el trabajo en equipo.
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Monitorea el uso de recursos: observa cualquier disputa relacionada con el acceso o la asignación de recursos como presupuesto, tiempo o equipo.
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Revisa quejas recurrentes: presta atención a quejas repetitivas o conflictos persistentes que podrían indicar problemas subyacentes no resueltos.
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Analiza cambios en la dinámica de equipo: observa cambios en la dinámica de trabajo en equipo, como falta de comunicación, decisiones unilaterales o falta de apoyo mutuo.
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Consulta con líderes y supervisores: solicita retroalimentación de los líderes y supervisores para identificar posibles conflictos o tensiones que puedan estar afectando el ambiente laboral.
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Realiza encuestas o evaluaciones de clima laboral: utiliza herramientas como encuestas de clima laboral para detectar problemas de manera sistemática y objetiva.
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Evalúa el impacto en resultados y metas: analiza cualquier discrepancia entre los resultados esperados y los logros reales del equipo, lo cual podría señalar problemas internos no resueltos.
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Considera el contexto organizacional: ten en cuenta factores externos como cambios en la dirección, reestructuraciones o cambios en políticas que podrían estar contribuyendo a tensiones internas.
Identificar un conflicto laboral a tiempo permite a las organizaciones intervenir de manera proactiva y desarrollar estrategias efectivas para su resolución, promoviendo un ambiente de trabajo saludable y productivo para todos los empleados.
5 tipos de resolución de conflictos laborales
Una vez establecido el origen de los conflictos laborales es momento de abordarlos para llegar a soluciones efectivas, que sirvan como incentivo para el resto del equipo. Esto puede realizarse desde alguno de los siguientes enfoques o técnicas.
1. Arbitraje
Esta técnica suele emplearse para resolver situaciones en particular que no son graves, pero sí necesitan una solución rápida. Consiste en la intervención de una tercera persona (puedes ser tú o alguien de tu equipo) que sea lo más cercana posible a un representante de recursos humanos. Este moderador debe escuchar a las partes involucradas en el problema y proponer una solución.
2. Facilitación
Este método se usa para resolver conflictos cuya gravedad es considerada baja o media. Al igual que en la técnica de arbitraje, se requiere una tercera persona que sea neutral y apoye a las partes en conflicto. El objetivo es entablar un diálogo y obtener una solución mediante esa conversación o debate y que todos los involucrados queden conformes.
3. Negociación
Esta técnica es una de las más utilizadas. Su propósito es que los colaboradores que intervienen en un conflicto laboral intenten, de forma pacífica y respetuosa, llegar a acuerdos que ayuden a terminar con el problema. En las negociaciones las personas siempre deben estar abiertas a ceder cosas, con el fin de llegar a una resolución en la que todos salgan ganando.
4. Mediación
Es recomendable que esta técnica se utilice cuando la negociación entre las partes involucradas simplemente no va hacia ningún lado. Con ello se busca que la persona neutral contribuya a crear un ambiente propicio para el entendimiento y la conciliación.
5. Indagación
Este método utiliza la intervención de una o varias personas expertas en el tema que se aborda en el conflicto, para encontrar los orígenes de la situación e idear soluciones potenciales. La finalidad es que se realicen las valoraciones y recomendaciones más acertadas con el objetivo de hallar una solución certera.
Si bien estos procesos pueden llegar a ser complejos, existen algunas técnicas que puedes implementar al momento de enfrentar una situación negativa que esté afectando tu entorno de trabajo. Pero antes de ver cómo aplicar estas estrategias, intentemos resolver una pregunta: ¿cualquier persona puede llevar a cabo la resolución de conflictos en el trabajo?
El rol de los líderes en la resolución de conflictos
Todos resolvemos conflictos a lo largo de nuestra vida: en la familia, en la calle y en la escuela. Pero el hecho de que podamos resolver situaciones adversas en nuestra vida no significa que seamos los indicados para remediar los problemas que se dan en el ambiente laboral.
Por el contrario, centrarse en las soluciones de un conflicto laboral implica saber cómo actuar y requiere una posición de autoridad que pueda contener estos escenarios. Para hacerlo no existe mejor opción que los líderes empresariales, ya sean gerentes, jefes de departamento o, incluso, líderes de recursos humanos cuando las situaciones trascienden o escalan a otros niveles.
Al final del día, las figuras de liderazgo son referentes sobre cómo deben conducirse las personas dentro de una empresa; son quienes mejor conocen a los miembros de su equipo y en ellos recae la responsabilidad de asegurar que el trabajo se cumpla correctamente. Algunas de las habilidades que deberá tener tu personal de liderazgo son:
- Asertividad, que les ayudará a buscar estrategias que convenzan a todos los involucrados que hay una relación de ganar-ganar.
- Empatía, con la que podrán entender las causas del problema y encontrar soluciones útiles para todo.
- Comunicación, que será necesaria para controlar los encuentros entre personas y para ordenar ideas y propuestas.
- Imparcialidad, con la que podrán ser objetivos y no sesgar su juicio por motivos ajenos al conflicto.
Como puedes ver, es primordial para toda empresa tener personal capacitado para enfrentar las múltiples situaciones negativas laborales que se puedan presentar. Para lograrlo, te compartimos 7 claves que puedes seguir a la hora de buscar soluciones para los conflictos laborales dentro de tu organización.
Por qué dar celeridad a la resolución de los conflictos laborales dentro de una organización
La celeridad en la resolución de los conflictos laborales constituye un factor crucial para el funcionamiento eficiente y armonioso de cualquier organización. Cuando los conflictos no se abordan de manera oportuna, pueden intensificarse y propagarse, afectando negativamente el ambiente laboral, la moral de los empleados y, en última instancia, el rendimiento organizacional.
Es por ello que las empresas modernas reconocen la importancia de implementar estrategias efectivas para gestionar y resolver los conflictos de manera rápida y efectiva.
Impacto de los conflictos no resueltos
Los conflictos no resueltos dentro de una organización pueden tener repercusiones significativas en múltiples niveles. En primer lugar, afectan directamente el clima laboral, creando tensiones y malestar entre los empleados involucrados y, en ocasiones, entre equipos enteros.
Esto puede generar un ambiente de trabajo negativo, disminuyendo la moral y la motivación de los trabajadores. Cuando los empleados se sienten atrapados en disputas prolongadas, su productividad y compromiso con la organización pueden disminuir drásticamente.
Además del impacto en el clima laboral, los conflictos no resueltos también pueden tener consecuencias financieras para la empresa. Las disputas prolongadas pueden llevar a costos adicionales, ya sea por pérdida de tiempo dedicado a resolver problemas en lugar de trabajar en tareas productivas, o por costos legales asociados con disputas que escalan a niveles más formales.
Estos costos pueden ser significativos y afectar la rentabilidad y la estabilidad financiera de la organización a largo plazo.
Ventajas de la rápida resolución de conflictos laborales
Por el contrario, dar celeridad a la resolución de conflictos laborales conlleva una serie de beneficios claros y tangibles para la organización. Uno de los beneficios más evidentes es la preservación de relaciones laborales positivas. Cuando los conflictos se abordan rápidamente, se minimiza el riesgo de que se intensifiquen y se conviertan en barreras insuperables entre colegas.
Esto promueve un ambiente de trabajo más colaborativo y armonioso, donde los empleados pueden concentrarse en sus responsabilidades y contribuir de manera efectiva al éxito organizacional.
Además, la resolución rápida de conflictos fomenta la eficiencia operativa. En lugar de dedicar recursos valiosos a disputas prolongadas y distractoras, la organización puede enfocarse en sus objetivos estratégicos y en la mejora continua. Los equipos pueden trabajar de manera más cohesionada y centrarse en la innovación y la productividad, lo cual es fundamental para mantener la competitividad en un entorno empresarial dinámico y globalizado.
Otro beneficio clave de la celeridad en la resolución de conflictos es la mejora en la satisfacción y el compromiso de los empleados. Cuando los trabajadores perciben que la empresa se preocupa por su bienestar y está comprometida con la resolución justa y rápida de los conflictos, se fortalece la confianza en la organización.
Esto puede resultar en una mayor lealtad, menor rotación de personal y un aumento en la disposición de los empleados para colaborar y contribuir positivamente al éxito colectivo.
Estrategias efectivas para una resolución rápida
Para lograr una resolución rápida de conflictos laborales, las organizaciones pueden implementar diversas estrategias y prácticas efectivas. Una de las más importantes es establecer canales claros y accesibles para que los empleados puedan reportar problemas y preocupaciones. Esto incluye mecanismos formales como políticas de recursos humanos bien definidas y también canales informales como mediación o facilitación de conversaciones entre las partes involucradas.
Es fundamental capacitar a los líderes y supervisores para que puedan identificar y manejar conflictos de manera proactiva y constructiva. Esto no solo implica habilidades en negociación y mediación, sino también en la gestión emocional y la comunicación efectiva. Los líderes deben estar equipados para abordar los conflictos de manera imparcial y basada en principios, promoviendo un ambiente de respeto mutuo y colaboración.
Otra estrategia efectiva es la implementación de programas de resolución de conflictos que incorporen diferentes métodos según la naturaleza y la gravedad del conflicto. Estos métodos pueden incluir desde negociaciones directas entre las partes hasta la intervención de mediadores externos o internos especializados en gestión de conflictos. La clave es adaptar la estrategia a cada situación específica, asegurando que se respeten los derechos y las necesidades de todos los involucrados.
Dar celeridad a la resolución de conflictos laborales es fundamental para promover un ambiente de trabajo saludable, productivo y positivo. Al abordar los conflictos de manera oportuna y efectiva, las organizaciones no solo protegen su clima laboral y su reputación, sino que también maximizan el potencial de sus recursos humanos y fortalecen su capacidad para alcanzar metas estratégicas a largo plazo.
Implementar estrategias robustas y proactivas para la gestión de conflictos no solo beneficia a los empleados individualmente, sino que también contribuye al éxito global y sostenible de la organización en el competitivo mercado actual.
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Cómo resolver conflictos laborales: 7 claves que debes implementar
- Acepta el problema y anima a encontrar una solución.
- Busca una solución inmediata y eficaz.
- Habla con cada una de las partes involucradas en el conflicto.
- Evita promover los ataques personales o desaprobaciones.
- Escucha con atención lo que todos tienen que decir.
- Ofrece respuestas asertivas e innovadoras.
- Llega a acuerdos convenientes para cada parte.
1. Acepta el problema y anima a encontrar una solución
En el momento en que comienza un conflicto laboral lo último que debes hacer es ignorarlo o fingir que no existe. Esto no solo hace que el problema aumente, sino que puede generar la impresión de que favoreces a ciertos miembros de tu equipo.
En muchas ocasiones es suficiente reconocer que algo está saliendo mal para que funcione como un llamado de atención para todos tus colaboradores e invitarlos a solucionarlo.
Recuerda que, conforme avance el tiempo, el problema también lo hará, y si no es atendido de manera correcta generará más tensión entre los elementos implicados.
2. Busca una solución inmediata y eficaz
Una vez identificado el problema, es importante que animes a los colaboradores involucrados a que busquen una solución a mediano o largo plazo. Hazles saber que será necesario resolver este conflicto laboral para mejorar la comunicación interna del equipo de trabajo y el resto de las áreas de la empresa.
Como complemento del punto anterior, no es bueno eternizar la resolución de un conflicto laboral. Cuanto más rápido convoques a los involucrados para que puedan hablar objetivamente, más inmediata será la solución que encuentren. Aun así, no confundas la rapidez con la calidad de posibilidades o alternativas que ofrezcas a tu equipo. Es importante que generes una respuesta realmente útil para la resolución del problema.
Así como es necesario que un conflicto laboral sea atendido oportunamente, también es fundamental que la solución responda positivamente al cambio y su aplicación.
3. Habla con cada una de las partes involucradas en el conflicto
La tercera clave que puedes emplear para enfrentar un conflicto en el trabajo es reunir a las partes que se encuentran inmersas en un problema o situación en particular.
La escucha de todas las perspectivas y «versiones de la historia» es necesaria para entender dónde ha surgido el conflicto y cómo solucionarlo. Debes dar un mismo trato a todos y reconocer la validez de sus opiniones y afectividades. Evita a toda costa tomar partido por alguna de las partes. Debes tener claro que tu posición es únicamente como mediador para escuchar a tus colaboradores y ofrecer las soluciones más pertinentes a la situación.
Lo ideal es que hables primero con cada persona por separado. Fija una reunión que todos deban respetar y garantiza que haya tiempo suficiente para escuchar con atención todos los comentarios posibles de los implicados. Resolver un problema puede requerir intervenciones largas y prudentes para encontrar una solución conjunta.
4. Evita promover los ataques personales o desaprobaciones
Como en muchas discusiones entre dos o más personas, pueden presentarse las descalificaciones personales. No obstante, como moderador no puedes consentir este tipo de actitudes bajo ninguna circunstancia. En su lugar, promueve un flujo de comunicación efectivo en el que todos puedan exponer su punto de vista, sin necesidad de atacar directamente a otros.
Si plantearás un encuentro con los involucrados pide que mantengan la calma y que, de manera ordenada, expresen sus opiniones; sanciona las palabras ofensivas o comentarios fuera de lugar.
Por otro lado, ten en cuenta que, aunque hayas identificado a un empleado como la causa del problema, no puedes condenar sus acciones, sino ayudarlo a reconocerlas y buscar resolverlas. Para la resolución de conflictos laborales, lo más importante es concentrarse en la conclusión del problema y no solo buscar un único culpable y señalarlo.
5. Escucha con atención lo que todos tienen que decir
Sabemos que escuchar cuidadosamente a todas las partes involucradas en un conflicto laboral puede ser agotador. Aun así, en el desarrollo de resolución de problemas es indispensable que pongas toda la atención posible a cada persona que esté dando su punto de vista. Evita interrupciones, sean tuyas o de terceras personas, así como confrontaciones u obstrucciones durante la discusión.
Es importante que recibas mensajes certeros de cada uno de tus colaboradores, por lo que te aconsejamos anotar precisiones relevantes y formules todas las preguntas posibles, hasta que los argumentos expuestos sean comprendidos por todos. De esta manera podrán empezar a llegar a algunos acuerdos.
Durante las discusiones puede haber mucha frustración por parte de los colaboradores, por lo que sería buena idea que tengas presentes algunas técnicas de inteligencia emocional que mantengan estables a cada una de las personas.
6. Ofrece respuestas asertivas e innovadoras
Como líder de tu área de recursos humanos debes saber cómo mediar la situación y orientarla al propósito principal, que es encontrar la solución del conflicto de manera rápida y eficaz.
Existen técnicas que son bastante funcionales para conseguir que los trabajadores estén felices. Una de ellas es la metodología Fish, que consiste en crear un ambiente de trabajo agradable que incremente el flujo laboral y la calidad de los servicios que ofrece una empresa.
Una de las pautas para cumplir con esta técnica es la de mantenerse presente con los colaboradores y permitir que aporten sus ideas (y que estas sean escuchadas). Recuerda que ellos son quienes están más de cerca del proceso laboral y sabrán cómo lograr un desarrollo más creativo, divertido y productivo.
Otras formas efectivas para lograrlo son el mejoramiento de la comunicación interna y la creación de programas de capacitación. Este último, además de unir al grupo y mejorar la interacción entre todos los colaboradores, es una excelente manera de evaluar periódicamente el clima laboral y conocer las necesidades cambiantes de los empleados. Así podrás tomar decisiones estratégicas a nivel de recursos humanos para mantener un entorno positivo y de crecimiento.
7. Llega a acuerdos convenientes para cada parte
Las discusiones de conflictos laborales, en su mayoría, se enfocan en los desacuerdos de los colaboradores involucrados. Esto significa que de los aspectos negativos también pueden surgir claves positivas que hagan coincidir a los involucrados para hallar la disposición de integrarse.
Una vez conseguido esto, puedes generar confianza entre ellos para reconstruir la relación. La diferencia es que esta vez sus inconformidades habrán sido escuchadas y trabajadas. Para conseguir esta reacción y cambio de mentalidad, debes presentar diversas posibilidades de solución del problema, en las que se tengan en cuenta todos los puntos de vista. Así, el panorama será más amplio y en el futuro estarán preparados para enfrentar otras situaciones conflictivas similares o diferentes.
Encontrar en conjunto una solución que beneficie a todas las partes acentúa los aspectos positivos del equipo de trabajo. Cada conflicto requiere una solución precisa, en la que se consideren las opiniones y sentimientos de los colaboradores. Si es necesario, incentiva una petición de disculpas que refuerce el compromiso y la camaradería. Al mismo tiempo, invita al aprendizaje y propicia las condiciones para que estos conflictos no ocurran de nuevo.
Con estos pasos en mente, veamos de qué modo puedes solucionar problemas comunes en el espacio de trabajo.
7 ejemplos de resolución de conflictos laborales
1. Ejemplo de resolución de conflicto laboral debido a acoso en los espacios de trabajo
A pesar de que el acoso laboral es un acto penado por la ley en decenas de países, la realidad es que todos los días las fuerzas laborales sufren actos de violencia dentro de sus ambientes laborales. Este problema ha crecido a un ritmo tan acelerado que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha promovido la creación de un convenio internacional para erradicar este tipo de prácticas.
De acuerdo con la OIT, las empresas deben ser el primer frente de acción contra el acoso a través del reconocimiento de su existencia. Si bien durante mucho tiempo la sociedad ha normalizado y hecho caso omiso de estas prácticas, actualmente los líderes empresariales están abiertos a las denuncias y a la toma de acción inmediata contra el acoso. Esta receptividad y atención a los problemas es en sí misma una forma de enfrentar el conflicto, pues deja ver que no se ignora a las víctimas.
En países como México se ha registrado la deserción de más de 26.000 personas de sus puestos laborales por motivos de acoso en el espacio de trabajo. Sin duda, esto es un llamado a reconocer su existencia y promover su rechazo. En el caso de España, ya es obligatorio implementar un protocolo de acoso laboral. Este sugiere que se debe:
- Designar a una comisión que revise este tipo de casos
- Generar una serie de normas internas alineadas con la ley, donde se determinen las conductas inapropiadas y su sanción correspondiente
- Diseñar un procedimiento de denuncia de este tipo de casos, donde se proteja a las víctimas y a la vez se genere una vía de investigación
- Comunicar a todos los miembros de la compañía que está en marcha el protocolo
- Dar cauce a las denuncias que se realicen y brindar capacitación al respecto
2. Conflicto laboral debido a falta de liderazgo
Cuando un grupo de trabajo no cuenta con un buen liderazgo lo más probable es que tenga problemas para cumplir con sus objetivos o que esté condenado al fracaso. Esta falta de liderazgo puede ser la causa de muchos conflictos laborales que, de no ser atendidos rápidamente, pueden escalar a gran velocidad.
Para enfrentar esta situación de manera correcta las empresas deben reorganizar los equipos de trabajo en cuanto detecten una baja en el rendimiento o cuando los empleados reporten sus inconformidades. Si el líder en cuestión no está dando lo esperado, lo mejor será sustituirlo o bien capacitarlo en su área o cargo. Para solucionar esta clase de problemas se requiere la intervención inmediata de un tipo de liderazgo transformacional, que se concentre en la participación de los miembros de la empresa, cree compromisos y confianza en todo el personal e incluso con el líder problemático.
Para que un equipo esté bien coordinado se precisan dos claves fundamentales: un líder y canales de comunicación efectivos para compartir tanto sus actividades como sus ideas, dudas y preguntas. Herramientas como Asana o Monday permiten que todos los colaboradores realicen sus actividades en un mismo sitio y puedan monitorear sus tiempos y los de sus compañeros.
3. Pleito por comentarios negativos y rumores
Este tipo de conflictos se pueden desencadenar cuando se propagan comentarios o rumores negativos en torno a un compañero o equipo. Situaciones de este tipo suelen generarse por empleados tóxicos, quienes pueden mostrarse arrogantes y siembran la discordia entre sus compañeros.
Si alguno de los trabajadores se ha sentido ofendido directamente puedes crear una mesa de diálogo privada para resolver el conflicto entre los involucrados.
De igual forma, tu departamento de recursos humanos debe tener establecido un manual del proceso de reclutamiento, para evitar a toda costa sumar a personas que puedan tener actitudes negativas que afecten el ambiente desde su llegada. Esto debe realizarse con prontitud para evitar el contagio de estas prácticas y para que no se creen grupos en conflicto más amplios.
4. Ejemplo de discusiones debidas a discriminación entre colaboradores
La discriminación puede darse forma directa o indirecta cuando se hace un trato diferenciado a alguien en función de determinados atributos, como ideología, orientación sexual, raza, género, nacionalidad, entre otros. Estos problemas no deben ser tomados a la ligera, pues además de afectar directamente la imagen de tu organización, pueden traer consigo problemas legales, como demandas por parte de algún colaborador.
El mejor modo para afrontar estos altercados es mediante el diálogo con tus colaboradores. Es importante que insistas en la importancia del respeto y en evitar comentarios y prácticas que desaprueben a sus compañeros y que los ataquen de manera personal.
Para que puedas mantener en control este tipo de conflictos labores, debes brindar una capacitación adecuada a todos los miembros de la empresa, que exista un manual de políticas contra la discriminación y se haya establecido un control de denuncias internas que el departamento de recursos humanos pueda atender oportunamente para evitar problemas mayores.
5. Riña por una competencia
La competencia dentro de los espacios de trabajo puede tener grandes beneficios para la productividad de una empresa. Estas competencias pueden tener la forma de rallys, trivias, concursos de ventas o incluso de talentos. No obstante, debes tener mucho cuidado cuando ofreces incentivos, ya que estos pueden crear espacios muy competitivos y tóxicos.
Cuando un altercado surge en uno de estos ambientes debes poner mucha atención en lo que tus trabajadores dicen. Si, por ejemplo, un empleado afirma que uno de sus compañeros le ha robado una cuenta, debes escuchar activamente la versión de la historia de cada uno de ellos. Seguramente, ambos tienen un buen motivo para argumentar que la cuenta les corresponde.
Para solucionar este conflicto deberás tomar nota de toda la información que recibas y confrontar ambas perspectivas. Tu experiencia te ayudará a esclarecer el conflicto. De ser posible, habla con los involucrados para llegar a un acuerdo y evitar frustraciones.
6. Conflicto laboral por una mala coordinación
Este es un tipo de conflicto laboral bastante común en las empresas y resulta un tanto desastroso para la productividad interna de la organización. Puede presentarse cuando los miembros de los equipos no tienen clara cuál es su función o cuáles son los objetivos que deben cumplir. Lo primero que debes hacer es asegurarte que tanto la empresa como tu área de recursos humanos transmitan desde el inicio y de forma patente los valores corporativos y comuniquen las metas a las que cada equipo o departamento debe llegar.
Si es necesario, organiza capacitaciones o charlas internas para que todos los miembros estén alineados. Si un trabajador no tiene clara cuál es su función dentro de tu empresa o en un proyecto en específico, podría tomarse libertades que no le corresponden o quedarse corto en la realización de sus actividades. La importancia de este punto radica en conseguir los patrones de comportamiento esperados, que aumenten la productividad de todos los equipos.
Una forma efectiva de hacer una repartición de roles exitosa es a través de una técnica denominada matriz RACI. Con ella, la asignación de responsabilidades se vuelve más ágil gracias a sus cuatro roles: Responsable, Autoridad, Consultor e Informado. El objetivo es encontrar las conexiones que existen entre el proyecto con cada miembro del equipo, para asegurar que todo se ejecute de la forma esperada.
7. Ejemplo de incompatibilidad entre trabajadores
Seamos sinceros, hay veces en las que por más que quieras no puedes convivir con alguno de tus compañeros de trabajo. Esto no tiene nada que ver con la calidad de las personas ni con su profesionalismo. Por el contrario, se debe a que somos seres humanos y tenemos preferencias, gustos y personalidades que entran en conflicto cuando se contraponen con los de algunas personas.
Si ya has intentado todo para mejorar la relación de dos trabajadores que no pueden colaborar, lo mejor es buscar una solución que los mantenga felices y evite problemas más grandes. Si, por ejemplo, las dos personas en conflicto están sentadas una al lado de la otra no puedes esperar que se sientan cómodas trabajando.
Para solucionar este problema puedes reorganizar la disposición de tus empleados en la oficina o, si trabajas en un modelo híbrido, pedirles que asistan a trabajar en días alternados. A veces es mejor buscar soluciones sencillas que mejoren la productividad sin afectar a nadie. Con el tiempo verás que el ambiente mejorará y que incluso habrá una relación más cordial entre ellos.
Cómo prevenir los conflictos laborales
La prevención es, sin lugar a dudas, la mejor estrategia para enfrentar conflictos laborales, ya que con ella evitas en primer lugar que ocurran. Si bien no puedes adelantarte a todos los conflictos, pensar proactivamente puede eliminarte problemas.
La mejor forma de hacerlo es mediante el monitoreo y la escucha activa de todos tus colaboradores. Si estás al tanto de la evolución de las competencias, desarrollo de proyectos y encuentros entre equipos, podrás distinguir si se está gestando alguna situación inconveniente y estarás listo para actuar a tiempo.
Asimismo, es deseable que realices monitoreos continuos de la calidad del clima laboral en tu empresa para distinguir las áreas de oportunidad. Realiza encuestas de satisfacción para saber cómo se sienten tus colaboradores. No olvides aplicar métricas que, mediante datos cuantificables, te permitan saber si ha habido una baja en el rendimiento de tu equipo o una disminución en la calidad de su trabajo. Esto puede ser un importante índice de que algo no va bien.
La resolución de conflictos laborales es un proceso que requiere mucha atención y tiempo por parte del área de recursos humanos. Aunque la aparición de situaciones negativas entre los colaboradores no puede evitarse en un 100 %, sí es posible implementar normas, protocolos y capacitaciones. Estos permitirán que los empleados tengan un mejor entendimiento de los valores de la organización a la que pertenecen y los apliquen en sus actividades diarias.
Esperamos que con las claves que te hemos brindado puedas tener un mejor papel como líder. No olvides reunir mucha paciencia y ponerte en el lugar de tus trabajadores. Esto, además de ganarte su confianza y apoyo, te ayudará a elevar sus índices de satisfacción laboral y te brindará un mayor conocimiento acerca de las mejores formas de enfrentar los conflictos labores de manera más rápida y efectiva.
Preguntas frecuentes sobre conflictos laborales
Algunas preguntas que nuestros usuarios se hacen con mayor frecuencia sobre conflictos laborales
Por qué es importante gestionar eficazmente los conflictos laborales en una organización
La gestión eficaz de los conflictos laborales es crucial porque ayuda a mantener un ambiente de trabajo saludable y productivo. Los conflictos no resueltos pueden deteriorar la moral de los empleados, afectar la colaboración entre equipos y disminuir la productividad general de la empresa. Además, gestionar estos conflictos de manera efectiva puede fortalecer las relaciones entre los empleados, mejorar la comunicación interna y contribuir a un clima laboral positivo y motivador.
Cuáles son las señales de alerta de un conflicto laboral en desarrollo
Existen varias señales que pueden indicar la presencia de un conflicto laboral en desarrollo. Estas incluyen cambios en el comportamiento de los empleados, como aumento de la tensión, falta de cooperación o actitudes defensivas. También pueden manifestarse como quejas recurrentes, falta de comunicación entre equipos o disputas sobre recursos y responsabilidades.
Observar una disminución en la productividad o un aumento en el ausentismo también puede ser indicativo de problemas subyacentes que necesitan ser abordados. Identificar estas señales temprano permite a la organización intervenir antes de que el conflicto se intensifique.
Qué estrategias efectivas se pueden implementar para resolver conflictos laborales
Para resolver conflictos laborales de manera efectiva, es fundamental implementar estrategias que fomenten la comunicación abierta y la colaboración entre las partes involucradas. Esto puede incluir la mediación facilitada por un tercero neutral, donde se busca un acuerdo mutuamente aceptable.
Otras estrategias pueden ser la negociación directa entre las partes, la aplicación de políticas claras de resolución de conflictos por parte de la empresa y el desarrollo de habilidades de liderazgo en los supervisores para manejar situaciones conflictivas de manera proactiva.