Una entrevista de trabajo es uno de los filtros más importantes por el que pasa toda persona para conseguir un puesto de trabajo. Algunas veces se obtendrá el empleo y en otras no, pero siempre hay algo que aprender para mejorar en una próxima oportunidad: conocerte a ti mismo, destacar tus competencias humanas y profesionales, reflexionar tus respuestas a preguntas posibles y cuidar tu postura corporal son algunos de los elementos esenciales para triunfar en una entrevista laboral.
Acompáñanos a descubrir en este artículo los detalles de esta etapa de reclutamiento. ¡Comencemos!
¿Qué es una entrevista de trabajo?
Una entrevista de trabajo es una técnica de selección personal para encontrar al candidato ideal a un puesto laboral. El cazatalentos realiza la evaluación en el momento de preguntarle al postulante acerca de sus habilidades, experiencia laboral, estudios, personalidad e interés en la vacante.
Este proceso sirve para conocer más de ti como candidato y comúnmente se hace en persona; sin embargo, en los últimos años también se ha adaptado al entorno digital con videollamadas, llamadas e incluso correo electrónico. Existen diferentes tipos de entrevistas de trabajo, pero todas se dividen generalmente del siguiente modo:
- Presentación. Es la parte inicial de la entrevista, donde el reclutador se encarga de presentarte a grandes rasgos los requisitos de la vacante y de la empresa.
- Demostración. Aquí inician las preguntas que el reclutador tiene preparadas para ti como candidato. Tienes que demostrar con tus respuestas y tu actitud que eres la mejor opción para el puesto. Por eso es necesario que te prepares para saber qué decir en la entrevista de trabajo.
- Negociación. Finalmente, puedes realizar preguntas como candidato en la entrevista para aclarar las dudas que tengas respecto a la vacante, como tareas del puesto, horarios, capacitación, sueldo, prestaciones de ley, entre otros aspectos.
¿Para qué sirve una entrevista de trabajo?
Para un reclutador la entrevista es una herramienta que le sirve para obtener información sobre el postulante; ya sean rasgos psicológicos, formación académica, experiencia laboral, actitudes y lo que puedes aportar a la empresa. Con esto le será posible predecir si tu comportamiento y perfil se ajustan a los requerimientos para la vacante; y, de ser así, continuar con el proceso de contratación.
Al mismo tiempo, es una oportunidad para que tú como postulante te informes mejor acerca de las funciones a desempeñar en la vacante: las condiciones de trabajo, las responsabilidades que adquirirás, el ambiente y organización de la empresa, el periodo de capacitación, zona de trabajo y demás.
Aunque la entrevista es un método subjetivo dentro del proceso de selección de personal, en la mayoría de los casos da muy buenos resultados, pues el área de recursos humanos utiliza esta y varias estrategias para encontrar al mejor talento.
¿Qué es lo más importante en una entrevista de trabajo?
Durante la entrevista de trabajo el reclutador tiene en cuenta varios parámetros para evaluarte como probable trabajador. Empieza desde tu puntualidad a la hora de la cita, ya que esto determina tu compromiso y responsabilidad con la empresa. A partir de entonces, se enfocará en los siguientes factores.
Confianza en ti mismo
Esto se refiere a que muestres seguridad para expresarte y tengas una visión positiva de tu capacidad, incluso si hablas acerca de tus debilidades en la entrevista de trabajo. Sin embargo, no debes ser arrogante y debes conservar la humildad.
Competencias
Se refiere a las habilidades y conocimientos con los que cuentas para desarrollarte óptimamente en las tareas del puesto, los cuales ya detallaste en tu plantilla de currículum vitae y que en una entrevista se evidenciarán todavía más.
Por un lado, encontramos habilidades blandas, como la resiliencia para superar obstáculos en el ámbito laboral, la escucha activa para la comunicación en equipo, la capacidad para tomar decisiones y la apertura a nuevos aprendizajes.
Del otro lado, están las habilidades duras que corresponden a tus conocimientos técnicos y prácticos acerca del trabajo, la capacidad de análisis y el razonamiento lógico para resolver problemas, los estudios académicos, la formación profesional, el conocimiento y el manejo de herramientas y programas, entre otros.
Autoconocimiento
Cuando hablas sobre ti en las entrevistas laborales el reclutador observará cuánto te conoces a ti mismo y de qué manera te relacionas con los demás. Es fundamental que hagas una valoración de tus prioridades y aprendas a gestionar tus emociones sanamente para desarrollarte, tanto personal como profesionalmente. Una opción es hacer un análisis FODA personal para contestar las preguntas oportuna y naturalmente.
Ganas de crecer
El área de recursos humanos está en busca de una persona que esté dispuesta a comprometerse con la empresa durante un periodo considerable. Una persona sin metas a futuro no representa un buen elemento en el cual invertir tiempo, recursos y capacitación. Aunque cumplas con los demás requisitos de la vacante, prefieren a toda costa un candidato con un plan a futuro, ya sea a uno, cinco o diez años.
Actitud positiva
Otro de los aspectos más valorados por las empresas es la actitud positiva de un trabajador. Con ello no nos referimos a que estés sonriendo todo el tiempo, más bien a que tengas disposición para dar lo mejor de ti, superes dificultades laborales y te adaptes a los cambios que se den en el día a día.
10 consejos sobre lenguaje corporal en las entrevistas de trabajo
Uno de los grandes atributos de las entrevistas de trabajo es que se realizan de persona a persona. Por ello es posible para los reclutadores observar tu comunicación no verbal, que también expresa cosas acerca de ti y sirve para evaluar tu disposición al puesto. Enseguida te damos una serie de recomendaciones para que proyectes el mejor perfil.
1. Imagen adecuada
Según sea el área donde quieras trabajar, se esperará de ti cierto código de vestimenta; por ejemplo, para las empresas internacionales es muy importante proyectar una imagen formal. Hay otros puestos para los que la apariencia no juega un papel importante en el proceso de selección; sin embargo, siempre trata de estar lo más presentable posible: ropa limpia, planchada, sin roturas, sin leyendas o estampados ofensivos, sin demasiados accesorios o excesos de maquillaje.
Cabe destacar que la imagen no tiene que ver con las características físicas, y que las empresas que basan sus procesos de selección en estos estándares están infringiendo los derechos laborales.
2. Estrechar manos suavemente
Uno de los primeros contactos que tendrás con el o la reclutadora es el saludo de manos. Para ello te recomendamos que no lo hagas con mucha fuerza o agitando de arriba abajo, sino que sea un apretón suave y breve. De igual modo, mostrar tus palmas significa apertura y honestidad.
3. Frente en alto
La postura de tu cabeza también es reveladora, por lo que procura mantenerla derecha. Evita mirar arriba mientras se te habla pues mostrarás desinterés, y al mirar mucho tiempo hacia abajo expresarás aburrimiento. Trata de mirar directamente a los ojos al entrevistador, sin exagerar, porque puedes causar incomodidad.
4. Gestos sutiles
En la medida de lo posible cuida que tus expresiones faciales sean sutiles y agradables. El gesto por excelencia es una sonrisa sincera y genuina, al menos durante el inicio y al cierre de la entrevista de trabajo. Evita sobreactuar en este punto, pues se notará rápidamente y no querrás ser descartado por exagerar.
5. Sentarse correctamente
Cabe destacar que lo mejor es que te sientes donde y cuando te indique el representante de recursos humanos; no lo hagas por iniciativa propia. Al sentarte no encorves tu espalda, mantén un ángulo de 90 grados que se vea lo más natural posible para demostrar confianza en ti mismo. Además, no te pongas en la orilla de la silla como si tuvieras prisa, siéntate en el centro.
6. Postura neutral
Respecto al resto de cuerpo, como brazos y piernas, también trata de mostrar una postura neutral, donde no evidencies mucha tensión en tu cuerpo. Aunque sabemos que podrías estar muy nervioso o nerviosa, respira para relajarte poco a poco. No te aconsejamos que cruces los brazos o juguetees con manos, ya que esto puede significar estar a la defensiva o mostrar aburrimiento.
7. Sin movimientos bruscos
Al momento de caminar, sentarte y pararte, hazlo de manera tranquila. Evita los movimientos bruscos o impulsivos que denoten informalidad, nerviosismo o agresividad. Trata de crear una situación cómoda, tanto para ti como para el reclutador.
8. No jugar con objetos
Si eres de las personas que suelen jugar con el bolígrafo o con otros artículos a tu alcance cuando estás aburrido o nervioso, controla este hábito a la hora de la entrevista de trabajo. El representante de recursos humanos de la empresa lo podría interpretar como que no le estás prestando la suficiente atención.
9. Evitar movimientos repetitivos
Dentro del lenguaje corporal hay movimientos que podrían jugar en tu contra, como el tronar de dedos, morderse las uñas, frotarse mucho las palmas, mover el talón y dar pequeños golpes en el suelo o al aire. Esto expresa impaciencia y de ninguna manera te mostrará como una persona segura.
10. Usar brazos y manos al hablar
Hay veces en las que sí es propicio moverte; por ejemplo, si quieres marcar cierto énfasis o emocionalidad a alguna anécdota que estés contando. Puedes valerte de movimientos suaves de brazos y manos para complementar. Tampoco abuses de este recurso, pues podrás ser considerado histérico o falso.
Hasta aquí llegamos con estos consejos para tu entrevista de trabajo frente al reclutador. En resumen, se trata de expresarte con claridad, exponer tus mejores cualidades y ser lo más natural posible en tus expresiones y movimientos.
Ahora sabes cuáles son los aspectos que más toma en consideración el área de recursos humanos, a fin de que los resaltes y obtengas el puesto que tanto deseas.