Estrés laboral: qué es, síntomas, prevención y consecuencias

Guía: prevenir estrés laboral
David Torres
David Torres

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Si te despiertas cada día con menos ganas de ir a la oficina y sientes una agitación constante, es probable que padezcas estrés laboral. Esta condición no es aislada: algunas instituciones de salud han estimado que en países como México el 75 % de los trabajadores sufren estrés laboral; sin embargo, de acuerdo a cifras actuales, el estrés laboral se ha disparado en los últimos años.

¿Qué es el estrés laboral? Síntomas, consecuencias y prevención

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Ya sea que te encuentres en un estado de tensión desde hace tiempo o quieras prevenirlo, aquí tendrás varias recomendaciones que harán tu jornada más fácil.

Hoy en día, el estrés laboral es visto como un problema de salud pública, ya que afecta a millones de personas y altera el orden social en las comunidades en donde el trabajo es demasiado exigente o para aquellos que no están física, emocional o psicológicamente preparadas.

Cuál es la diferencia entre estrés laboral y burnout

El estrés laboral hace referencia a una condición promovida por la incapacidad de una persona para lidiar con una carga de trabajo. Por su parte, el burnout es un síndrome producido por condiciones de estrés laboral extremas que impiden al trabajador seguir desempeñando sus funciones. 

A partir de esta última definición, podríamos decir que el burnout es causado por episodios crónicos de estrés laboral. Esto significa que no todas las personas que padecen estrés laboral en algún momento de su vida, desarrollan un burnout; pero si no se manejan adecuadamente las emociones y las cargas de trabajo, se pude producir este efecto.

Las principales características del estrés laboral se asemejan mucho a la sintomatología de otros tipos de estrés. Provoca síntomas psicológicos y físicos que influyen en el rendimiento de todas las personas que laboran en una empresa, pues, en últimas, afecta su capacidad de concentración.

Veamos algunas características que te pueden ayudar a identificar este fenómeno.

1. Síntomas conductuales

Los signos conductuales son, probablemente, los más fáciles de identificar dentro del espacio de trabajo. Debido a que se percibe alterada la forma en que una persona se comporta, lo que rápidamente nos alerta de que algo no está en orden.

Algunos síntomas conductuales son:

  • Disminución de la productividad
  • Consumo reiterado de sustancias con cafeína o azúcares
  • Aumento en el consumo de alcohol y tabaco
  • Llanto y dificultades en la expresión

2. Síntomas cognitivos

Los síntomas cognitivos se dan en un nivel más profundo que los conductuales y afectan la forma en que las personas piensan, aprenden y hacen uso de sus herramientas racionales. Por ello, son más difíciles de identificar, aunque suelen expresarse como modificaciones de la conducta.

Algunos de ellos son:

  • Dificultad para resolver problemas
  • Falta de creatividad o de visión crítica
  • Pensamiento menos agudo o certero
  • Menor capacidad de aprendizaje y atención

3. Síntomas emocionales

Por su parte, los síntomas emocionales se dan en un nivel psicológico y afectan la forma en que las persona reaccionan a estímulos, así como la percepción que tienen de su medio, de sí mismos y de su trabajo. Estos síntomas son especialmente importantes debido a que el aspecto emocional puede no solo afectar el desempeño de las personas en el trabajo, sino su vida personal.

Algunas formas en las que se expresa el estrés emocionalmente son:

  • Explosividad y reacción violenta a estímulos
  • Temor e inseguridad ante nuevos retos
  • Sentimiento de frustración o incapacidad
  • Impulsividad y falta de prudencia a la hora de tomar decisiones

4. Síntomas físicos 

Por último, los síntomas físicos se presentan cuando el estrés laboral ya no solo se da en el plano psicoemocional y comienza a afectar el organismo de las personas. Es común que estos signos se den en un estado avanzado del estrés y pueden generar burnout si no son atendidos rápidamente.

Los síntomas más comunes a nivel físico son:

  • Rigidez del cuerpo y dolores musculares derivados
  • Malestar estomacal y del colon
  • Palpitaciones irregulares y alza en la presión
  • Sudoración constante y dificultad para respirar

Definición y síntomas del estrés laboral

A pesar de que existen algunos síntomas y signos de que alguien está experimentando estrés laboral, esto no significa que todos los casos sean del mismo tipo. Revisemos algunas categorizaciones propuestas para identificar diferentes modalidades de estrés laboral.

1. Estrés positivo

De acuerdo con la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo, el estrés positivo (también conocido como eutrés) es la manera en la que una persona puede reaccionar a los retos del trabajo, de tal forma que encuentre soluciones creativas y que mejoren sus capacidades. Esto significa que este tipo de estrés sirve como estímulo positivo para mantener una armonía general tanto en la persona como en el espacio de trabajo. 

Se podría decir que esta forma de estrés impulsa a las personas a actuar de manera productiva, asumiendo el reto de superar las pruebas y aprender en el camino. Así, se ve la vida como algo interesante, se estimula la actividad del día a día y se fomenta el progreso y bienestar.

2. Estrés negativo

Este tipo de estrés (también conocido como distrés, en contraposición al estrés positivo) se da cuando las demandas del entorno laboral son demasiado extenuantes y continuas, lo que causa un desequilibrio en las personas. En vez de que estos estímulos sirvan como un empuje para lograr tus objetivos, paralizan e inhiben nuestra capacidad de respuesta

Este es el tipo más común al que nos referimos cuando hablamos de estrés laboral, ya que solemos relacionar este padecimiento con algo negativo, pues impide que hagamos la cosas de manera correcta.

3. Estrés agudo

Además, podemos diferenciar al estrés cuando se da de manera reiterada o cuando ocurre en momentos concretos. A este tercer tipo se le conoce como estrés agudo, o bien episódico, y ocurre cuando los momentos de afectación psicoemocional tienen una duración corta.

Es común que este tipo de estrés se dé durante situaciones donde hay una mayor exigencia, como en la entrega final de un proyecto, pero no trasciende en el tiempo y se resuelve en el momento en el que se libera la carga laboral. Aunque mantiene sus efectos más inmediatos, puede ser controlado y deja de surgir una vez que la situación estresante ya no aparece.

4. Estrés crónico

En contraposición al anterior tipo, un estrés laboral crónico implica que tiene una amplia duración, ya sea por semanas o meses, así que se vuelve una condición constante de vida en la persona que lo padece. Este tipo de estrés no guarda una relación directa con los procesos eventuales o con las cargas de trabajo aceleradas.

Comúnmente, las personas que viven con estrés crónico no pueden relajarse, incluso cuando se encuentran en otros ambientes como en el hogar o durante los fines de semana. Además, este tipo de estrés es producto de un reiterado estímulo comúnmente negativo, como un mal ambiente de trabajo, una mala organización empresarial o un puesto de trabajo exigente, como el de los paramédicos.

5. Estrés agudo-crónico

El estrés agudo-crónico es uno de los tipos más comunes en el mundo laboral y ocurre cuando las personas se ven sometidas a un estímulo estresante que se repite a lo largo del tiempo, pero que, por separado, no tiene una larga duración. Esto significa que hay episodios agudos que se replican y se vuelven crónicos.

Si bien este tipo de estrés es más fácil de manejar, lo cierto es que estar sometido a fluctuaciones de este tipo puede generar un impacto negativo en la vida de las personas. Por ejemplo, si cada fin de mes tienes que firmar cientos de facturas, es probable que te sientas menos dispuesto a trabajar en esas temporadas recurrentes. 

1. Exceso de responsabilidades

Si tienes demasiadas responsabilidades o una carga excesiva de trabajo lo más seguro es que padezcas algún episodio de estrés en el espacio laboral. Esto se debe a que en un ritmo normal de trabajo tenemos tareas concretas a cumplir y generamos expectativas sobre lo que tenemos que hacer; pero, cuando nos hacemos responsables de otras tareas o de proyectos más importantes, podemos no tener las capacidades para afrontarlos.

Cuando existen demasiadas responsabilidades y no se sigue un ritmo normal de trabajo, podemos dejar de creer en nuestras habilidades o bien pensar que podemos dar más de lo que en realidad somos capaces. 

2. Ritmo de trabajo demasiado acelerado

Así como la carga de trabajo puede ser muy elevada debido a que tenemos que cumplir con más tareas, también puede ocurrir que tenemos que cumplir con nuestras actividades cotidianas, pero en un tiempo reducido. Esto rompe con la lógica de nuestro día a día y puede generar un sentimiento de presión que desemboque en estrés.

Estos escenarios son comunes cuando se trabaja por proyectos y los clientes esperan que des una rápida solución a sus demandas. También ocurre cuando dejamos al último nuestros deberes y tenemos ventanas de tiempo reducidas para cumplir con nuestras agendas de trabajo.

3. Ambiente de trabajo deficiente

Convivir en un ecosistema de trabajo es parte fundamental de la vida laboral. Al final del día, tenemos que colaborar con colegas, seguir las órdenes de los gerentes y atender las necesidades de otros departamentos. En teoría, los equipos de trabajo deben convivir de manera sana y acorde a las exigencias del trabajo, aunque cuando esto no pasa hablamos de entornos de trabajo insanos o tóxicos.

Eso ocurre cuando no existe una sana competencia entre colaboradores, cuando los líderes delegan responsabilidades de forma desequilibrada o cuando no existe apoyo para entregar resultados colaborativos.

4. Problemas en la vida personal del trabajador

Todos pasamos por algún mal momento económico, emocional o familiar. Y si bien siempre se espera que podamos diferenciar entre nuestra vida personal y nuestra vida laboral, lo cierto es que, como humanos, es difícil esperar por completo estos aspectos. Es por ello que muchos escenarios de estrés tienen como origen los problemas que las personas padecen en sus vidas privadas.

Por ejemplo, si tienes la influencia de un problema en casa o de alguna dificultad de aprendizaje puede que tu trabajo no fluya de manera correcta. Asimismo, si has experimentado mucho tráfico de camino al trabajo, si tu mascota está enferma o si no has desayunado, eres más proclive a sentir estrés a lo largo de la jornada laboral.

5. Mala planificación

La mala planificación puede no ser producida por un mal ambiente laboral, sino por una falta de organización y de esquemas de trabajo claros por parte de la empresa. Esto puede ocasionar que el flujo de tareas falle, que la comunicación intraempresarial no funcione o que los calendarios de trabajo entre departamentos esté desincronizada.

Esto puede hacer que los miembros de la empresa no sepan qué hacer y se genere mucho estrés. Esto puede aumentar los índices de presión laboral, incidir en el ritmo de trabajo normal y hasta crear ambientes tóxicos de trabajo. 

1. Baja en el rendimiento de los empleados

La consecuencia más inmediata cuando se presentan casos de estrés laboral es la baja en el rendimiento de las personas y, por consecuencia, la disminución en la productividad de los equipos. Esto tiene que ver con que una persona con inseguridades o miedo tendrá mayores dificultades para entregar resultados y, en caso de hacerlo, puede que estos no tengan la calidad esperada, elevando los tiempos de entrega.

Esta consecuencia no solo afecta a las personas y a los equipos, sino que puede incidir negativamente en las finanzas de las empresas y significar pérdidas de recursos, tiempo e inversiones materiales.

2. Aumento del absentismo laboral

Cuando los empleados se sienten estresados lo más seguro es que estén indispuestos para asistir al trabajo o bien imposibilitados para hacerlo. Esto se traduce en una mayor índice de absentismo.

No importa si la causa es psicológica, física o emocional. Cuando un trabajador no se siente listo para trabajar o bien ofrece resultados deficientes o bien simplemente no se presenta a laboral. En algunos casos, estos puede estar determinado por padecimientos generados en el estrés, como problemas cardiovasculares, afectaciones gastrointestinales o hasta debilitación del sistema inmunitario.

3. Afectaciones a la reputación de las empresas

Otra consecuencia grave que conlleva el estrés laboral es la mala imagen que se puede hacer públicamente de una empresa. Si muchos de tus empleados viven con estrés y no haces nada para solucionarlo, ten por seguro que la gente será crítica sobre tus acciones. 

Este fenómeno se ha vuelto una tendencia en todo el mundo y hoy en día existen cuentas de redes sociales enfocadas en denunciar los abusos y falta de comprensión de las empresas ante el estrés que generan en sus empleados, afectando la percepción pública de una marca.

4. Mayor rotación laboral

Los dos puntos anteriores pueden también acarrear una fuga de talentos humanos debido a las condiciones a las que se ven sometidos en el espacio laboral. Esto eleva los índices de rotación y puede hacer que el problema se vuelva más grande, tal como una bola de nieve.

Si, por ejemplo, has perdido a algunos empleados que han renunciado por no poder lidiar con la carga de trabajo, tendrás que contratar a nuevo personal que deberá cubrir esas funciones y, además, aprender a hacer las cosas al mismo tiempo. Esto producirá estrés en los nuevos trabajadores, incluso, su separación del cargo. 

5. Surgimiento de otros trastornos psicológicos

Cuando el estrés laboral no es tratado de manera correcta pueden desarrollarse afectaciones más graves en los trabajadores, tales como ansiedad o depresión. Estos padecimientos afectan de una forma mucho más profunda a las personas y pueden incidir incluso en su vida personal, por lo que deben ser evitadas a toda costa. 

Además, el estrés eleva el riesgo de padecer déficit de atención, contraer problemas de alimentación y detonar el temor continuo. Inclusive, puede producir el desarrollo de alguna enfermedad ocupacional.

8 consejos para manejar el estrés laboral 

Si te identificaste con alguno de los síntomas o quieres mejorar tu bienestar para prevenir el estrés, cambia tu rutina con estas recomendaciones que te ayudarán a equilibrar tu vida y tu trabajo:

1. Define prioridades

En muchas ocasiones, es posible que te sientas abrumado por tener una inmensa cantidad de tareas que cumplir. Para evitar esto, comienza por diferenciar lo que es importante de aquello que es urgente. ¿Alguna vez has escuchado hablar de la matriz Eisenhower?  Esta herramienta te permitirá distinguir lo que es prioritario y lo que puedes dejar para más adelante, o incluso descartar. 

Una vez identificado, puedes implementar el uso de una agenda online o física para que no pierdas de vista tus objetivos, metas y tiempos de entrega. 

2. Haz ejercicio

Antes de ir a la oficina, corre durante 20 minutos. Si eso no es posible, haz una ligera sesión durante las noches, ¡caminar también tiene grandes beneficios! ¿Cuántas veces has escuchado que el ejercicio te ayuda a liberar endorfinas? En realidad, implica una reacción hormonal más amplia, con lo que te sentirás más relajado, feliz y activo. 

3. Escucha algo estimulante

Ten preparada tu lista de reproducción con las canciones que más te gustan o busca en internet algunos sonidos relajantes. Puedes escucharlas mientras desempeñas tus tareas o de camino al trabajo, para comenzar el día con actitud más optimista y relajada. Eso te ayudará a enfocarte en tus actividades por medio de un estímulo positivo.

4. Medita

¿Meditar es sentarse 3 horas y guardar voto de silencio? ¡Qué va! Puedes meditar camino al trabajo, mientras caminas o en esos 15 minutos que quedan después de comer. Esta práctica te ayuda a centrarte en el tiempo presente, es decir, a no regresar constantemente a lo que ya hiciste (¿cometiste un error en un proceso?, ¿entregaste mal esos reportes?) ni centrarte en el futuro (la presentación del próximo mes o las ventas que debes concretar, por ejemplo).  

Comienza por un ejercicio simple para relajarte: inspira y espira largamente 10 veces, centrando tu atención en el abdomen. Después, encuentra un ritmo de respiración cómodo y mantenlo durante 10 minutos.

5. Cambia tus perspectivas

Ser un perfeccionista tiene su lado menos amable, pues es probable que le des demasiada relevancia a tus equivocaciones y que dejes de lado lo que haces bien. 

Haz una lista de lo que has logrado en tu vida profesional y los triunfos concretos que tienes en este lugar de trabajo. Tal vez lograste la venta del mes hace tiempo, ayudaste a mejorar algún proceso o capacitaste a otros vendedores. Cada vez que tengas pensamientos negativos, saca esta lista (será mejor si la llevas en las notas de tu smartphone) para que recuerdes que eres una persona con valor y que se esfuerza por dar resultados. 

6. Muévete más

Estar en la oficina durante la mayor parte del día puede ser fatigante, especialmente porque representa una movilidad menor con respecto de otras actividades. Así, eres más propenso a tener dolores musculares y a desarrollar patologías de la vista; sin embargo, puedes solucionarlo si adoptas rutinas de ejercicio, aun si te quedas en casa.

Levántate al menos cada hora para estirar las piernas. También es recomendable que cubras tus ojos durante 1 minuto para descansar la vista. De esta forma, despejarás tu mente y tendrás un momento de pausa, incluso, en una jornada especialmente agitada.

7. Socializa más

Estar entre personas es estimulante y te ayuda a conservar tu salud. Convive más con tus compañeros y, sobre todo, refuerza tus relaciones personales fuera del centro de trabajo. Retoma las charlas con los amigos y visita más lugares para enriquecer tu vida y poner los problemas en perspectiva. 

Si sales del aislamiento, tendrás motivos para retomar tu bienestar.

8. Comunica lo que sientes

Expresa a tus personas de confianza la situación por la que pasas, ya que así te sentirás comprendido. El estrés puede causar un efecto negativo en tus relaciones, ya que estarás más irritable y distraído. Contrarresta ese efecto con sinceridad y apertura. 

Además, si tu estrés no es pasajero y notas que se encuentra generalizado en todo tu equipo o departamento, es porque hay un problema de planificación. Intenta hablar con tus superiores, quienes te deberán dar alguna respuesta organizativa, en tanto que este estado afecta la motivación y el rendimiento de los implicados.

Por último, no olvides que si ya tienes una sensación de tristeza o ansiedad continua, es necesario que acudas con un especialista en salud laboral o en atención psicológica. 

consejos para manejar el estrés laboral

Cómo demostrar el estrés laboral

La mejor forma en que una empresa puede hacer conciencia sobre el estrés laboral es escuchando a sus empleados. La escucha activa de sus expectativas, intereses y percepción sobre la carga de trabajo es reveladora sobre la forma en que experimentan su vida laboral. Ten en cuenta que ellos son quienes resientes las cargas de trabajo y, por lo tanto, quienes tienen más probabilidad de padecer estrés laboral.

En ocasiones entrevistarte con cada uno e tus empleados puede ser imposible, ya sea por tiempo o por el gran volumen de trabajadores a tu cargo. Es por ello que puedes hacer uso de algunas otras herramientas, como tests, formularios y buzones de comentarios para saber si algo no está funcionando bien en tu empresa.

Por ejemplo, expertos en psicología laboral han hecho un test sencillo que permite saber si un empleado o una plantilla entera están sufriendo estrés debido a las cargas de trabajo. Esta prueba consiste en un formulario con opciones que permiten al empleado calificar sus sentimientos en una escala cuantificable que evalúa, entre otras cosas:

  • Facilidad para dormir y concentrarse
  • Afectaciones físicas y psicológicas
  • Tendencias insanas o hábitos que afectan la salud
  • Síntomas físicos, emocionales y cognitivos

Una vez que hayas identificado a los elementos que están pasando por episodios de estrés laboral, puedes implementar acciones para prevenir este fenómeno. Revisemos algunos buenos consejos para hacerlo.

Cómo prevenir el estrés laboral de tu equipo

Si eres el líder de un equipo de ventas, ten en cuenta estas recomendaciones para disminuir el estrés de tus representantes de ventas:

  • Selecciona adecuadamente a los miembros del área, en cuanto a sus conocimientos y habilidades como en su actitud hacia otros.
  • Determina las responsabilidades de cada vendedor de una forma precisa.
  • Establece metas de venta alcanzables, es decir, que estén basadas en datos exactos y en la situación de tu empresa.
  • Respeta la vida personal de tus trabajadores y no prolongues su jornada laboral a menos que sea de forma excepcional. Un trabajador que no disfruta de tiempo en familia o con amigos, es un trabajador que se cansará y desmotivará.
  • Fomenta el buen clima laboral en tu equipo, reconociendo los logros de tus vendedores y organizando actividades de team building.
  • Presta atención a posibles situaciones de mobbing o acoso laboral que puedan generar malestar.
  • Busca el apoyo de un especialista de salud en el trabajo, quien podrá dar asesoría y optimizar las prácticas de tu entorno.

Recuerda que debes prestar atención a todos los signos que indican estrés laboral, ya que así podrás contrarrestar su efecto y mejorar tu calidad de vida.

 

Cómo luchar contra el agotamiento: Week of Rest, una iniciativa de HubSpot

En HubSpot sabemos que el estrés laboral es un asunto al cual debemos prestarle atención, y es precisamente por eso que estamos desarrollando nuestra iniciativa HubSpot Unplugged y comprometiéndonos con un plan a largo plazo para ayudar a todos los HubSpotters a prevenir y combatir el agotamiento; para ello, hemos creado un nuevo marco definido por los siguientes principios: Descanso, Recargar, Apoyar, Resiliencia y Causa raíz (o marco de las 5 Rs: Rest, Recharge, Reboard, Resilience, and Root Cause, por sus siglas en inglés).

  • Descanso: entre los años sabáticos, las vacaciones ilimitadas y los horarios de trabajo flexibles, siempre hemos animado a los empleados a tomarse tiempo libre. Aun así, reconocemos que es más fácil descansar de verdad y desconectar, cuando tus compañeros lo hacen también, por lo que tenemos una semana de descanso total.
  • Recargar: es difícil tener tiempo libre para trabajar cuando se pasan horas al día en reuniones. Esta medida, que consiste en que los viernes no tenemos reuniones internas, es una forma de garantizar que todos tengamos más tiempo y espacio en nuestras agendas, ya sea para trabajar a fondo, prepararse o recargar las pilas.
  • Apoyar: implica dotar a los directivos con recursos específicos. En HubSpot brindamos a nuestros directivos los recursos que necesitan para crear un equilibrio para ellos y sus equipos, centrado en la inclusión del trabajo híbrido, la colaboración y la toma de decisiones.
  • Resiliencia: consiste en ofrecer un taller en torno al rendimiento sostenible. La gente quiere marcos accionables para el cambio a largo plazo. Repensar la resiliencia es un taller híbrido disponible para todos los HubSpotters a nivel mundial. Las sesiones autodidactas y basadas en la investigación están diseñadas para reducir el estrés y aumentar el control en la energía, el rendimiento y el bienestar general.
  • Causa raíz: es el enfoque de resolver a largo plazo. Tenemos que abordar el agotamiento de raíz, no solo los síntomas. Por eso damos prioridad a la planificación, definimos las expectativas en torno a la comunicación y la colaboración e introducimos marcos para eliminar las fricciones de todos los y las HubSpotters a la hora de tomar decisiones a gran escala.

Las medidas de prevención del burnout siguen a HubSpot Unplugged, la cual incluye componentes clave para ayudar a combatir el agotamiento en conjunto con más programas de salud mental. 

Inspírate en estas acciones y toma la iniciativa para manejar el estrés laboral en el lugar donde estás.

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Temas: Productividad

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